Los fundadores del joven estudio de arquitectura Allaround Lab, Noelia de la Red y Jordi Ribas, han completado el diseño de su nueva casa-taller en el barrio del Poblenou de Barcelona, a tan solo cinco minutos de la playa del Bogatell.
Un espacio híbrido, donde estudio y vivienda se unen en una arquitectura blanca con corazón de metal. Así es este proyecto de reforma, que desafía los límites de la mínima escala reinterpretando los 60 m2 de la planta baja de una modesta edificación residencial de dos alturas, construida a finales del siglo XIX. Los arquitectos han aplicado los principios de su línea de investigación ‘proyectar el vacío’ para maximizar la amplitud y el potencial de uso del viejo y oscuro espacio sin tabiques, que ahora sorprende por su luminosidad y versatilidad.
En los últimos años, la consolidación del teletrabajo ha provocado la proliferación de proyectos de uso mixto, donde conviven con naturalidad las labores del hogar y la oficina. “Buscábamos un espacio más flexible, que se adaptara mejor a nuestras necesidades y forma de entender la arquitectura”, cuentan los directores de Allaround Lab. Decidieron dejar la zona alta de Barcelona a finales del año pasado para trasladarse a una tranquila calle residencial junto al parque costero del Poblenou, ubicado al final de la Vila Olímpica. El mayor reto de la reforma fue “encajar todo el programa en un lugar tan reducido”, revelan los arquitectos. Su estrategia consistió en aprovechar muy bien los 60 m2 interiores. Y lo lograron estableciendo una circulación fluida entre los distintos ambientes y la mayor conexión posible con el agradable patio trasero, que proporciona 15 m2 adicionales al proyecto.
Un volumen de aluminio multifuncional es el corazón de la casa-taller
El acceso desde la calle puede realizarse por la estrecha puerta del portal o, directamente, a través del ventanal con forma de arco que los arquitectos dejan abierto durante la celebración de los eventos. Y es que la parte del espacio próxima a la fachada principal se destina a las actividades de carácter más público, utilizándose habitualmente como sala de reuniones o zona de estar. Por el contrario, las mesas de trabajo y el dormitorio se encuentran junto a la fachada posterior, vinculadas al patio privado. En el centro, un volumen metálico de aluminio cepillado se alza por debajo de los tres metros y medio de altura del techo, permitiendo que la luz se deslice por la totalidad del espacio sin interrupciones. Su función consiste en alojar el baño y parte de la cocina, además de ser el soporte de los paneles móviles que permiten dividir la diáfana estancia para ganar privacidad.
El patio inunda de luz y vegetación los interiores de Fernando Poo
El objetivo de la intervención era lograr un cambio radical en el espacio, pero a la vez poner en valor la preexistencia. “Consideramos importante dejar al descubierto lo único que quedaba de la construcción original: el forjado y la envolvente de ladrillo y piedra. Al tratarse de una planta baja, nos preocupaba la falta de luminosidad y optamos por pintarlo todo de blanco. Excepto la pared del patio, que también es original y creemos que la piedra proviene de la antigua cantera de Montjuïc”, apuntan los fundadores de Allaround Lab. Este material pétreo de tonos terracota realza la calidez y el estilo rústico del patio ajardinado, favoreciendo la entrada de luz y ventilación natural. “Hay varias Monsteras, una oreja de elefante, un par de ficus y una Strelitzia. Todas son plantas de hojas verdes. Y se adaptan bien a climas con humedad en los que no hay bruscas bajadas de temperatura, como el de Barcelona”, afirman los arquitectos.
El rico abanico de texturas blancas marca la identidad de la casa-taller
La aparente homogeneidad de las superficies blancas del interior es contrarrestada por sus diversas texturas, que van desvelando, sutilmente, como las finas capas de un hojaldre, el auténtico sabor del espacio. Una identidad construida a partir de la combinación de lo viejo y lo nuevo. La rugosa piedra, los irregulares ladrillos y el forjado de bovedillas del siglo XIX contrastan con los lisos azulejos del frente de la cocina y el compacto pavimento. Este último utilizado “tanto en el interior como en el exterior para mantener la continuidad. Al ser un lugar de bastante tránsito de personas y con suelo radiante, preferimos optar por piezas de gran formato de Dekton. Se trata de uno de los porcelánicos de mayor resistencia en el mercado”, explican los arquitectos.
El programa funcional y el almacenaje se organizan en prácticos elementos de mobiliario. Su despliegue a lo largo del perímetro permite aprovechar de manera eficiente el espacio. Por ejemplo, la cama de matrimonio abatible puede ocultarse durante el día en los armarios de la pared. “A menudo, combinamos las estructuras estándar de Ikea con paneles hechos a medida por Cubro. Buscamos siempre optimizar al máximo el presupuesto y los recursos disponibles en nuestros proyectos”, detallan los arquitectos. En este caso, el coste total de la reforma integral no ha superado los 75.000 euros. El resultado ha sido la creación de una arquitectura flexible que, como afirman los directores de Allaround Lab, es “capaz de adaptarse a las diferentes necesidades y actuar como un catalizador de nuevas formas de domesticidad que trascienden la tradicional dicotomía vida-trabajo”.
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Créditos de Casa-taller Fernando Poo:
Arquitectura: Allaround Lab (Noelia de la Red + Jordi Ribas)
Colaboradores: Mònica Piqué
Ubicación: Calle Fernando Poo, Barcelona
Año de finalización: 2023
Superficie construida: 60 + 15 m2
Presupuesto: < 75.000€
Fotografía: José Hevia