Estructuras de poder cuestionadas. Desvelamientos de formas de control. Compromiso político y sentido del humor por partes iguales. La primera exposición individual del artista turco Halil Altindere la presenta el CA2M de Móstoles.
“No hacer cine político sino cine políticamente”, esta declaración de Godard que parece no sólo no vencer sino conducir toda revisión sobre los alcances políticos del arte, resulta próxima al trabajo del artista turco Halil Altindere. Los entramados ideológicos y los desarrollos de la sociedad turca en general son la base estructural del artista sobre la que proyecta todo tipo de instancias reflexivas. A pesar del estatus de síntesis que sus obras alcanzan, las lecturas que estas proyectan en el interior de su comunidad nunca concluyen del todo. A través de un lenguaje artístico caracterizado por la frontalidad y por la utilización de las imágenes, los objetos y las narraciones de su propio contexto, Halil Altindere cuestiona los diversos posicionamientos estatales así como los ritos y costumbres que alimentan la tradición. Sus modalidades de acción directa recurren al sentido del humor para auspiciar todo tipo de insurrección discursiva y replanteo normativo. Un puente entre la ironía y la comicidad que permite descubrir los objetos y los recursos que la autoridad utiliza para establecer sus pautas. Objetos capaces de tolerar la conversión escultórica y el ensanche discursivo, como el libro de Karl Marx “El Capital: crítica de la economía política” en cuyo interior descubrimos el hueco para guardar un arma de fuego (Das Kapital). O la cámara telescópica instalada en Taksim, una de las plazas más importantes de Estambul, utilizada como herramienta de control, que el artista decide duplicar, pero en vez de hacerlo en el metal apagado del original lo hace en material brillante, a fin de individualizar al objeto. El potencial irónico parece aumentar en sus fotografías y videos donde un hombre vestido de traje hace surf en un embalse sobre una tabla de planchar (Oracle). Entre la utilización pop de los objetos culturales y cautivadores y la implantación del sentido del humor y la mordacidad poética heredada del movimiento Fluxus, Halil Altındere nos descubre las tensiones históricas, políticas y sociales de su contexto. Por ello la exposición nos permite descubrir junto a sus obras su actividad como portavoz del arte contemporáneo turco, a través de una selección de las publicaciones que ha editado y de documentación sobre los proyectos en los que ha participado como mediador y comisario.
Hasta el 03 junio
Centro de Arte Dos de Mayo
Avda. Constitución 23, Móstoles, Madrid
