La película Ruido, de la debutante Ingride Santos, competirá en la Sección Oficial del Festival de Málaga.
Ruido está inspirada en la cultura del freestyle urbano, es la ópera prima de Ingride Santos, la cineasta fue nominada al Goya al Mejor Cortometraje de Ficción en 2021 por Beef. Competirá en la Sección Oficial del Festival de Málaga.
La Sección Oficial del Festival de Málaga acogerá el estreno de Ruido, el debut en el largometraje de Ingride Santos. Protagonizada por dos actrices no profesionales, Latifa Drame y Judith Alvarez Vargas, seleccionadas tras realizar más de 100 entrevistas a raperas, raperos, managers, organizadores de batallas y speakers; las acompaña en el reparto la actriz y cómica Asaari Bibang.
De que va Ruido
Lati encontró refugio en el rap tras la muerte de su padre. Dos años después, sueña con triunfar en el mundo de las batallas de freestyle. Sin embargo, su madre, una mujer rigurosa, no tolera esa vocación al considerarla peligrosa y vulgar. Lati entrenará a escondidas con Judy. Una antigua promesa del freestyle que la ayudará a enfrentarse a sus propios límites, descubriendo que la verdadera batalla no se libra solo en el escenario, sino también en su interior.
Ingride Santos fue nominada al mejor cortometraje de ficción en 2021 por Beef. En él, ya aparecían algunos de los temas en los que se adentra su debut en el largometraje.
Tras más de 4 años asistiendo a peleas de gallos en la ciudad de Barcelona y alrededores e investigando sobre el mundo del freestyle, Ingride quiere con Ruido representar a una gran parte de la sociedad. Especialmente a una juventud que a través de la palabra y de la música urbana abordan los temas que preocupan a la sociedad hoy en día.
En sus palabras “Como directora, quería mostrar un contexto más pequeño y fresco para volver a los temas de siempre: el desarraigo, la identidad, qué significa triunfar, ser uno mismo y encontrar tu voz. Ruido quiere capturar la vida en las calles de Barcelona y sus alrededores. Epicentros de la música urbana en España, en la que los raperos que hacen freestyle se han convertido en una especie de guardianes contemporáneos de la palabra. Pocos gremios cuidan tanto la palabra como ellos, que innovan, renuevan y se atreven con una audacia que no se encuentra en otros géneros.”