Dar El Farina, el trabajo experimental de Leopold Banchini

En el trabajo de Leopold Banchini hay una arquitectura audaz y experimental que combina sensibilidad contextual con soluciones contemporáneas. Su último proyecto Dar El Farina es un claro ejemplo

El enfoque de Leopold Banchini  se centra en la integración de los proyectos con el entorno natural y cultural, explorando el minimalismo, la funcionalidad y la conexión entre tradición y modernidad. Con un fuerte énfasis en la sostenibilidad y el uso inteligente de los recursos, sus diseños desafían convenciones y destacan por su capacidad de reinterpretar espacios con creatividad y precisión técnica. Su trabajo Dar El Farina es un proyecto singular, que nos sorprende por su austeridad y conexión con la arquitectura vernácula local.

Dar El Farina, el trabajo experimental de Leopold Banchini

Un presupuesto muy ajustado y solo un año para llevarlo a cabo

Un trabajo lleno de personalidad y muy experimental, como es habitual en trabajo el arquitecto Leopold Banchini (Ginebra, 1981). Un presupuesto muy ajustado y solo un año han sido necesarios para hacerlo realidad. Se trata de una casa rural de diseño lineal que ocupa 500 m², de los cuales únicamente 120 m² corresponden a espacios cerrados. La vivienda se sitúa en un terreno desértico de 20.000 m², atravesado por dos infraestructuras históricas que aportan un carácter único al lugar.

Dar El Farina, el trabajo experimental de Leopold Banchini

El agua es mayormente invisible, pero es clave en Dar El Farina

La primera es un mesref, un pequeño canal de agua que se llena unas pocas veces al año para uso agrícola, alimentado por una compleja red de canales provenientes del Alto Atlas. La segunda es una khetara, una galería subterránea de drenaje construida hace más de mil años por los almorávides, diseñada para transportar agua desde fuentes subterráneas lejanas hasta Marrakech.

Aunque el agua es mayormente invisible en este paisaje árido, su presencia es fundamental para la historia y la vida en la región. Durante siglos, los habitantes han domesticado la llanura mediante sistemas de irrigación y la división de los campos con interminables muros de tierra compactada. Esta tradición se mantiene viva en este entorno rural, cuyo pueblo más cercano es Douar El Berrada.

Dar El Farina, el trabajo experimental de Leopold Banchini

Leopold Banchini evita las nociones preconcebidas o tradicionales de domesticidad

El proyecto se centró en la creación de una casa familiar económica y autosostenible, con un fuerte énfasis en los espacios exteriores y el jardín. La vivienda no cuenta con conexión a la red eléctrica y se abastece mediante un pequeño sistema de placas fotovoltaicas, reforzando su carácter autosuficiente. “La casa evita las nociones preconcebidas o tradicionales de domesticidad. Puede recordarnos que el mobiliario estandarizado es una idea muy eurocentrista. Las arquitecturas locales suelen utilizar el suelo como una superficie multifuncional. Sin embargo, el proyecto no se limita a los ‘elementos más básicos’ y es, en muchos aspectos, generoso o incluso lujoso”, explica Banchini.

Más que un simple edificio, el proyecto se presenta como una sólida muralla que atraviesa el terreno, protegiendo un jardín exuberante del entorno árido que lo rodea. Su diseño longitudinal toma inspiración de la llanura agrícola circundante: un paisaje plano y seco, definido por largas estructuras lineales, como los interminables muros de tierra compactada que delimitan los campos y los canales de agua que los nutren.

Dar El Farina, el trabajo experimental de Leopold Banchini

La vivienda encierra una sucesión de habitaciones 

La vivienda está formada por dos robustos muros paralelos de tierra compactada que definen el espacio doméstico y encierran una sucesión de habitaciones, patios y estanques. Sobre estos muros descansa una losa de hormigón encofrada in situ, que incorpora diversos lucernarios cuidadosamente diseñados. Estas aberturas cenitales están revestidas con coloridos azulejos.

El vidriado artesanal de los azulejos colorea los rayos del sol que atraviesan la cubierta, generando un juego de reflejos dinámicos que interactuar sobre las superficies de agua. Los gruesos muros de tierra, combinados con la luz natural controlada, los estanques y la vegetación, crean un microclima fresco y confortable. Este equilibrio entre sombra, frescura y luminosidad convierte el espacio en un refugio apacible en medio del paisaje desértico.

Dar El Farina, el trabajo experimental de Leopold Banchini

El estanque principal está diseñado para nadar, mientras que la mayoría de los demás espacios carecen de una función definida

Dar El Farina presenta un programa que incluye dos dormitorios, ubicados en extremos opuestos, y una sala de estar central que actúa como núcleo de la vivienda. Los espacios restantes son patios semiabiertos que integran diversos elementos acuáticos de distintos tamaños y profundidades. El estanque principal está diseñado para nadar, mientras que la mayoría de los demás espacios carecen de una función definida, fomentando la flexibilidad en su uso.

Amplias puertas pivotantes, formadas por delgadas láminas de acero galvanizado, permiten modular la conexión entre los diferentes espacios, difuminando el límite entre interior y exterior. Solo los dos dormitorios y la sala de estar pueden cerrarse por completo. Todos los demás tragaluces están abiertos al cielo. La estructura habitable, en constante transformación, reinterpreta y actualiza la tipología ancestral e introspectiva de la casa patio, adaptándola a un enfoque contemporáneo.

Dar El Farina, el trabajo experimental de Leopold Banchini

Dar El Farina no solo reinterpreta la arquitectura tradicional, sino que también celebra la conexión con el entorno natural

El jardín, una pieza fundamental del diseño, está compuesto principalmente por árboles frutales, entre los que se encuentran olivos, palmeras datileras, cítricos, higueras y granados, contribuyendo a la riqueza sensorial y al carácter autosuficiente del entorno.

Los muros de la casa y del jardín están hechos de tierra compactada. Es una técnica tradicional aún común en las zonas rurales de Marruecos. El suelo está cubierto con bejmat, baldosas de terracota sin esmaltar que dan calidez y textura. Las aberturas del techo llevan zellige, baldosas de terracota esmaltada. Ambas se elaboran artesanalmente en un pueblo cercano.

“El estanque redondo actúa como la puerta de entrada a la casa y es el único elemento que sobresale del muro. Reflejando el cielo y el intenso sol, amplifica la transición hacia el interior sombreado de la vivienda y el jardín verde oculto tras el muro. Los elementos de agua son fundamentales en la identidad arquitectónica marroquí, vinculándose a simbolismos tanto espirituales como culturales”, explica Banchini.

Dar El Farina no solo reinterpreta la arquitectura tradicional, sino que también celebra la conexión entre el entorno natural y las soluciones contemporáneas, creando un espacio que es a la vez funcional, sostenible y profundamente arraigado en su contexto cultural.

Dar El Farina, el trabajo experimental de Leopold Banchini

Nombre proyecto: Dar El Farina
Localización: Douar El Berrada, Marruecos
Arquitectura: Leopold Banchini Architects
Arquitecto local: Sana Nabaha
Parcela: 20.000 m²
Vivienda: 500 m², de los cuales únicamente 120 m² están cubiertos
Fotografías: Rory Gardiner