Andrea Mestre es la diseñadora de una silla de caña de ratán con respaldo reclinable. De las de jardín, pero para el escritorio. Su formación en diseño de producto nos lleva de Valencia a Londres, donde ahora trabaja para una firma de mobiliario de lujo. Hablamos por el Messenger de su página de Facebook de dos de sus últimos proyectos: la silla Gandía y el galán Totem.
Antes de empezar, ¿se escribe rattan o ratán?
Andrea Mestre: ¡Ratán en castellano y rattan en inglés!
¿Cuál es tu relación con este material?
Andrea Mestre: El ratán me recuerda a las vacaciones de verano, a la terraza del apartamento de mis abuelos en la playa. Allí tienen dos sillones de ratán giratorios. Tendrán más de 40 años y ahí siguen! Mis primos, mi hermano y yo pasábamos el rato dando mil vueltas en esos sillones.
Imagen superior: Silla Gandía
Imagen superior: Detalles del respaldo reclinable de la silla Gandía
¿Dónde veraneabas?
Andrea Mestre: En la playa de Gandía. De allí soy, y de ahí, el nombre de mi proyecto.
¿Cómo empieza el proyecto de la silla Gandía?
Andrea Mestre: Estaba investigando materiales para mi proyecto de final de master y, no se cómo, me topé con el ratán. Visité un par de fábricas en Valencia para aprender más y, a raíz de un montón de charlas y experimentos, nació la silla. Es el resultado de mi investigación sobre las propiedades del ratán.
Imagen superior: Documentación de la producción de la silla Gandía
¿Dónde hiciste el master?
Andrea Mestre: En el Royal College of Art de Londres
¿Qué tal es estudiar en RCA?
Andrea Mestre: Ha sido toda una experiencia. Hay mucha presión en todo momento pero te ayuda a desarrollarte como diseñador y como persona. Lo bueno de un lugar así es que siempre hay gente interesante que viene a ayudarte en tus proyectos.
Imagen superior: Detalle de la Silla Gandía
¿Quienes fueron tus tutores del PFM?
Andrea Mestre: Principalmente, James Lamb y Tim Rundle. Les guardo mucho cariño por toda su dedicación. A lo largo del año pude consultar mi proyecto con diseñadores como John Tree, Tomoko Azumi y Sir Kenneth Grange.
Imagino que la participación de tantas miradas durante el desarrollo del proyecto aporta muchas capas de interés a la silla Gandía. El proyecto se inserta dentro de esta tendencia, que hoy vemos mucho en arquitectura, de interiores que parecen exteriores. Al mismo tiempo, trabaja esta idea de la oficina en casa. ¿Cuándo surgen estas preocupaciones en tu trabajo?
Andrea Mestre: Cada proyecto es diferente, cada problema plantea un millón de preguntas. Por lo general, en mi trabajo me centro en explorar las relaciones entre las personas y los objetos que les rodean. Mi objetivo es crear relaciones duraderas, es decir, diseñar objetos que sobrevivan el paso del tiempo, es mi manera de abordar la sostenibilidad.
Imagen superior: Galán Tótem
Esta reflexión sobre las relaciones objeto-persona es muy visible en otro de tus proyectos: Totem.
Andrea Mestre: Totem surgió en la universidad, de un brief en el que se proponía diseñar una pieza para el hogar que se pudiese fabricar de manera fácil y en cualquier parte del mundo, con métodos de fabricación digital. Los objetos que nos rodean son, en realidad, herramientas que utilizamos a lo largo del día. A la hora de elegir un objeto que diseñar, intenté pensar qué herramienta me faltaba.
Imagen superior: Detalle Galán Tótem
¿Cómo vas de la idea al objeto?
Andrea Mestre: Para mi, la manera más rápida de crear ideas nuevas es dibujando. Pero, a veces, hasta que no haces una maqueta no te das cuenta de las complicaciones reales de una idea. Así que intento combinar un poco de todo. Esto ayuda a comunicarse mejor con las personas que van a fabricar el mueble, cuyos consejos y experiencia son siempre muy valiosos
Me contabas que visitaste varias fábricas en Valencia que trabajan el ratán. ¿Hiciste Gandía allí?
Andrea Mestre: Colaboré con Rattan Deco en el desarrollo del prototipo. Al principio les pareció una locura, pero nos fuimos entendiendo poco a poco. El objetivo era crear una silla que respondiese al movimiento: si te inclinas hacia atrás, el asiento se desplaza hacia adelante gracias a la forma que le dimos a las piezas de ratán que comunican el respaldo con el asiento.
¿Rattan Deco es una casa de muebles?
Andrea Mestre: Sí, su fábrica está en Mogente, una zona en la que antiguamente había más de 10 fábricas de muebles de ratán. Creo que ahora sólo quedan dos. Al contactar a otras fábricas, me respondieron que el ratán es un material en desuso. Es una pena porque tiene un montón de posibilidades.
¿Puede que esta investigación, sea el germen de una familia de muebles de ratán?
Andrea Mestre: Ahora que conozco bien el ratán, me apasiona como material. Puede que sí. Tengo un par de ideas en el tintero, una mesa entre ellas. ¡Pronto se verá!
Más info: www.andreamestre.com