Los graffitis invaden la galería Helenbeck
La cultura posmoderna es lo que tiene. Que lo acaba institucionalizando casi todo. Por eso no resulta tan extraño leer el subtítulo de esta exposición en la galería parisina Helenbeck (New York Graffiti Art 60’s-90´s) como si se tratase de una retrospectiva de Bacon o Warhol. Suena a “De Kooning, obras de juventud”. En realidad se trata de una exposición conjunta que reúne a cinco de los más reconocidos graffiteros de Nueva York.
La leyenda cuenta que en 1971, el New York Times publicó un artículo contando la historia de un joven de 17 años que escribía en el metro de la Gran Manzana “Taki 183” (su nombre y el número de su calle). Poco a poco los vagones del metro norteamericano se fueron llenando de nombres codificados y dieron pie a lo que más tarde se conocería como graffiti. Un éxito social que ha llevado a los artistas más representativos de este movimiento de los muros de la ciudad a las paredes de los centros de arte.
En la galería Helenbeck, se han dado cita las obras irónicas y trabajadas, inspiradas por el cómic, de Quick y Crash, los graffitis más abstractos de Jonone, las letras pop de Blade y el trabajo más complejo de Sharp.
Una exposición que se reparte entre las dos galerías Helenbeck, de Paris y Niza, y la recién reformada galería Gismondi de la capital francesa.
Hasta el 31 de enero. Galería Helenbeck. 17, rue des Beaux Arts. Paris