Hay regalos que no necesitan mucha explicación porque se disfrutan desde el primer momento. Una buena botella de vino siempre es un acierto, pero si además lleva el sello de Finca La Emperatriz y se acompaña de mermeladas artesanales creadas con las mismas uvas, el éxito está asegurado.
Para celebrar su tradición vinícola, Finca La Emperatriz ha creado un estuche de edición limitada que derrocha elegancia. Con solo cien unidades disponibles, incluye dos de sus caldos más emblemáticos, Tinto 2018 y Blanco 2018, acompañados de tres mermeladas gourmet. Cada una está elaborada con uvas seleccionadas de las variedades Tempranillo, Garnacha y Viura, reinterpretando los sabores tradicionales de la D.O.Ca Rioja. Procedentes de viñedos ecológicos con más de seis décadas de antigüedad, estas confituras deben su calidad al esmero de Marian Cabezudo, quien emplea una receta de lo más sencilla y natural: las frutas mencionadas, azúcar y limón. Nada más.
Los vinos que se incluyen en el estuche de Finca La Emperatriz
Los vinos incluidos, Finca La Emperatriz Tinto 2018 y Blanco 2018, son un homenaje al terroir de Rioja Alta. Ambos provienen de viñedos históricos reconocidos como Viñedo Singular, situados a 570 metros de altitud, donde las condiciones naturales favorecen una calidad envidiable.
Finca La Emperatriz Blanco 2018
El Blanco 2018 de Finca La Emperatriz es un vino que sorprende por su frescura, preparado únicamente con uvas Viura de viñedos que superan los 50 años de edad. Estas vides crecen en un suelo franco-arenoso con una capa de cantos rodados de 40 centímetros, que aporta mineralidad y garantiza un drenaje perfecto y una óptima exposición al sol.
El año 2018 no fue sencillo; las lluvias y el granizo pusieron a prueba la paciencia y el saber hacer de la bodega. Cada racimo fue seleccionado cuidadosamente, primero en el viñedo y luego en la bodega, para obtener un vino que reflejara la esencia de ese esfuerzo. El resultado es un blanco que combina notas cítricas y florales con una estructura perfectamente equilibrada. La fermentación y crianza en barricas de roble francés y depósitos de hormigón le añaden capas de complejidad, con delicados toques de vainilla y especias.
Este vino no ha pasado desapercibido, con reconocimientos como los 94 puntos del Rioja Report en 2021 y 93 puntos otorgados por Wine Advocate en 2020.
Finca La Emperatriz Tinto 2018
Por otro lado, el Tinto 2018 es un vino que habla de potencia y equilibrio. Esta mezcla de Tempranillo (76%), Garnacha (20%) y Viura (4%) refleja el carácter del viñedo. Las uvas, cosechadas al mismo tiempo, fermentan juntas para integrar sus sabores y aromas. Después, el vino pasa 18 meses en barricas de roble francés y americano, adquiriendo esa complejidad que lo hace tan especial.
Como desenlace se obtiene un tinto sofisticado, con notas de frutas maduras, especias y un delicado toque tostado. Ideal para maridar con carnes, guisos o quesos curados, este vino es perfecto para brindar en una celebración de cualquier tipo. No en vano ha sido calificado con 96 puntos en la Guía Proensa 2023.
¿Dónde comprar?
El legado de Finca La Emperatriz se remonta al siglo XIX. Eugenia de Montijo, última emperatriz de Francia, presentó sus vinos en la Exposición Universal de París en 1878. Hoy, los hermanos Hernáiz continúan honrando su historia mientras apuestan por la innovación y la sostenibilidad.
Este estuche, disponible por 100 euros en su tienda online, invita a descubrir una combinación que rompe esquemas: la fuerza del vino, la delicadeza de las mermeladas y el placer de saborear algo realmente único de Rioja Alta. Como hemos mencionado, las dulces delicias llevan la firma de Marian Cabezudo, quien lidera Tiempo de Vendimia, obrador situado en el pueblo de Tirgo, a 12 kilómetros de la bodega. ¿A qué esperas para hacerte con este exclusivo set?
Más información sobre Hermanos Hernáiz
Eduardo y Víctor Hernáiz no se han conformado con el éxito de Finca La Emperatriz y su gama más accesible, El Jardín de La Emperatriz. En 2017, decidieron explorar nuevos horizontes con El Pedal, un tempranillo joven que refleja la diversidad de las fincas familiares repartidas por cinco municipios riojanos: Fuenmayor, Cenicero, Navarrete, Hornos de Moncalvillo y Baños de Rioja.
Un año después, en 2018, presentaron Las Cenizas, un vino profundamente ligado a sus orígenes, ya que está elaborado con las uvas de sus parcelas en Cenicero, su pueblo natal.
