JOËL VANHOEBROUCK DEBUTA EL DÍA DE SAN VALENTÍN
Para qué negarlo, las películas corales nos gustan sobremanera y si tienen una mezcla de comedia y drama, el entretenimiento es asegurado. Brasserie Romantic, primera cinta del director belga Joël Vanhoebrouck, llega con 3 años de retraso a la pantalla grande pero como una ligera brisa en la cartelera actual. Una comedia belga con tintes dramáticos que en 100 minutos nos reserva mesa preferente en la Brasserie Romantic de Pascaline y Angelo, hermanos que intentando remontar el negocio familiar, ya preparan su noche de San Valentín con el menú más sofisticado. Una excusa perfecta para Vanhoebrouck y su particular interés en radiografiar al ser humano y sus tópicos frente al amor, el desamor, la venganza o la desesperación. Una película que desde primer plato a postre mantiene su naturalidad y ligereza, sin caer en ningún caso en el aburrimiento y haciendo disfrutar a un público que lo que quiere es desconectar un rato del frío invierno. Protagonizada por Sara de Roo (Pascaline), Axel Daeseleire (Angelo), Filip Peeters (Paul) y Koen de Bouw (Frank), en los papeles principales, Brasserie Romantic transcurre dinámica y sin sorpresas mientras que la cámara trata de captar las diferentes historias que las parejas presentes cuentan sin tapujos. Una nave bien dirigida y que surcando los diferentes platos, a través de una pegadiza banda sonora firmada por Tuur Florizoone, nos lleva a hacer autocrítica del estado sentimental con el que llegamos a la butaca y las ganas de llamar a nuestro amante de turno para invitarlo a cenar, antes incluso de que acaben los títulos de crédito. Una cinta a la que no se puede pedir más de lo que no se ofrece, pero que se presenta como atípico film para aquellos que quieren celebrar su finde de San Valentín con bien de amor y menos sombras de féminas entregadas al placer más sadomaso. ¡Disfruten del menú!
