PON UN DELFÍN EN TU VIDAEL EFECTO DELFÍN, UN DÍA EN EL SEAWORLD DE SAN DIEGO

Hay varias teorías sobre la relación que existe entre delfines y personas. A veces causa controversia, ya que en muchas ocasiones estos animales son retenidos en cautividad. En ocasiones la caza de este animal ha llegado al extremo de ponerles en peligro de extinción. Por suerte, existe una gran lucha contra esta amenaza y por lo general los delfines son venerados por todos nosotros. Para el éxito de la conservación de especies como esta es necesario un conocimiento público de la especie. Hoy en día es difícil poder ver delfines en su hábitat salvaje o interactuar con ellos, pero gracias a parques como SeaWorld en USA millones de personas tienen esta oportunidad. En la historia del hombre en muchas ocasiones han estado a punto de extinguirse especies, pero gracias a la cautividad, difusión y reconocimiento de esta, se ha podido hacer eco del peligro y salvarla en muchas ocasiones. Un ejemplo: hasta 1964 y 1965, años en los que se cautivaron las primeras orcas, pescadores y cazadores arrasaron con dicho animal, ya que se comían su posible pesca. Pero una vez que la orca estuvo cautiva se desató un interés popular por la especie, lo que generó el consiguiente soporte y conservación. Y gracias a ello hoy podemos desarrollar la cría en cautividad con el éxito del nacimiento de nuevas orcas y delfines.

PON UN DELFÍN EN TU VIDA

El SeaWorld de San Diego es el primer parque acuático de la historia. Abrió sus puertas en 1964. Algunos sectores han querido involucrar al parque con la caza y el maltrato a los animales, algo que lógicamente el parque niega. La controversia surgió del documental “The Cove”, ganador del Oscar en 2010, así como premio de la Audiencia en Sundance, donde se analiza la cultura japonesa relacionada con la caza de delfines. Algunos zoos, parques y acuarios quedaron expuestos, ya que la masa popular confundió dichas cazas con la labor que se desarrolla en estos parques de high-standing. Y claro, sería perfecto que estos parques tuvieran la fuerza de contrarrestar estas actividades y luchar para acabar con este tipo de cazas, pero no es una labor fácil. En propias palabras del responsable del parque, Fred Jacobs: “SeaWorld no hace ningún tipo de compras en cazas y el 80% de los mamíferos marítimos de nuestros parques nace y se cría en nuestros parques.” Del mismo modo se ha expuesto varias ocasiones que ningún animal en Seaworld es forzado a hacer nada que no hiciera en su habitat natural, poniendo el gracioso ejemplo de un elefante haciendo el pino, mientras que para delfines y ballenas saltar y salpicar es algo normal para ellos. En cualquier caso hay que destacar que durante 40 años Seaworld ha desarrollado un programa de rescate y rehabilitación de animales consiguiendo ser probablemente el programa más respetado del mundo en este tipo. Puedes echar un vistazo a su Fundación aquí. Delfines, tortugas, ballenas, diferentes especies de peces, etc. Animales heridos devueltos a su habitat natural bajo un programa de médicos veterinarios encargados de cuidar de estos animales. Algunos de ellos se ponen a prueba bajo el criterio de los veterinarios y con la aprobación del Gobierno Federal para saber si tras el proceso de cura son o no aptos para ser devueltos a la vida salvaje.

PON UN DELFÍN EN TU VIDA

Pero sin querer extendernos más en ninguna controversia, al fin y al cabo Seaworld desarrolla una labor de apoyo y entrenamiento, lo que sí nos gustaría indagar es en la relación entre delfines y humanos ¿es cierto que la interacción con delfines es una terapia? Pues tras la experiencia en Seaworld, yo lo afirmaría. En numerosos casos se ha podido comprobar que esto es cierto. A principio de los 70 el Dr Betsy Smith, un antropólogo, se dio cuenta de los efectos terapéuticos que la interacción con delfines ocasionó en su hermano discapacitado. Esta terapia consiste en incrementar la actividad sensorial. Y así se ha desarrollado en el Dolphin Human Therapy Center de Florida. Milagros y timos aparte (nadar con delfines no es la resurrección de Lázaro), científicamente existen mucha dudas aún, pero sí se ha demostrado que dicha interacción genera un cambio de humor y relajación en el individuo. En pocas palabras, genera buen rollo, ya que activa nuestros sentimientos y emociones. Como si a un perrito le ríes las monadas, pero más sofisticado. Al parecer el delfín tiene la capacidad de encontrar traumas físicos y motivar a la persona a que usen y desarrollen esa parte. Por otro lado el delfín tiene un sónar interno natural con el que emite ondas de ultrasonido para localizar cosas y comunicarse. Esto se llama “echolocalización”. En teoría estas ondas son las que llegan al cerebro humano para alterar las ondas cerebrales del individuo. Por lo visto esto genera que el lado derecho e izquierdo de nuestro cerebro se sincronicen, lo que significa un estado neurológico no habitual, pero que produce que tengas mayor sentido sensorial, conocimiento y mayor capacidad de aprendizaje. Un subidón neuronal. SeaWorld, a parte de los delfines cuenta con orcas, ballenas Beluga, osos Polares, tiburones y pingüinos como plato principal. Así como su atracción Wild Arctic ¿Te atreverías a meterte en el agua con un tiburón? En el Shark Encounter puedes hacerlo a través de un tubo por el que te deslizas para meterte en el tanque sólo con el tiburón. Únicamente apto para valientes.

Mas información:
SeaWorld San Diego
500 Sea World Drive, San Diego, CA 92109
http://seaworld.com