BLINDMIRARSE AL ESPEJO PARA SALIR ADELANTE

Espléndida película esta Blind que escribe y dirige el noruego Eskil Vogt, con la que obtuvo el premio a Mejor Guión en el pasado Festival de Sundance y el premio Europa Label en el pasado Festival de Berlín. La cinta narra como Ingrid (Ellen Dorrit Petersen), después de perder la vista en un accidente trivial, se encierra en su apartamento y decide no salir a la calle. Consumida por el miedo, es incapaz de aceptar su nueva condición y su cabeza comienza a retorcer el mundo que recuerda para desfigurarlo y convertirlo en alimento de su decadencia. Y así, su marido Morten (Henrik Rafaelsen) parece ser un sátiro, y Einar (Marius Kolbenstvedt), compañero de universidad de Morten, un adicto al porno online, y la vecina de este último, Elin (Vera Vitali), una mujer solitaria víctima del voyeurismo de Morten; mundos subterráneos que afianzan su desesperanza. Quizás nada de lo enunciado sea cierto, y todo sea producto de la imaginación de una mujer ciega, o quizá haya algo de verdad en lo que cuenta, al fin y al cabo las estratagemas del miedo y la memoria son inescrutables. Pero ese clima de confusión con el que juega la película no da pie a engaños baratos, ya en su inicio lo adelanta, y el espectador puede dejarse llevar con total libertad sin sentirse timado, manteniendo el interés en una narración fantástica salpicada con algunos golpes de humor que consiguen naturalizar el drama latente: la incapacidad de seguir hacia delante.

BLIND

“Blind” es una narración poliédrica que deja de lado la linealidad y la causalidad haciendo gala de recursos puramente cinematográficos, más allá de los heredados por el arte de la escritura, para mostrar cómo una persona que ha perdido la visión sustituye el mundo exterior, medible y observable, por una creación idiosincrática en base a sus deseos y miedos más íntimos. La película, en las antípodas de aquellas otras protagonizadas por personajes que sufren algún tipo de déficit repentino y en donde al espectador, de manera casi inconsciente, se le “obliga” a respirar cierta misericordia y condescendencia para con el personaje, es una obra honesta que trata como igual a la protagonista, característica que no sólo se ha de subrayar sino también alabar y aplaudir. Eskil Vogt, autor del largometraje, crea una metanarración en esta Blind que difumina la línea divisoria entre la realidad circundante y la imaginación de la protagonista en un juego perverso repleto de soledad donde todo parece ser lo que es, o lo que Ingrid quiere que sea, hasta el punto de que los personajes y los espacios se confunden y solapan para provocar eso que pocos autores consiguen y muchos malinterpretan, el extrañamiento. Esa capacidad que emana el cine en mayúsculas siendo a la vez nítido y confuso, y que subyuga al espectador hasta los títulos de crédito final con una protagonista que debe aceptar que se ha quedado ciega desde la falsa seguridad que le proporciona la confortable reclusión de su apartamento. Reitero, puro cine.

Blind se estrena en cines este viernes, 17 de julio

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