Le Dauphin et la Dauphine, 2012
La artista portuguesa presenta su trabajo en el famoso castillo francés
Y ya van cinco. Después de Jeff Koons, Xavier Veilhan, Takashi Murakami y Bernar Venet, el histórico castillo de Versailles vuelve a abrirle sus puertas a un artista contemporáneo. En este caso se trata de la portuguesa Joana Vasconcelos, primera mujer en poder disfrutar del privilegio, cuyo estilo barroco, colorido y monumental pega muy bien con los fastuosos aires del lugar. Una propuesta en la que Vasconcelos ahonda en su reflexión sobre los materiales y la figura femenina contemporánea jugando con las clásicas antinomias y las paradojas inherentes a un lugar tan simbólico.
De esta manera, la artista presenta dos enormes zapatos formados por cacerolas (Marilyn (PA), un helicóptero recubierto de oro y plumas rosas al más puro estilo Lady Gaga (Lilicoptère) o unos enormes corazones creados a partir de banales piezas de plástico (Coração Independente Vermelho). Un vaivén irónico entre modernidad y tradición, feminidad liberada y mujer objeto o artesanía popular y estilo actual.
Y, como no podía ser de otra forma, no falta la polémica. Esta vez por une escultura-instalación titulada A Noiva, un gigantesco lustro formado por 25.000 tampones higiénicos femeninos (que dio a conocer a la artista en la Bienal de Venecia del 2005) que el castillo no ha aceptado presentar. Un nuevo motivo de debate y discusión en este encuentro entre la belleza más clásica y el arte más irreverente que va camino de convertirse en un todo un clásico.
Hasta el 30 de septiembre del 2012. Château de Versailles. Versailles.