Bombon projects presenta la expo Spieglein, Spieglein de Alisa Heil que hasta el 15 de enero tematiza la relación entre mistificación y marginación de la mujer.
La artista alemana Alisa Heil ofrece con su obra una mirada a través de un espejo que convierte mediante su reflejo las debilidades femeninas en orgullo y potencialidad. Tanto la elección del material como las imágenes utilizadas para la exposición llevan al espectador a realizar asociaciones estereotipadas específicas de la mujer.
Alisa Heil y Bombon projects han llamado a la muestra Spieglein, Spieglein (Espejo, espejo). El nombre proviene de un juego de palabras en alemán: juego (Spiel) y espejo (Spiegel). Hay mucho juego en los espejos, además Alisa Heil usa el sufijo alemán poéticamente arcaico “lein”, usado generalmente para cosas bonitas, inofensivas y a menudo femeninas.
Silvia Federici: la caza de brujas, la explotación laboral
Silvia Federici sostiene en su libro Calibán y la Bruja que la caza de brujas fue un paso significativo para empujar a las mujeres al borde de la sociedad. Y así permitir la explotación de su fuerza laboral por un sistema capitalista que estaba por venir. Históricamente, la mujer trabajadora ha sido excluida de la esfera del trabajo socialmente reconocido. En cambio, se ha visto obligada a realizar trabajos baja categoría con escasa remuneración —industria textil, prostitución, trabajo doméstico—, o incluso ninguna remuneración como cuidar de la familia, limitándola al matrimonio. Incluso aún hoy, la idea de lo femenino es entendida como irracional, esotérica, emocional, histérica, etc. Estas preconcepciones despectivas, siguen desacreditando a aquellas personas que reclaman estos atributos como propios, incluso para ser reapropiados o subvertirdos.
La costurera y la puta: roles socialmente femeninos
En todo el mundo, el trabajo textil, junto con la prostitución, han sido las dos labores más notoriamente asociadas con las mujeres. Por lo que el acto de realizar un conjunto de obras que incorporan referencias a los textiles como objetos de arte contemporáneo, funcionan como un juego cínico para con el genio masculino.
Alisa Heil en Spieglein, Spieglein fomenta las posibilidades de un “espacio seguro”. Una especie de universo espejo en el que se celebra a la bruja o la puta sagrada en lugar de condenarla. Un espacio donde todas las ambivalencias son posibles y aceptadas y con las cuales se puede convivir y fluctuar.
La expo
El espacio de la galería está enmarcado por obras textiles caleidoscópicas que yuxtaponen telas con estampados de pieles de animales: como serpientes o leopardos, y telas usadas en ceremonias de boda. Los ojos de buey en el centro de las telas, muestran collages de fotografías analógicas de escenas oscuras de escaparates de tiendas, superpuestas sobre motivos naturales. A modo de tondos, evocan secuencias oníricas, fragmentadas y borrosas.
Las piezas son una mezcla de simbolismo cuasi religioso y suprematismo soviético. Alisa Heil residente en Oporto (Portugal) ha cosido las piezas en su estudio. El norte de Portugal tiene una fuerte conexión histórica con la industria textil, actualmente en decadencia.
Los hilos de cuentas de cristal, comúnmente utilizadas para la decoración de bodas, actúan como velos seductores que dispersan la luz en colores y dan al espacio expositivo un espíritu ceremonial.
La artesanía textil
La categoría de artesanía textil históricamente está atribuída a las labores y trabajos femeninos. El coser, bordar y tejer supuestamente ha excluido a las mujeres del trabajo intelectual y creativo —considerándose un arte menor— de las altas esferas durante siglos. Es por ello que la artista escoge en esta ocasión el trabajo textil para reivindicar y cuestionar las distintas posibilidades y arquetipos que este medio ha supuesto a lo largo de la historia de lo femenino. A través de los tapices Heil plantea cómo el trabajo textil puede repensar la posición y la visión de lo femenino en la actualidad, con todas las contradicciones y preconcepciones implícitas.
La artista: Alisa Heil
La práctica de Alisa Heil (Alemania, 1986) incluye escultura, fotografía, trabajos textiles y performance. Todos estos medios tangibles están a menudo acompañados de elementos inmateriales y no visuales como el olor y el sonido. Que se traducen en instalaciones inmersivas de ensueño. A lo largo de su obra se encuentran rastros de misticismo y psicoanálisis. Y su interés va desde la correlación entre la superstición, su simbolismo y el consumismo anticuado (es decir, los escaparates).
C/ Trafalgar 53 local B, 08010, Barcelona