PASOLINI

EL DIRECTOR ABEL FERRARA NOS HACE VIVIR LOS ÚLTIMOS DÍAS DEL MAESTRO ITALIANO

Con Pier Paolo Pasolini pasa lo mismo que con un disco de Madonna, o lo amas o lo odias. No es que compare al maestro del cine italiano con la diva del pop, también italiana, pero sí que es verdad que tanto con uno como con otra, estos dos perfiles pertenecen al selecto grupo de personas con las que no puede existir el más mínimo término medio. Y ya eso es un tanto significativo. El próximo 2 de noviembre se cumplirán los 40 años desde que el polémico director de cine, escritor y poeta fuera asesinado en la playa de Ostia, antiguo puerto de la antigua Roma localizado en la costa del mar Tirreno. Aniversario que Abel Ferrara homenajea con su particular visión de los últimos días del director en Pasolini, cinta en la que vemos a un Pier Paolo cuyo amor, pasión y compasión por la vida y la sociedad iba más allá de sus sueños estetas y metafísicos. La película aborda al director boloñés en sus últimos días de vida, desde la promoción de Saló o los 120 días de Sodoma hasta su asesinato al pie de las aguas de la playa de Ostia, sin aportar datos nuevos sobre el extraño asesinato, eso sí. Una cinta donde realidad y ficción confieren al personaje de Pasolini, interpretado por un magnífico Willem Dafoe, una profundidad y humanidad impecable y quizá nunca antes valorada. Un relato simple que se deja llevar de manera a veces tumultuosa, otras brillante, por la introspección que se plantea desde la primera escena. Un Pasolini que vive acorde sus principios marxistas e iconoclastas, que evita la política, sabiéndose ampolla militante, cuya armonía  encuentra en el religioso hogar de su madre y la entrega más pasional (y homosexual), en los encuentros furtivos con los ragazzi romanos callejeros. Un talento más allá de una orgía filmada con todo lujo de detalles que refleja lo subversivo de su carácter, allá por los años 70, y que de no haber sido asesinado mantendría aún en jaque al pueblo italiano, a la sociedad en general y a quienes intentaran vendernos la mercantilización y estandarización de la cultura, la perversión social y sexual o la carencia de principios en un mundo que no ansía la redención, como algo no tan malo y de manera despreocupada. Un fantástico biopic que no cumple coma por coma lo que el género le pide a un director y es que ¿acaso le hemos pedido a Ferrara alguna vez que no sea visceral, traumático y brusco? Pasolini es sin duda una cinta que no gustará a todos, que en ningún caso lo pretende, pero que a quien le interese o conozca la obra del neorrealista, gustará tanto o más que la interpretación de Dafoe que no cede al fantasma y poder del personaje, sino que confiere unos rasgos más turbulentamente proféticos a aquel que parafraseando a Tolstói, hizo suya la frase: “El pueblo es un gran salvaje en el seno de la sociedad”. Premonitorio.

Hoy, 19 de marzo, ESTRENO.

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