ENTREVISTAMOS A JOE CREPÚSCULO

“HAY QUE SALIR A LA CALLE A BAILAR PARA DEMOSTRAR NUESTRO DESACUERDO CON LO QUE PASA EN LA SOCIEDAD”

Joe Crepúsculo es un tipo peculiar. En tan solo cinco años ha creado un personaje atípico pero con un punto folklórico, con un sonido personal bien definido en el que prima el pop desinhibido, el casticismo lírico y su voz, que puede generar cierto rechazo al principio pero acaba siendo hipnótica. Hoy, 20 de marzo, lanza su sexto álbum, “Baile de Magos” (Mushroom Pillow), en el que, de nuevo junto a Sergio Pegasvs, adapta su estilo hacia una electrónica lúdica y, como él denomina, máquina. Charlamos con él sobre el nuevo disco y sus contestaciones denotan que, de crepúsculo, solo tiene el nombre.


Tus discos anteriores mantenían una línea bastante homogénea dentro de la heterodoxia. ¿Es “Baile de Magos” el paso lógico para evitar el encasillamiento, la rutina, la previsibilidad? Realmente era el paso que me pedía el cuerpo, me imagino que porque en “El Caldero” no había ninguna canción máquina y uno necesita siempre girar un poco la tortilla para no aburrirse y no aburrir a los demás. A lo largo de los años he intentado hacer con los discos nuevos todo lo contrario a los anteriores.

Como en otros trabajos, Sergio Pérez te ha acompañado en la producción. ¿Cómo habéis trabajado esta vez para alcanzar un resultado distinto? Sergio, además de ocuparse de las mezclas, sustituyó todos los bombos y bajos del disco por sonidos muchos más analógicos y potentes. Poder trabajar con él es una gozada, porque además de que queda todo muy bien, también aprendo mucho.

En “Baile de Magos” hay ecos de la música de baile que se ha hecho en España. ¿Cuáles han sido los espejos en los que os habéis mirado durante la grabación? La verdad es que me he fijado mucho más en la electrónica que se hace ahora, del electro y el dubstep, porque quería que tuviera un poco de esa contundencia. Lo añejo ya está como referente, pero en cuanto a sonido no nos interesaba.

En el clip de prensa habla de que el disco, grabado en Mallorca, “busca la complicidad de Ibiza”. No parece una descripción muy ambiciosa musicalmente. Para nada, la música electrónica balear es tan ambiciosa como cualquier estilo electrónico, no entiendo esa jerarquía de la que se suele hablar. ¿Qué habría pues en el punto más alto?

Una versión, la participación en un vídeo y ahora la colaboración en el tema ‘Leyenda’. Seguro que hay quien se pregunta qué relación mantienes con Lourdes “Russian Red” Hernández. A nosotros eso no nos interesa, pero sí queremos saber si lo que ella aporta es el tono y la pausa que da sensibilidad y profundidad no solo a esa canción, sino al álbum completo. ‘Leyenda’ se hizo ya pensando en que sería cantada por Lourdes y tal vez una voz femenina en el disco deje respirar un poco sí, con mi voz vociferando todo el rato, seguro que es un alivio para los que no les gusta mi cantar. Yo, por mí parte, estoy muy contento con el resultado y espero que se baile mucho.

Volviendo sobre el tema de la música de baile que se ha compuesto en España, ¿no es contradictorio que en un pueblo tan dado a la fiesta y la diversión, grabar música para bailar todavía sea algo minoritario? No sé si es tan minoritario, pero sí que hay mucha gente que la hace y mucho público que la baila. No sé tampoco si hay algún aspecto que rija los comportamientos de los hacedores a la hora de salir hacia fuera o quedarse detrás de nombres raros con números y cosas así.

Y sin embargo, ¿crees que bailar se está convirtiendo en algo necesario, en una actitud de resistencia ante un panorama cada vez más sombrío, que nos conduce a un pesimismo insoportable? Creo que los mediterráneos siempre hemos sido una cultura muy bailonga. Es bueno airearse, pero sobre todo creo lo suyo es salir a la calle para manifestarse y bailar en la calle para demostrar cuando no estamos de acuerdo con lo que pasa en nuestra sociedad. Quería hacer un disco de baile político, pero no sé muy bien si lo he logrado.

En la portada, tres muchachos aparecen enfrascados en sus móviles, aislados unos de otros pese a estar juntos. ¿Es una mirada irónica hacia un dispositivo que, pese a ser vendido como el medio para estar en contacto con nuestra gente, parece estar suplantando el contacto humano directo? Quería que por un lado la portada fuera un símbolo de nuestro presente más actual pero a la vez que fuera icónica. Toni Amengual y Tanit Plana fueron los fotógrafos que la llevaron a cabo y decidieron hacerlo en la Plaza San Felip Neri, donde precisamente hace poco se cumplieron 75 años del bombardeo que mató a una treintena de niños durante la Guerra Civil española.

¿Qué podemos esperar de la presentación en directo de “Baile de Magos”? ¿Una fiesta a la altura del enfoque del disco? Estamos preparando con Sergio un directo muy potente, ha dejado la guitarra y nos estamos centrando en los sintes y samplers, queremos que sea algo que suene muy bien y que haga bailar mucho a la gente.

Apenas ha pasado un año entre tu anterior trabajo y este. ¿Cuáles son tus planes inmediatos, conciertos aparte? ¿Seguir componiendo y grabando para mantener este ritmo de publicación? Espero no ponerme a pensar en un disco nuevo durante los siguientes meses, pero como sé que me costará mucho estar sin hacer una canción nueva, seguro que me tenéis dando la tabarra muy pronto.
 
Por cierto, ¿cuál ha sido el destino final de la imagen y medallita de Benedicto XVI sobre la que pedías opinión hace unos días en Twitter? La he puesto en la estantería de las piedras. Me gusta mucho coleccionar piedras, minerales y cuarzos y de momento Ratzinger se ha quedado como guardián hasta que me canse y lo tire por el water.

Joe Crepúsculo presentará “Baile de Magos” en Barcelona, en la Sala Sidecar, el próximo 13 de abril