El festival barcelonés Primavera Sound anuncia sus fechas para 2025. Para ir abriendo boca, y aguantar hasta junio del año que viene sin tirarnos de los pelos, repasamos los mejores momentos que nos dejó la edición de este año.
Primavera Sound es uno de esos imprescindibles en el año de cualquier melómano que se precie. Durante tres días (cuatro contando la jornada inaugural) Barcelona se convierte en el centro del mundo musical con una representación excepcional de todo lo que está pasando en la actualidad. Y el año que viene no será menos. La Ciudad Condal volverá a ser la sede del festival del 5 al 7 de junio. El Parc del Fòrum vibrará al ritmo de un cartel, aún por confirmar, pero que sin duda será de excepción como siempre.
Mientras tanto, y como aperitivo para ese 2025 que está tan lejos y tan cerca a la vez, vamos a echar la vista atrás y a repasar lo mejor de este año. Una edición que, sin duda, ha sido para recordar.
Jornada Inaugural con Stella Maris, la banda de La Mesías con canciones de Hidrogenesse
Si alguien se robó el protagonismo de la apertura del festival fueron Stella Maris. El grupo metaficcional de La Mesías, que ha dado el salto a la realidad, interpretó todos los ya éxitos de su primer LP, La casa huele a gloria. Las canciones firmadas por Hidrogenesse brillaron con luz propia, Amaia mediante como una de las superestrellas. El colofón final: la aparición especial de Carmen Machi metida en su papel de Monserrat y trayendo a la vida un pedazo de la serie de Javier Ambrossi y Javier Calvo. Pura delicia del universo diegético.
Día 1 para la gente común que piensa que el Primavera es hardcore
El primer día tuvo unos claros protagonistas: Pulp. La banda inglesa definitoria del Brit Pop recalaba en Primavera Sound con su gira de reunión. La magia de Jarvis Cocker como frontman llenó el escenario en el que sonaron todos los imprescindibles, en un setlist perfectamente apto para fans de greatest hits y seguidores acérrimos. Mención especial a la espectacular puesta en escena que contó con orquesta de cuerda en directo.
Por su parte el bolo de Amyl and The Sniffers logró darle espíritu roquero al primer día. Su combo garajero es ya una institución en la música actual. El momento onírico de la noche estuvo a cargo de Beth Gibbons. La eterna vocalista de Portishead regresaba a Primavera Sound con su primer disco en solitario bajo el brazo, Lives Outgrown, pero hubo momento para el recuerdo con el cierre con Roads, el éxito de la banda insignia del Trip-hop.
Día 2 para las sad girls y aprendices de voguing
Si había un momento esperado en esta edición de Primavera Sound era sin duda Lana del Rey. A pesar de un notable y sonado retraso, la neoyorquina brilló con luz propia replicando la fórmula de espectáculo vista en Coachella. El concierto fue apoteósico, con un repaso de sus últimos y sobresalientes largos, y una ristra de hits dignos de road movie que marcaron una generación. Canciones que han definido el rumbo de la música actual. Para muestra: Billie Eilish.
Previo a Lana del Rey, los asistentes disfrutamos del espectáculo desenfado, hedonista y sin prejuicios de Troye Sivan. La puesta en escena del neozelandés fue una de las grandes sorpresas y de las más celebradas. Coreografías perfectamente ejecutadas, éxitos como Rush a prueba de bomba, apariciones sorpresa como la de Guitarricadelafuente y puro magnetismo sexual fueron las claves del espectáculo sobresaliente de Sivan. Pero la gran sorpresa de este día fueron las electrizantes y místicas The Last Dinner Party. La banda inglesa interpretó al completo su primer LP, Prelude to Ecstasy, demostrando que sus dejes rockeros y ocultistas con ecos de Stevie Nicks y Florence Welch son una de las formulas más atrapantes del panorama actual.
Último día de Primavera Sound con las chicas al frente
El día comenzó con la actuación apoteósica de una PJ Harvey aderezada por la lluvia. Como una presencia, Polly Jean emergió al escenario para imbuirnos en una fantasía oscura y sentimental que nos mantuvo elevados durante la hora y media de su set. Un repertorio que se movía entre el pasado, presente y futuro de su producción con espacio destacado para éxitos como Down By The Water.
Después, llegó el Riot Grrrl. Bikini Kill se subió al escenario para demostrar que el movimiento está más vivo que nunca. La electrizante Kathleen Hanna, acompañada de Kathi Wilcox y Tobi Vail sacudieron los cimientos del Parc del Fòrum a trallazo limpio, en una demostración de autenticidad y reivindicación en clave punk.
Romy, la fundadora y parte del trío británico The xx, presentó su primer disco en solitario. Los temas de Mid Air se sucedieron uno tras otro en un directo impecable, acompañado de cuidados visuales. Momentos para el baile, la lloradita en la pista y algún que otro guiño a The xx como una versión renovada de Angels fueron las claves de este sueño perpetrado por Romy Madley-Croft.
El colofón final estuvo a cargo de Charli XCX. La productora y artista presentaba su flamante y definitorio álbum Brat, una de las grandes sorpresas de este año y que ha virado el timón de la actualidad musical, cambiando el paradigma. Con un espectáculo naif apoyado en el verde Brat, la británica dio una lección de perfección pop y de cómo se hacen los ritmos y las confesiones en la pista de baile.
En resumen, Primavera Sound es la cita imprescindible del año. Un festival que supera todas las barreras del formato y que tiene ese aroma a futuro. Ese regusto que te permite reconocer que estás en lugar indicado y en el momento preciso, observando presente y vanguardia de la industria musical.