El director Alfonso Gómez-Rejón se pasa al lado indie a golpe de lágrima y risa irreverente
En época de agobios, rutinas y ciclogénesis temporales y políticas son necesarias esas películas que entretienen y que sin necesidad de ser peliculones, convierten nuestra breve estancia en la sala oscura, en un episodio distendido y absolutamente relajante. Pese al argumento de la última película del director tejano Alfonso Gómez-Rejón, ‘Yo, él y Raquel’ (‘Me and Earl and the Dying Girl’) ésta puede ser la película indicada para citada aventura cinematográfica. Quizá que la cinta gire en torno al interés de un modernillo atontado, pero bastante espabilado en su interior, Greg (Thomas Mann) que empujado por su mística madre decide hacerse amigo de una compañera de instituto, Rachel (Olivia Cooke) a la que han diagnosticado leucemia, no deje espacio para la diversión más extrema, pero si la película te involucra desde el primer momento en las ganas del prota, ayudado por su colega Earl (Ronal CyLer II), de sacar de la rutina a la enferma en un sinfín de pasajes que mezclan risa, llanto, y broma irreverente, estaremos ante una película de corte indie, romanticismo soterrado y explosiva dirección. What else? Una cinta que seguramente no traiga nada nuevo a la viña, pero cuyos premios en la última edición del Festival de Sundance provocan que su estreno llame la atención del enteradillo más a la última. Gómez-Rejón adapta un guion de Jesse Andrews, de diálogos naturales, sin forzar y espíritu libre, que engañan pero no terminan de perturbar y si arquear una leve sonrisa al espectador que se decida a verla. Una película que narra de manera realista el sentir adolescente hacia temas para los que no está preparado y cuya manera de resolverlos resulta más adulta de lo que cabía esperar. ‘Yo, él y Raquel’ sale del circuito más comercial y se sitúa en ese tipo de cine de consumo más secundario, pero con una historia que gustará a público de cualquier índole, estado y formación puesto que hay historias que de tan simples, raras y buenrollistas hacen empatizar con el desinterés inocentemente benevolente que marca la hoja de ruta de Greg y compañía.
Estreno, hoy, viernes 9 de octubre
