Pía Mendaro (Madrid, 1991) creció sabiendo que iba a ser arquitecta (ETSAM, 2009- 2016). Cuenta que nunca ha contemplado otra cosa: “Mi padre es arquitecto y, desde que tengo uso de razón, me decía ‘cuando seas arquitecta…’. Llevo hablando de arquitectura, de manera natural, toda mi vida”.
Hoy, Pía Mendaro busca crear el efecto sorpresa en sus proyectos para generar nuevas experiencias, como en La Nave del Topo (2020). Aunque lo primordial, asegura, es: “enamorarse de hacer las cosas bien, y no tanto de perseguir un concepto, que muchas veces no se puede hacer”. Su creatividad también abraza esas escalas más pequeñas que dan vida a sus objetos, como Suculenta (2019). Diseña divirtiéndose, pero afirma que se toma “la arquitectura muy en serio”. Y no duda en abordar un tema como la muerte en su tesis doctoral sobre el tanatorio crematorio en España. Durante el doctorado, ha conocido a la arquitecta Andrea Bardón de Tena, con la que está buscando nombre para fundar juntas su nuevo estudio.
Imágenes superiores: 1) Pía Mendaro, Barbecho © Imagen Subliminal (Miguel de Guzmán + Rocío Romero) 2) Retrato Pía Mendaro © Pía Mendaro (con timer)
¿Qué es lo que más te ilusiona a la hora de iniciar un proyecto?
Pía Mendaro: Imaginarme cómo puede ser emocionante vivir ese espacio y las sorpresas que puede haber. Me divierte ponerme en la piel de quién lo va a habitar y qué novedad puedo aportar. De hecho, siempre les pido a los clientes una wishlist, para que me cuenten cómo es su día a día y qué es lo que más les gusta. A veces, esas sorpresas se pueden ejecutar, como en La Nave del Topo y, otras veces, se convierten en objetos, como el pomo de una puerta en el Ático para Manuela. No me importa que cambie de escala la ilusión.
Imagen superior: 3) Pía Mendaro, La Nave del Topo (2020) © Manuel Ocaña del Valle®
¿Cómo es la experiencia de trabajar de manera individual (Pía Mendaro) y en equipo (Mendaro Arquitectos, Endémico)?
P.M: Siempre he trabajado de manera individual, pero cuando me quedé embarazada me asocié con Endémico (actualmente, una empresa de tasación). También he participado en algunos de los proyectos del estudio de mi padre, Mendaro Arquitectos, en fase de obra y fase de ejecución, con los que he aprendido mucho. Y me acabo de asociar con una compañera de doctorado, con la que comparto totalmente la visión de las cosas: Andrea Bardón de Tena. Llevo muchísimo tiempo queriendo trabajar con alguien porque es muy duro hacerlo sola. Ahora estamos pensando cómo nos vamos a llamar como estudio.
Imagen superior: Pía Mendaro, La Nave del Topo (2020) © Manuel Ocaña del Valle®
¿En qué está trabajando Pía Mendaro actualmente?
P.M: Estamos trabajando en la rehabilitación de una casa de campo en la Sierra de Guadarrama y en la rehabilitación de la ruina de un molino, que hace de puente a una isla sobre el río Tajuña, a las afueras de Madrid. También vamos a empezar la reforma de una nave en el barrio de Tetuán, que transformaremos en dos viviendas, donde los objetos serán los protagonistas de la arquitectura. Además, por mi cuenta, sigo con el proyecto Salvatierra, la reforma de la ruina de una casa que me compré con mi marido, y estoy terminando el doctorado.
¿Podrías decirme una Keyword que sintetice la experiencia lograda en cada una de tus obras de arquitectura?
P.M: #Ligereza (Bulletproof Headquarters), #Camuflaje (Salvatierra), #Amplitud (Ático para Manuela), #Sorpresa (La Nave del Topo), #Calidez (Casa Quebrada), #Secreto (Barbecho), #Comodidad (Ulises)
Imagen superior: Pía Mendaro, Bulletproof Headquarters © Raúl Ortiz de Lejarazu Machin
También has fabricado objetos, ¿qué te aporta jugar con el diseño en distintos ámbitos?
