Emociones y olfato a flor de piel en las entrañas del Casino de Madrid
De todos los sentidos, quizá el del olfato sea uno de los más valiosos. ¿Cuántas veces hemos escuchado eso de ‘huele que alimenta’?, ¿cuántas veces nos ha dicho Arguiñano eso de ‘ay, si olierais esto‘, mientras abusaba del señor perejil? Pues bien, apostando por los olores como hilo conductor de aquello que está por llegar, por saborear…, descubrimos curiosos el nuevo taller de Paco Roncero en el Casino de Madrid. Ubicado con premeditación y alevosía en el clandestino entramado de las catacumbas del nº15 de la calle Alcalá, este laboratorio de ideas e investigación, sólo accesible para aquellos que hayan sido elegidos (y con invitación), se convierte en el mejor marco para esta gastro experiencia emocional.
Concebido a modo de ‘baticueva’ y con las más avanzadas tecnologías, nuevos materiales y sistemas ecosostenibles en clave culinaria, nos dejamos seducir por esta ‘cocina domótica’ de 45 metros cuadrados. La búsqueda del disfrute de aquello a lo que no se puede acceder, que plantea Roncero, tiene en Hisia, su ‘mesa inteligente’ fabricada en Keraon (material cerámico obtenido a más de 1.200ºC), una aliada de 6 metros sobre la que explorar. Una Oleoteca con 216 probetas para la cata de aceite de oliva, 10.000 bits de señales a través de sensores y un living lab donde experimentar en nuevas recetas susceptibles a salir a la luz, son las armas de este exclusivo taller. Una iniciativa no apta para aquellos paladares poco curiosos y un espacio gastro del futuro, regentado por unos de los chefs que han hecho de su apellido referencia en el mundo de la cocina actual. Patrocinado por Land Rover, HP, Nh Hoteles y la Guía Michelin, la sorpresa ante lo desconocido y la atmósfera aromática encuentran así, destino final de esta gastro aventura de lujo tecno-sostenible.
