Sueños y pan, carta de amor a la amistad desde la periferia

Luis Soto debuta en el largometraje con “Sueños y pan”, una película con aires de género Quinqui que homenajea a la Nouvelle Vague francesa.

“Sueños y Pan” es el primer largometraje de Luis Soto, un jóven director que tras mudarse a Madrid, encuentra en sus barrios periféricos la inspiración para rodar una historia de amor y amistad contextualizada en los suburbios de Madrid. Javi, Dani y Sara son tres amigos que viven en el extrarradio, comparten piso y se convierten en una familia.

En “Sueños y pan” acompañamos a los tres personajes en sus rutinas. Formas de hacer y ver la vida y que, a veces, les pasa por encima. Acompañamos a sus protagonistas en su día a día. Una rutina aspiracional y de supervivencia en la que el cuidar y el protegerse son lo único que importa.

Sueños y pan, carta de amor a la amistad desde la periferia

“Sueños y pan” muestra a estos dos amigos, Javi (Javier de Luis) y Dani (George Steane), que roban un cuadro y al sospechar de su cuantioso valor, ponen en marcha un plan para venderlo. Plan que se va desmoronando a cada paso que dan. Cabe recordar que el actor George Steane trabajó junto a Pedro Almodóvar en “Extraña forma de vida”.

Sueños y pan, carta de amor a la amistad desde la periferia

La soledad es un tema que sobrevuela todos los trabajos de Soto. En este caso, es una soledad compartida. Es una película de cuidados, de amistad y de fortaleza ante un espacio hostil y vulnerable para ellos. La clase social, la lucha de clases, la vida de la periferia urbana y los lenguajes propios, son los pilares que impregnan toda la obra.

Sueños y pan, carta de amor a la amistad desde la periferia

Sueños y pan, carta de amor a la amistad desde la periferia

La película es una reconciliación y una oda a todo aquello que el director admira. Recuerda al cine quinqui que dió comienzo a finales de los años 70 con el retrato de una sociedad periférica, jóven, de baja clase social, marcados por las drogas y envueltos en una pulsación vital de la que no quieren ni pueden escapar. Soto trabaja en sus márgenes y su trabajo recuerda a películas como las del icónico cineasta Juan Luis Córdoba.

Sueños y pan, carta de amor a la amistad desde la periferia

Viendo “Sueños y pan” es inevitable recordar secuencias icónicas de la Nouvelle Vague francesa de los años 60 y 70. Además, tal y como afirma Soto, “Sueños y pan” tiene claras influencias: Los Olvidados (Buñuel, 1950) y Los Golfos (Saura, 1960).

Sueños y pan, carta de amor a la amistad desde la periferia

La película es singular en forma y fondo. Un trabajo colectivo, hecho en grupo con amigos de la universidad del propio director. El filme se rodó de forma dilatada e intermitente con una pandemia que les frenó un tiempo. En este periodo, Luis Soto se adentra en este ecosistema madrileño a través de largos paseos hasta llegar a las periferias donde se encuentran escenas vitales que le seducen y es el propio escenario quien inspira el guión.

Sueños y pan, carta de amor a la amistad desde la periferia

Tras pasar por la Sección Panorama en el Festival de Sevilla y el Festival del D’A en Barcelona, ‘Sueños y Pan’ es el primer largometraje de este joven director después de su mediometraje ‘El cuento del limonero’. Entre ambos trabajos se percibe un cambio de escenario radical entre el campo y la ciudad. Una transición que hizo físicamente el propio Soto al mudarse a Madrid. Tras haber ganado el premio a Mejor Película Nacional en el Atlàntida Mallorca Film Fest 2023, “Sueños y Pan” se proyectará el 26 de septiembre en el 72 Festival de Cine de San Sebastián en la sección Made in Spain.