El diseñador palmero Andrés Acosta se estrena en la moda masculina. Habib Albi es el título de una propuesta llena de simbolismo y que aúna culturas.
Hay a quienes el confinamiento les ha sentado muy bien. Un tiempo de desconexión (obligatoria) en el que poder aprovechar para escuchar sus necesidades o, en el caso del diseñador Andrés Acosta, las necesidades de sus clientes. Su firma homónima nació en 2016 y, con ella, se propuso vestir a las mujeres más guapas del planeta. Eso ya lo ha conseguido. Cuenta con Paris Hilton, Petra Nemcova o Clara Alonso entre sus clientas. Ahora el reto es mayor. Vestir a los hombres con tejidos ricos y bordados a manos. La costura del siglo XXI incluye al armario masculino y Andrés Acosta quiere su hueco.
Habib Albi se describe como un sueño, una pasión, una declaración de amor libre. Pero más allá de este sueño idílico está una mezcla de culturas que han apasionado a Andrés Acosta desde pequeño. La admiración por la historia y cultura de medio Oriente se suman a la influencia étnica sobre las Islas Canarias de las tribus Amazigh del norte de África (los hombres libres del desierto, desde Mauritania hasta Egipto). Dando como resultado una propuesta llena de simbolismo que va desde las reminiscencias bereberes y arabescas hasta el encuentro con el estilo personal del diseñador.
Andrés Acosta, además, apuesta por la sostenibilidad. La totalidad de la colección ha sido confeccionada y bordada a mano por el propio diseñador. Como valor añadido, por si no tenías suficiente, la colección esta realizada con materiales reutilizados procedentes del stock acumulado de su producción. Con tejidos como la organza, el tafetán o el crepe de seda natural en negro, oro, blanco y nude, muchos de ellos ecológicos. Los bordados con cristales de Swarovski Lead Free o piedras semipreciosas como turquesas, cuarzos, piedra de luna o el lapislázuli. Habib Albi no es solo el sueño de una noche de verano.