Bodega de alma familiar renovada por Embaixada en Portugal

El estudio de arquitectura Embaixada ha sido el encargado de ampliar la bodega Herdade da Cardeira en Borba, una villa del distrito de Évora situada en la región del Alto Alentejo del corazón de Portugal, popular por sus viñedos y olivares.

Los empresarios de origen suizo Erika y Thomas Meier se sintieron atraídos desde Centroeuropa por las tierras lusas para invertir en lo que hoy se ha convertido en un sueño hecho realidad: ser los propietarios de Herdade da Cardeira. Tras adquirir la antigua bodega, el matrimonio quiso añadir una casa familiar, una sala de catas y unas nuevas oficinas a la edificación existente. Y encargaron la ampliación a Embaixada con el fin de transformarla no solo en una arquitectura para recibir a los amantes del vino, sino en un placentero hogar donde pasar temporadas de verano o fines de semana junto a sus hijas.

Bodega de alma familiar renovada por Embaixada en Portugal

El equipo de Embaixada estructuró el nuevo diseño en edificaciones de escala doméstica, emplazadas a distintos niveles alrededor del cerro que preside la finca. Uno de los requisitos de partida del proyecto era que las tareas del campo, el comercio y el hogar convivieran en armonía, sin perder la privacidad. Para ello, los arquitectos organizaron a un lado del cerro el programa de la bodega y, al otro lado, el de la vivienda.

Bodega de alma familiar renovada por Embaixada en Portugal

El complejo enológico presenta una estética unificada, que parece emerger del propio entorno agrícola porque todos los volúmenes están construidos con tierra apisonada del lugar. Y se mimetizan todavía más con el paisaje gracias a las pérgolas repletas de vegetación que los arquitectos han añadido para proteger las fachadas del sol, creando agradables espacios exteriores.

Bodega de alma familiar renovada por Embaixada en Portugal

Bodega familiar de escala doméstica y tradición local

En el lado del cerro más próximo a la preexistencia (destinada a las instalaciones de la bodega), los arquitectos construyen el edificio de dos alturas que alberga, en la planta baja, las oficinas y la zona de recepción; y en la planta superior, la sala de degustación, desde donde se contempla una envidiable panorámica del viñedo.

Bodega de alma familiar renovada por Embaixada en Portugal

La decoración de los interiores es sencilla, pero acogedora. Las paredes están recubiertas con yeso de cal natural y al cobijo de bellos techos inclinados de madera de color miel. Este último material se ha utilizado también para los elementos de almacenaje, fabricados a medida, que amueblan las estancias.

Bodega de alma familiar renovada por Embaixada en Portugal

Bodega de alma familiar renovada por Embaixada en Portugal

Al otro lado del cerro, se ubican los cinco módulos residenciales en torno a una larga piscina. Las geometrías de los volúmenes y sus cubiertas inclinadas parecen jugar con la singular forma del perímetro de la extensa superficie de agua.

Bodega de alma familiar renovada por Embaixada en Portugal

Bodega de alma familiar renovada por Embaixada en Portugal

El módulo de mayor tamaño alberga las zonas comunes, el salón-comedor y la cocina, así como una habitación y un baño. En cambio, los otros cuatro contienen exclusivamente un dormitorio con baño propio. Dispuestos en hilera y orientados al este, todos cuentan con amplios ventanales que filtran la luz bajo las pérgolas, a las que se puede salir a disfrutar de las vistas del paisaje a la sombra de las glicinias blancas.

Bodega de alma familiar renovada por Embaixada en Portugal

Bodega de alma familiar renovada por Embaixada en Portugal

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Créditos de Herdade da Cardeira:

Estudio de arquitectura: Embaixada
Autores: Cristina Mendonça, Nuno Griff y Paulo Albuquerque Goinhas
Equipo del proyecto: Ana Teresa Hagatong, Ana Sofia Amador, Gloria Berenguel, Valeria Mapariello, Paula Vargas, Pavol Dobsinsky y Rui Neto.
Ubicación: Orada, Borba, Portugal
Año: 2020
Superficie construida: 400 m2
Ingeniería: Pedro Viegas (Estructural), Pedro Amorim (Eléctrico).
Paisaje: Sandra Nunes
Consultor: Henrique Shreck (Rammed earth)
Cliente: Erika y Thomas Meier, Herdade da Cardeira
Fotografía: Simone Bossi