PREDICANDO LA IGUALDAD
Largometraje ganador del Oscar a Mejor Canción por “Glory”, Selma narra la lucha pacífica contra la segregación y en pro de los derechos civiles y libertades de la población negra en la América de mediados de los 60´centrada en la figura del pastor bautista Martin Luther King. La película, reivindicativa en su discurso y sin embargo acomodaticia en su forma, cuenta cómo se gestó una marcha simbólica que posteriormente pasó a ser un capítulo crucial en la historia moderna en la sociedad norteamericana y paradigma de la lucha por la igualdad racial. Encabezada por Martin Luther King (David Oyelowo), esta marcha parte desde la localidad de Selma hacia Montgomery, capital del estado de Alabama, en favor de una población negra marginada, vejada y ninguneada por la sociedad blanca sureña y por las autoridades competentes de la zona, desde el sheriff hasta el gobernador de Alabama, George Wallace (Tim Roth), pasando por el propio presidente de los Estados Unidos, Lyndon B. Johnson, interpretado por el estupendo actor inglés Tom Wilkinson.
En la estratégica Selma, elegida como punto de partida de la protesta por razones varias (el trabajo de las asociaciones locales, la constante vulneración de los derechos básicos de su ciudadanía negra, y por el racismo imperante en las instituciones gubernamentales), se reúnen, bajo el liderazgo de Martin Luther King quien insufla a la marcha la relevancia mediática y el peso específico de todo un Premio Nobel de la Paz, distintos líderes religiosos, las mencionadas asociaciones locales y los innumerables héroes anónimos, sin cuyo apoyo se condena a la sociedad al status quo, para concentrar sus esfuerzos en un único objetivo: promulgar una Ley de Derecho al Voto en pos de la igualdad democrática. Selma, producida por Cristian Colson, Brad Pitt y Oprah Winfrey, quien se reserva un pequeño y significativo papel en la historia, es un biopic disimulado que se apoya en exceso en la fuerza de las palabras del señor Martin Luther King con una realización plana que no está a la altura de los grandilocuentes discursos del Nobel. Más allá del trabajo de su reparto y los pedagógicos acontecimientos históricos que muestra, la película no consigue interesar ni emocionar, a pesar de la insistencia de su directora en el uso sentimental y efectista de recursos narrativos, lícitos aunque no compartidos por un servidor.
La cinta carece de la tensión narrativa adecuada para el relato de una lucha y de un hombre a su mando. Martin Luther King se presenta como mito, al que se pliega un redimido Malcom X, y aunque se deja entrever algunas dudas en el protagonista con la intención de humanizarlo, casi anecdóticas por su escasa importancia en su tratamiento, la película parece ser más un homenaje al señor Martin Luther King. Una lástima que la cinta se haya quedado en un retrato sensiblero y maniqueo de tan sobresaliente líder y su encomiable lucha por los derechos civiles.
Selma se estrena hoy, 6 de marzo, en cines
