LA PUERTA MÁGICA AL JAPÓN MÁS DULCE
La fiebre por la cultura japonesa en Europa es un hecho. Desde los años 90, ese exotismo y atrevimiento que caracteriza a los nipones en todos los ámbitos de su vida, empezó a calar en la seria y poco colorista sociedad europea. Hoy en día, tanto modernos confesos como gente nada seguidora de las tendencias, confiesa sin pudor que es otaku (lector de manga) o se viste con las prendas más explosivas venidas desde el Imperio del Sol Naciente. En medio de esta fiebre por lo oriental, llega a Madrid la primera pastelería 100% japo: Panda by Hattori Hanzō. ¿Quién no ha fantaseado en su infancia con probar los dorayakis que comía Doraemon de forma compulsiva? Pues ahora Panda lo hace posible. Ubicada dentro del restaurante puntero en gastronomía japo de la capital Hattori Hanzō, Panda nos invita a probar todos los dulces típicos de una de las culturas más golosas. Desde anpan, pasando por los archiconocidos dorayakis, todo ello acompañado de un buen té 100% made in Japan. La espectacular carta creada por Borja Garcia, chef y creador del mundo Hattori Hanzō, y materializada por Ricardo Vélez, de la célebre pastelería Moulin Chocolat, y Hanayo Ueta, maestra pastelera del restaurante, nos llevará a través de nuestro paladar a un viaje por una de las culturas más singulares y ancestrales del mundo.
También tendremos la oportunidad de llevarnos un pedacito de la gastronomía nipona a nuestro hogar, ya que podremos adquirir la mayoría de los dulces elaborados en la pastelería, así como una amplia selección de productos venidos desde tierras orientales. Pero no solo eso. No solo de comer va la cosa. Ahora vamos a ser japoneses de adopción y con toda la tradición que esto conlleva. Se impartirán cursos en los que se nos enseñaran las artes de la ceremonia del té y el origami, señas de identidad fundamentales en la cultura del país. Si queréis descubrir todo lo que os ofrece Panda by Hattori Hanzō, no tenéis mas que acercaros a la Calle Desengaño número 11, en pleno centro de Madrid. Allí los dulces más increíbles de nuestros amigos nipones os estarán esperando todos los días de cinco a ocho de la tarde. Poneos vuestros mejores kimonos y vayamos a Panda, la puerta mágica al Japón más dulce.