PATRICIA ATZURFoto: Lídia Juvanteny

Patricia Atzur, un “sketchbook” a medio terminar
Un cuaderno de notas en blanco por rellenar. Como recurso para ello, el talento e imaginación inagotables de una joven artista barcelonesa, que hace un año decidió trasladarse a Londres para formarse, apostando ciegamente por su gran pasión: la Fotografía. Patricia Atzur se ha propuesto llevar a cabo la tan recurrente como complicada tarea de capturar la esencia de la existencia a través de instantes inmortalizados y embalsamados a lo largo del tiempo. Una simbiosis de ilustraciones y retratos, creados a través de un proceso lleno de bocetos cambiantes, ha sido el resultado. Obras realizadas por un espíritu inquieto, capaz de recrear realidades paralelas que esconden entre sus sombras, formas y colores significados ocultos que descifrar. Representaciones insertas en un universo propio, tan solo susceptibles a ser desentrañadas tras tomar contacto directo con su autora.

PATRICIA ATZURFoto: Lídia Juvanteny

PATRICIA ATZURFoto: Lídia Juvanteny

Pese a que sabemos que tu madre te transmitió desde pequeña su gran afición hacia la Fotografía, ¿qué más te hizo decantarte por el arte como profesión y casi podríamos decir que como forma de vida?
En realidad nunca fue mi planteamiento inicial dedicarme a esta disciplina, puesto que siempre focalizaba más mi visión de futuro hacia aquellos estudios superiores considerados más densos tradicionalmente. Aún así, ya en el momento de escoger modalidad de Bachillerato había ido descubriendo que lo que realmente me llenaba tenía que ir necesariamente ligado al Arte. En un principio pensé en estudiar diseño gráfico o de moda, pero de repente me di cuenta de que la Fotografía era algo tan apegado a mi vida desde hacía tanto tiempo -tuve mi primera cámara con seis años- que no habría nada mejor que emplear en ella todo mi esfuerzo e ilusión.
¿Qué tipo de cámara y procedimientos prefieres para realizar tus fotografías?
Todavía me considero en fase de desarrollo y experimentación, pero ya tengo muy claras decisiones como la de cuándo me apetece usar mi DSLR o tirar de carrete. Por ejemplo, si se trata de acontecimientos como fiestas en las calles o conciertos masivos prefiero llevarme mi Nikon 100 AF -una analógica compacta de los noventa que me permite captar los momentos salvajes sin arriesgar a quedarme sin cámara-, mientras que para proyectos más planificados acostumbro a emplear el digital, con el objetivo de economizar y poder jugar más con programas de edición en el proceso de postproducción.

PATRICIA ATZUR

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¿Cómo definirías tu estilo?
La verdad es que no sé muy bien cuál es mi estilo aún, aunque sí es cierto que últimamente me llaman mucho las líneas obsesivamente paralelas y perpendiculares, así como siempre me he decantado por los tonos azulados. Me gusta mucho desarrollar ideas y proyectos, pero también disfruto un montón saliendo con mis cámaras a tomar fotos de lo que me rodea de forma espontánea.
¿Por qué motivo decidiste estudiar en Londres? ¿Crees que, con el panorama actual, hay que salir de España para forjarse un buen futuro?
La verdad es que la principal razón por la que decidí “escampar la boira”, como decimos en Barcelona, fue el hecho de no encontrar un Grado de Fotografía que encajara con el tipo de educación que quería recibir. Parece mentira que en nuestro país no exista la posibilidad de poder estudiar esta bonita disciplina a nivel oficial, mientras que en ciudades europeas como Londres es una carrera como cualquier otra. Después de mi primer año estudiando en el London College of Communication he abierto los ojos -y la mente- en muchos aspectos, ya que he tenido la oportunidad de conocer a gente muy diversa, enriqueciéndome con nuevas culturas y vivencias. A su vez, he tenido la posibilidad de asistir a interesantes y ricas exposiciones, conciertos y proyecciones, en una ciudad, desde mi punto de vista, siempre cambiante. En suma, nunca se sabe dónde pueden irle las cosas mejor a uno, pero lo que está claro es que la cultura no es el principal motor de este país, ni de lejos.
En la capital inglesa ha surgido “The Rocket”, ¿qué nos puedes contar sobre éste, tu último proyecto?
“The Rocket” es una iniciativa que intenta captar el día a día en una barbería de Hackney. La idea inicial no se centraba tanto en un establecimiento en concreto, ya que lo que me llevó por este camino de investigación fue la fascinación que fui desarrollando a lo largo de todo un año por las “barber poles” y aquellos cilindros de neón blanqui-rojos que giran y giran sin parar en sus fachadas. Después de pasar unos días en la de este municipio en concreto, ambientada al más puro estilo “rockabilly”, mientras conocía y fotografiaba a sus “owners”, me encontré sumergida en un mar de fotografías documentales de tatuajes, pelos y barbas. Llegados a este punto, me di cuenta de que había pasado tantas horas ahí que en las imágenes se veía el cambio de luz del transcurso del día, así como que varias de ellas se veían reforzadas a la perfección cuando se las emparejaba. De este modo, acabé por crear una serie de dípticos que reflejaran todas aquellas particularidades de este auténtico lugar.