P.M: Muchas veces los objetos son ensayos de cosas que estoy pensando en arquitectura, una forma de investigación sobre algo que quiero hacer en escalas más grandes, pero que nunca pruebo directamente en una obra con un cliente. Otras veces, como la arquitectura tiene tiempos tan largos, diseño un objeto para que no me entre la ansiedad. Cuando tenía Barbecho en marcha, invitaba a la gente a hacer objetos y los exponíamos, pero, en general, los objetos son parte del proyecto de arquitectura.
Imágenes superiores: 1) Pía Mendaro, Suculenta (2019) © Pía Mendaro 2) Pía Mendaro, Sr. Roca (2021) © Pía Mendaro
Durante un par de años dirigiste el espacio Barbecho, donde coordinaste talleres con artistas y artesanos, ¿cuál es el mayor interés de estas iniciativas interdisciplinares?
P.M: Barbecho fue una vivienda que reformé de manera muy económica. Me ahorré bastante mano de obra, porque muchas de las cosas las construí yo misma. También diseñe la gran mesa de cinco metros de largo, que cuelga del techo. En este espacio, empecé a organizar workshops, invitando a artistas y artesanos a fabricar objetos con las manos. Por ejemplo, diseñamos lámparas, pero también comederos y bebederos para pájaros. Como profesional, me parece superinteresante ver cómo funcionan otras escalas y conocer el proceso de trabajo en sectores tangentes a la arquitectura.
Imagen superior: Pía Mendaro, Barbecho © Imagen Subliminal (Miguel de Guzmán + Rocío Romero)
¿Qué cuestiones tradicionalmente asociadas a la arquitectura crees esenciales tratar desde otros campos?
P.M: Me encantaría que hubiese más diseñadores que repensasen las instalaciones. Es muy difícil encontrar una pieza interesante, que no sea de una marca de instalaciones carísima. Sería genial contar con más oferta en el mercado y no solo con macroempresas, para que los diseños fuesen más accesibles, y también más frescos y no tan estandarizados.
Imagen superior: Pía Mendaro, La Nave del Topo (2020) © Manuel Ocaña del Valle®
Estás realizando un doctorado en la escuela de arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid, ¿cuál es el tema de tu tesis?
P.M: En mi tesis analizo los 325 tanatorios con horno crematorio que hay en España y propongo nuevos enfoques que se podrían dar a este problema. Siempre he pensado que mi doctorado no tenía relación con mi práctica, pero al igual que en mis proyectos busco nuevas formas de habitar, quisiera encontrar nuevas formas de pensar el tanatorio crematorio, porque creo que está mal planteado y que estos espacios deberían dignificar la muerte. En Europa, hay publicaciones sobre los crematorios bonitos, pero de los feos, que son la mayoría, nadie habla.
¿Qué mejorarías del modo de enseñar arquitectura en las universidades de España?
P.M: Me da la sensación de que el estudio de la escala doméstica se está perdiendo en las universidades. Predomina una imagen general del concepto, o un render superchulo o una maquetación muy bonita, pero me preocupa ver a veces en planos de alumnos de los últimos cursos que se pierde la domesticidad. No hay una sensibilidad consciente de la escala doméstica, que es el humano, y que vale tanto para diseñar una casa, como una biblioteca o un aeropuerto. Creo que es un detalle que hay que recuperar, porque la arquitectura no deja de ser una carrera que da servicio a las personas.
Imagen superior: Pía Mendaro, Barbecho © Imagen Subliminal (Miguel de Guzmán + Rocío Romero)
¿Qué recomendación darías a los arquitectos recién graduados que estén pensando en fundar su propio estudio?
P.M: Es importante enamorarse de hacer las cosas bien, porque así da igual el tipo de proyecto o cliente. A veces no está reñido, pero en muchas ocasiones, la obra no tiene un concepto superinteresante detrás, y creo que no hay que desanimarse si el concepto no se realiza porque, saber hacer una casa muy bien, ya es un valor buenísimo. Nos han enseñado que tengamos ilusión por hacer algo único, pero realmente vives de las obras normales y las que te permiten innovar son la excepción. Creo que la universidad incita esta cosa épica de ser un arquitecto superestrella del rock, pero lo normal es que no sea así. Y, de hecho, está bien que no sea así, porque somos un oficio tradicional.
Imagen superior: Pía Mendaro, Sr. Roca en Ático para Manuela (2021) © Pía Mendaro
+ Pía Mendaro: piamendaro.com
