Alumnos de Diseño de Producto IED: trabajos fin de grado

Estuvimos hace unos días viendo los trabajos de fin de grado de los alumnos de Diseño de Producto del IED de Madrid. Os seleccionamos los tres proyectos que más nos gustaron.

Hace unos días nos fuimos hasta el Ied Innovation Lab en Carabanchel en Madrid para ver una exposición con todos los proyectos de fin de carrera del Título de Grado en enseñanzas artísticas superiores de diseño de producto del Ied Madrid. Nos llamaron la atención los proyectos de tres de sus alumnos: Inés Balbás, Flavia Carneade Dunn y Xueyu Ji, os contamos en qué consistían.

Alumnos de Diseño de Producto IED: trabajos fin de grado

Alumnos de Diseño de Producto IED: trabajos fin de grado

Alumnos de Diseño de Producto IED: trabajos fin de grado

Imágenes superiores: El proyecto Sêlo de Inés Balbás, proyecto de fin de curso del Título de Grado en enseñanzas artísticas superiores de diseño de producto del Ied Madrid

 

1 ) Sêlo / Inés Balbás / IED Madrid
Luminarias creadas con nuevo biomaterial generado a partir cáscara de huevo.

Un proyecto que lo tiene todo: su parte funcional, su parte estética y su parte de social y de concienciación social. Inés Balbás diseña una serie de luminarias a partir de un biomaterial creado también por ella.

“La acumulación de residuos de todo tipo que genera nuestra economía lineal actual se ha vuelto acuciante por su amenaza continua al medio ambiente Por ello la cadena producción-consumo-desecho empieza a ser contrarrestada por otra secuencia, la de reducir-reutilizar-reciclar, en cuya circularidad el aprovechamiento del material desechado es clave. Es en este contexto donde surge la idea de utilizar un residuo orgánico ligero, abundante, local y de fácil recogida, como es la cáscara de huevo, para crear un nuevo material susceptible de ser aplicado en el mundo del diseño.” puntualiza Inés.

Por otro lado nos parece imprescindible que cualquier objeto diseñado hoy en día tenga una intención estética, que juegue y conozca los aspectos formales de la historia del diseño. Hemos sufrido y aún sufrimos esa confusión de entender el reciclaje con una estética hippy y no debería ser así, lo reciclado, lo sostenible, lo reutilizable debería tener la estética que nosotros queramos. En este sentido es buena idea el crear un nuevo material a partir de materiales ya usados, de esta forma el diseñador no está limitado a tener que usar una forma ya existente.

 

Alumnos de Diseño de Producto IED: trabajos fin de grado

Alumnos de Diseño de Producto IED: trabajos fin de grado

Imágenes superiores: El proyecto Color Kartel de Flavia Carneade Dunn, proyecto de fin de curso del Título de Grado en enseñanzas artísticas superiores de diseño de producto del Ied Madrid

 

2) Color Kartel /Flavia Carneade Dunn / IED Madrid
Una forma sostenible de producir rotuladores

El consumo de algo tan inofensivo como un rotulador puede ser un motivo de alarma al comprobar la cantidad de residuos que generan. Aproximadamente 35.000 millones de rotuladores de plástico acaban en vertederos cada año. Para que te puedas hacer una idea de lo que es esto imagínate que esos rotuladores que se tiran cada año podrían cubrir toda la comunidad de Madrid, estamos hablando de de 650 km2.

“Las incineradoras de basura son la forma más costosa y contaminante de gestionar los residuos. Otra posibilidad sería un programa de reciclaje pero en el caso de los rotuladores como están hechos de múltiples componentes y muy difíciles de separara por lo que casi habría que hacerlo a mano. Este reciclaje hecho a mano se lleva a cabo en zonas del mundo donde se explota a la mano de obra” nos explica la diseñadora

Flavia propone que los desechos sean los mínimos. El proyecto Color Kartel investiga la posibilidad de producir rotuladores con otros materiales más sostenibles que los actuales que tienen la carcasa de polipropileno o poliestireno y el cartucho de fibra de poliuretano.

Las carcasas de sus rotuladores están hechas a base de ceras y pigmentos naturales, estearina, metilclulosa, lanolina y aceites esenciales con aroma. El cartucho y la punta están hechas con fibra y polvo de cáñamo, agua y metilcelulosa.

Lo más sorprendente de los rotuladores de Color Kartel es que cuando llegan al final de su vida se convierten en unas velas aromáticas que se pueden quemar y así no generar residuos.

Alumnos de Diseño de Producto IED: trabajos fin de grado

Alumnos de Diseño de Producto IED: trabajos fin de grado

Imágenes superiores: El proyecto sway de Xueyu Ji, proyecto de fin de curso del Título de Grado en enseñanzas artísticas superiores de diseño de producto del Ied Madrid

Sway / Xueyu Ji / IED Madrid
Sway es un instrumento de medición que transforma la información visual a la auditiva.

El último de los tres proyectos es un vaso para medir líquidos sin necesidad de usar la vista, solamente a través del sonido.

Sway es un instrumento de medición que transforma la información visual a la auditiva. Diseñado inclusivamente para todas las personas. En especial los invidentes, por su carencia del sentido visual. Un producto que lo puede utilizar tanto personas videntes como invidentes. Difuminando la diferencia entre personas y mejora la condición de vida de ambos.” explica Xueyu Ji

Sway está compuesto por 3 piezas:
1. Cobertor de silicona platino La pieza hace el función de retención y sella la pared de vidrio con la tapa, impidiendo que se escape el líquido. Fácil de quitar y poner para limpiar.
2. tapa de acero inoxidable Pieza única que actúa como cuchara medidora. El mecanismo funciona aprovechando el peso de la materia y la gravedad.
3. Recipiente de vidrio borosilicato Envase cilíndrica que se adapata ergonómicamente a la mano del usuario. Con un rebaje frontal que canaliza el flujo del líquido.

La tapa se coloca sobre los rebajes del recipiente como balancín. Tiene dos solapas, la parte gruesa pesa 50 gramos más que la otra. Cuando el peso del líquido o sólido que lleva supera los 50 gramos, se balancea hacia abajo y se vacía. Una vez vaciado, el peso del lado grueso vuelve a ser mayor. Instantáneamente la tapa vuelve su posición inicial. Al volver, choca contra el borde del recipiente. Produciendo un sonido de feedback auditivo al usuario. Informando que ha echado 50 gramos o mililitros. El usuario cuenta el número de sonido que se produce al echar líquido para saber la cantidad exacta.

 

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