PATRICIA ATZUR

¿Qué te inspira a la hora de planificar y llevar a cabo tus obras?
Soy una persona muy curiosa y en todo momento me fijo mucho en todo aquello que pasa a mi alrededor. Algo que me ayuda muchísimo es ver cine y leer acerca del comportamiento humano y de todos sus trastornos e irregularidades. Para mí la clave está en moverse mucho y ver, ver, ver; me encanta viajar y descubrir lugares pintorescos y con mucho carácter, como, por ejemplo, el Gótico en Barcelona y sus rincones escondidos o como la Plaza de Sant Felip Neri.
Siguiendo en la línea de la planificación, ¿cómo definirías tus famosos “sketchbooks” o diarios creativos?
Mis “sketchbooks” -o “blocks” de notas- son una mezcla de ideas, resúmenes de películas, exposiciones, alguna que otra ilustración, pruebas… Aunque paradójicamente, dentro de su heterogeneidad, acaban siendo unos cuadernillos bastante ordenados, o al menos eso me parece a mí. Pese a que me de un poco de vergüenza reconocerlo no hace tanto que empecé a utilizarlos, pero ahora me parecen imprescindiblemente útiles a la hora de trabajar en un proyecto en concreto, ya que son documentos que te permiten ampliar conceptos y experimentación, a la vez que ayudan a hacer que ambas partes -esenciales en toda obra artística- se encuentren y equilibren.

PATRICIA ATZUR

Puesto que la mayoría de tus fotografías son imágenes captadas de la vida cotidiana, ¿crees que se puede captar la belleza de momentos ordinarios y mundanales, en los que apenas nadie repararía conscientemente?
En mi opinión, no se trata sólo de crear belleza, sino de satisfacer la necesidad de atrapar momentos que veo y quiero conservar; muchas veces por qué resultan bellos y otras por el concepto que pueda desprenderse de ellos. De todos modos, nuestra rutina diaria está llena de momentos bellos, aunque muchas veces no dispongamos del tiempo y la tranquilidad necesarios para pararnos a observarlos. A pesar de que haya gente que pueda no tener interés por el mundo de la imagen, es importante aprender a apreciar y a fijarnos en los pequeños detalles que hacen especiales situaciones rutinarias que podrían resultar sumamente aburridas.
¿Admiras a algún artista en especial, que puedas tomar o hayas tomado ya como referencia o ejemplo a seguir?
La verdad es que no tengo a un único artista que me haya inspirado desde siempre y para siempre, pero sí me gusta tomar como referencia aquello que me llama la atención de un artista determinado. Por ejemplo, hace relativamente poco fui al National History Museum de Londres y visité la exposición temporal Genesis, que recogía fotografías de Sebastiao Salgado, las cuales encuadraban el mundo natural y el impacto que tiene el ser humano sobre él. A pesar de parecer un tema controvertido que podría llevarnos a cierta tipología de imágenes, él retrató en su impecable blanco y negro momentos épicos que nos remiten a la magnitud de la naturaleza, así como a poblaciones remotas con sus gentes y particularidades. Lo que me impacta mucho de este autor es su capacidad de magnificar y elevar sus imágenes documentales a un nivel de belleza tan elevado, animándome a buscar un efecto parecido a la hora de utilizar este registro de color.

PATRICIA ATZUR

Y para poner punto -y seguido- a este esbozo que hemos ido construyendo sobre tu obra y su significado, ¿qué podrías decirnos acerca de los próximos proyectos y aspiraciones de Patricia Atzur?
Aunque ahora me estoy tomando unos días de vacaciones en Barcelona con los míos, tengo en mente un nuevo proyecto que incluye postales rococó de los 80 y fotografías de la isla de Mallorca, la cual visité hace poco. En cuanto a mis aspiraciones, algo que creo esencial de cara a septiembre, cuando vuelva a Londres, es encontrar algún fotógrafo que necesite asistente y mostrarme candidata, puesto que no se nace con todo aprendido y aún considero que tengo que madurar y crecer mucho a nivel profesional.

Entrevista: Nieves Muñoz