La actriz y cantante Jennifer Lopez, “JLo” para sus amigos “from the block”, protagoniza la nueva superproducción de Netflix de ciencia ficción. Su título es “Atlas”, llegará a las pantallas el 24 de mayo, y con ella la diva latina va a intentar salvar el mundo… y de paso, su alicaída carrera.
Para ir creando expectación, Netflix ha lanzado ya el tráiler de “Atlas” (bajo estas líneas), y es verdad que promete. Con un director bregado en el cine-espectáculo, solventes guionistas y estupendos secundarios arropando a Jennifer Lopez, el film tiene los mimbres de un éxito seguro. Y eso es justo lo que necesita la estrella, envuelta en estos momentos en una grave crisis de imagen: se la cuestiona más que nunca como actriz, su último disco ha sido un sonoro fracaso, y se dice que en sus canciones ni siquiera canta ella. Para volver a la senda del éxito necesita un buen mapa. O dicho de otro modo: un Atlas. Pero antes de nada, veamos el tráiler.
Quién dirige a Jennifer en “Atlas”
El director de “Atlas” es el canadiense Brad Peyton, de 45 años de edad, y realizador de dos de los mayores éxitos de taquilla de Dwayne Johnson: “Proyecto Rampage” y “San Andrés”. Con monstruos gigantes en el primero de esos films y terremotos y tsunamis en el segundo, y una taquilla combinada de 900 millones de dólares, está claro que Peyton sabe crear espectáculo. En estos momentos se encuentra preparando la segunda entrega de “San Andrés”, de nuevo con Dwayne Johnson, donde se espera que aumente todavía más el nivel de destrucción. Y mientras tanto, el cineasta se ha entregado a un “sci-fi” más cerebral (sin renunciar al mamporro), con Jennifer Lopez peleando contra una perversa inteligencia artificial. De eso trata “Atlas”.
Un “Atlas” indica el camino
En un futuro próximo, una inteligencia artificial amenaza el destino de la humanidad, y la única que puede salvarnos es la superagente y analista Atlas Shepherd, o sea, Jennifer Lopez… con la ayuda de otra IA, ésta de buen corazón. La analista y la máquina tendrán que trabajar juntas si quieren encaminar su misión hacia el éxito. Y así, en la trama, la “sci-fi” se abraza con la “buddy movie” (o “peli de colegas”). La fórmula no es muy novedosa pero funciona. Y el conjunto mejora un poco más con tres ingredientes que siempre ayudan: unos buenos secundarios, unos guionistas con oficio y unos escenarios naturales que quitan el hipo.
Los secundarios de lujo
Acompañan a Jennifer Lopez los secundarios Simu Liu, Sterling K. Brown y Mark Strong. A Simu Liu le vimos como héroe de acción en “Shang Chi y la leyenda de los 10 anillos”, quizá la más estimulante de las últimas entregas de Marvel, y ha sido además el “Ken Oriental” en la reciente “Barbie”; combina, pues, gran presencia física y sentido del humor. A Sterling K. Brown le hemos disfrutado como el hermano gay del protagonista de “American Fiction”, y nos emocionó durante años en el reparto de la teleserie “This Is Us”.
Y qué decir de Mark Strong: un actor británico al que le basta con un brillo de su calva para “robar” todas las escenas en las que aparece. Fue el “Q” de “Kingsman”, el villano de “Kick Ass” y el primer enemigo del “Sherlock Holmes” de Robert Downey Jr. Así de bien acompañada está Jennifer Lopez en “Atlas”.
Los guionistas con oficio
Han escrito “Atlas” el joven Leo Sardarian y el no tan joven Aron Eli Coleite. Sardarian no tiene un gran currículum (todavía) pero brilló con los guiones de “StartUp”. Infravalorada teleserie con Adam Brody y Ron Perlman, llena de hackers y suspense en el mundo digital. Hombres vs. Máquinas: no es difícil entender por qué Netflix le han fichado para “Atlas”. Y complementando a Sardarian está Coleite, más bregado en el guión “mainstream”, como guionista de tres teleseries que conviene señalar: “Las crónicas de Spiderwick”, “Locke & Key” (junto al co-creador de “Perdidos”, Carlton Cuse) y la seminal “Héroes”. Entre Coleite y Sardarian han pergeñado las costuras de “Atlas”, a la mayor gloria (por supuesto) de Jennifer Lopez.
Rodaje en Nueva Zelanda
El rodaje de “Atlas” es como un atlas de Nueva Zelanda, porque allí se ha rodado esta película. Los paisajes son vertiginosos, la infraestructura cinematográfica es de primera (sobre todo desde que Peter Jackson filmó allí “El Señor de los Anillos”). Los costes de producción (empezando por los salarios del equipo técnico) son más “competitivos”. No es extraño, por tanto, que en Nueva Zelanda se rueden cada vez más y más superproducciones: “Misión imposible 6”, “El poder del perro”, “Avatar”, “Las crónicas de Narnia”, “El último samurai”, etc etc. Y hasta allí se han ido el director Brad Peyton, los secundarios Strong, Brown y Liu… y Jennifer Lopez.
Pero ¿qué pasa con Jennifer?
Para Jennifer, 2024 iba a ser el año de “This is me… Now”: un triple proyecto que combina nuevo álbum, una gira de conciertos y una película documental. En su primera semana en el mercado, el disco entró en el poco estimulante puesto 38 de ventas; la segunda semana ya no estaba ni siquiera entre los 200 más vendidos. La película ha tenido unas críticas desastrosas (“ególatra” es el adjetivo más amable que le han dedicado). La gira, consagrada en principio a presentar el nuevo disco, ha tenido que rediseñarse para ser un “Grandes éxitos”, ante la escasísima venta de entradas. Pero lo peor de todo es que varias cantantes (Natasha Ramos, Christina Milian, Meghan Trainor) afirman ser ellas quienes realmente cantan en algunas canciones clásicas de Jennifer, porque a ella sencillamente no le “llegaba” la voz.
Y encima, antiguas compañeras de colegio están desmintiendo el relato de “Jenny la del barrio”. Ni orígenes de barrio, ni familia humilde: su padre era informático, su madre profesora, ambos se ganaban muy bien la vida. La niña fue a un colegio privado sólo para chicas. ¿JLo “from the block”? Quizá no tanto. Pero no pasa nada si tienes a mano un buen “Atlas” que se indica de nuevo el camino hacia el éxito.