Faubourg du Temple en París, epicentro de la vida nocturna auténtica, alberga el animado y sorprendente restaurante Cavalier donde se fusionan sabores en platos creativos y singulares.
Ir a cenar en el popular distrito 11 en París no es una decisión anodina: Entre la plaza de la República y el tan hipster Canal St Martin, el Faubourg du Temple es donde la auténtica vida nocturna parisina deriva desde 1860 en un teatro viviente a lo largo de la calle. Hoy en día, salas de concierto legendarias como el Gibus, bares como la Favela Chic y la cercanía a la hype de Belleville posicionan a esta calle como un epicentro del buen vivir y del buen beber.
Sorbete de cassis, crema de pistacho, ruibarbo y verbena.
Restaurante Cavalier: una atmósfera acogedora e intimista.
Hay mucha juventud, mucha bohemia y aún más espíritu aventurero al caer la noche en el agitado Faubourg. El restaurante Cavalier tiene una sala inusualmente angosta para ser un restobar. Aún así, el equipo de interiorismo de Desiderata Studio ha sabido sacarle partido. Han apostando por el color-blocking: un rojo burdeos del lado del bar y un blanco inmaculado del lado de las mesas. Más que opuestos, estos colores se complementan y confieren al lugar una atmósfera acogedora e intimista.
Los clásicos y los no tan clásicos
El restaurante Cavalier para ser uno de los pocos restobares abiertos hasta las 5am los fines de semana, el equipo de jóvenes Michaël Adibek en la cocina, la directora y sommelier Prune Moirenc y los mixólogos Léo Nicaud y Anthony Rostoucher no se contentan en absoluto con ofrecer los clásicos de restobar de toda la vida: Foccacia tostada acompañada de mantequilla de algas, Huevos confitados al tarama casero con crema de huevos de trucha y de lucio con mousse de patatas y botarga rallada y lo que consideramos el mejor plato de su carta: Agnolottis caseros, rellenos de camarones crudos y parmesano, conchas, crema de marisco, clorofila de perejil y aceite de gengibre (19€), simplemente singular y exquisito . Viene sublimado con un Pinot Blanc Eclectic 2022 de Charles Frey de Alsacia con notas de durazno y flores blancas (7.50€ la copa).
Agnolottis caseros rellenos de camarones crudos y parmesano, conchas, crema de marisco, clorofila de perejil y aceite de gengibre.
La máxima expresión del hedonismo con una codorniz
Como el distrito 11 rima con hedonismo, no podemos quedarnos con las ganas de probar una jugosa codorniz a la parrilla. Un plato que alcanza otro nivel con ajos negros y cerezas acompañada de un reconfortante puré casero ligero (23€). Maridaje insuperable con un sedoso y natural Côtes du Rhône AOP “Il fait soif” 2021 (traducido a “hace sed”) del dominio Maxime-François Laurent (9.50€ la copa).
Prune es de aquellas sommeliers que entienden el vino como una actitud y una filosofía de vida.
Curiosamente ese mismo día visitamos la exposición Sarah Bernhardt. Una muestra sobre esta inmensa actriz de teatro francesa de fama internacional, con un temperamento fuera de lo común para un aún recatado inicio de siglo XX.
Al preguntarle, quien sería su cavalier, Prune responde con esa subestimación tan francesa: “a ver, sería un actor francés que a todos en mi equipo nos mola, pero no creo que lo conozcan fuera de Francia”.Para no quedarnos con la incógnita, le preguntamos si a lo mejor alguien como Sarah Bernhardt encarnaría el espíritu aventurero del restaurant, y afirmó: “Totalmente, vaya carácter, vaya personalidad e inspiración”. Pensamos lo mismo del restaurante Cavalier.
Fotografías: Maki Manoukian
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Restaurante Cavalier
2 Rue du Faubourg du Temple, 75011 París
Tel.: +33 1 43 38 95 54
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