Sorteamos 3 pares de zapas modelo Skechers GoRun para quien nos conteste a la pregunta que hacemos al final del post. ¡A leer!
Es divertido cuando te regalan unas zapatillas. En ocasiones he pensado que quien te regala unas, se aventura demasiado y es que un par de sneakers pueden llegar a ser algo demasiado íntimo y personal (sí, como la película). Las que me llegaron a la redacción eran unas Skechers Shape-Ups LIV, ¡toma ya! Yo, que soy así de impaciente, me las calcé al instante, ya pensaba en utilizarlas en mi sesión de gym de por la tarde, y así lo hice. Sería la envidia de los entrenadores y desde luego que la gente las miraba, sería por su diseño o por su múltiple colorido (8 combinaciones para ellas y seis para nosotros) el caso es que triunfaron.
Lo primero que notas al llevarlas puestas son su comodidad y poco peso. Los más entendidos hablan de su tecnología Natural Stride como ‘culpable’ de ese movimiento natural del pie, que hace que te sientas como Pocahontas, descalzo todo el día. Por ello, las aconsejan para el running moderado. La suela tiene unas almohadillas, lo que provoca que el paso a ritmo de cualquier greatest hit de tu mp3, sea más cómodo y se evite así un exceso de pronación, el miedo de cualquier deportista amateur, como el menda lerenda. La primera rutina en el gimnasio, con mis nuevas Skechers, fueron un flechazo de manual. Había probado muchos tipos de zapatillas y nunca había sentido nada igual (¡por favor, anunciantes de detergente, contrátenme!). La flexibilidad fue otro de los alicientes para que cayeran rendidas a mis pies (¿o yo a los suyos?, no me queda claro) y es que las ranuras en su suela articulada ofrecen una mayor libertad de movimiento. Además a mí, que he tenido problemas de pisada debido a un pie valgo, su suela en forma de balancín me hace más cómodo el camino.
El caso es que desde que me las regalaron, haga jogging, running o walking in the street, las llevo siempre puestas. Se han convertido en una extensión de mi pie y no sé qué voy a hacer cuando las tenga que lavar… Desde aquí hago un llamamiento a quién me quiera mandar otro modelo, quizá unas Skechers GoRun, para que mis pies no se queden huérfanos y en el zapatero, la familia, se haga compañía. El que no llora no mama. ¡Gracias Skechers!
Para los que quieran calzarse un par de Skechers GoRun, las más cañeras de la familia, y no me las quieran regalar, sorteamos tres pares de zapas entre los que contesten a la siguiente pregunta: ¿Cuál ha sido tu aventura deportiva más atrevida? Los 3 ganadores verán publicados sus nombres, el próximo martes 29 de mayo en este mismo post. ¡Dicharacheros y ocurrentes, por favor!
Y los 3 ganadores son: Joaquín, JPF, Mauricio Fuego
¡¡Enhorabuena chicos!!
29 de mayo de 2012 a las 12:30
Subir Cap´s de Falcó !
28 de mayo de 2012 a las 11:04
Mi aventura deportiva más atrevida ocurrió hace apenas un mes. Resulta que empecé a correr hace aproximadamente seis meses por una razón, mi nieta. Todo empezó cuando me enteré que iba a ser abuelo ¡la primera vez! Entonces me vi, y dije, quiero disfrutar de ella al máximo y para eso tengo que estar en forma, así que empecé a correr motivado por mi hijo que ya está metido de lleno en el mundo del atletismo. ¡Quién me iba a decir que me iba a hacer corredor siendo ABUELO! Así que empecé una dieta rigurosa y un entrenamiento “intenso” (teniendo en cuenta mis posibilidades) y con mucho esfuerzo (considero que comer es uno de los placeres de la vida) me planté en mi primera carrera oficial de 10 kilómetros. Allí me vi, con mis mallas, mis gafas de sol y mi pañuelo en la cabeza, tranquilo por fuera, pero con los nervios de un adolescente por dentro y la adrenalina a flor de piel. Empecé a correr, animado por la marea de gente que me acompañaba, que hizo que todo fuese más fácil y llevadero, al menos al principio… En el kilómetro cinco empezó la verdadera aventura, ya que comenzó una cuesta de un kilómetro que a mí me pareció interminable. En ese momento ves que la gente que se sabe como es la carrera ha guardado fuerzas y te pasa como un rayo por ambos lados, mientras, tú luchas contra tus piernas que te dicen que te pares a cada paso. Pero al terminar la cuesta te recuperas, piensa en la razón por la que estás corriendo y sigues hacia delante, nunca has corrido más de seis kilómetros, por lo que todo lo que está por venir es una auténtica incógnita. Motivado por mi nieta sigo hasta la recta final, ya no me quedan fuerzas, pero al final consigo terminar, medio mareado, exhausto, pienso que nunca más volveré a correr otra carrera… pero tras recuperarte te llenas de satisfacción, sabes que puedes hacerlo, que todo se puede conseguir y que tú eres tú único enemigo, así que… ¡ya estoy preparando la siguiente! ¡Va por ti pequeña!
27 de mayo de 2012 a las 19:55
Pues mi mejor aventura deportiva me ocurrió hace ya unos años. A mi pareja le encanta bucear y siempre me ha querido ir metiendo en el mundillo, pese a lo miedosa que soy. Siempre me ha ido enseñando lo básico, la respiración, los movimientos, la importancia de estar siempre tranquilo…qué fácil es decirlo! Un día mientras estábamos en plena inmersión (pero yo aun andaba como un pato mareado) me llamó para ver algo y yo le seguí encantada. Mi sorpresa fue cuando al girar por una roca veo…Una raya gigante delante nuestra!!No os podéis ni imaginar el susto, era negra, enorme, sin exagerar debía medir unos dos metros. Lo peor de todo era ver a mi novio completamente encantado, disfrutando y animándome a acercarme, pero yo en esos momentos sólo pensaba en huir de ese monstruo (y por la tele reconozco que son preciosas y fascinantes) por lo que empecé a aletear a toda prisa hacia la superficie, me agarré a la primera roca que había y salí “corriendo” (con aletas incluidas por supuesto) hasta sentirme completamente a salvo. Aun tengo la imagen en mi cabeza cada vez que me meto al agua !pero lo voy superando!
26 de mayo de 2012 a las 21:33
Sin duda mi mayor aventura deportiva ha sido volar, si volar! Siempre dicen que uno solo vence sus miedos cuando los enfrenta, pues así lo hice, me aventure a saltar en ala delta. Este riesgo, que aunque calculado y controlado por un experto volador, me ha proporcionado la mayor de las emociones que una persona puede tener que es volar. Cuando estás arriba sientes una mezcla de sentimientos, una especie de angustia, incertidumbre, inseguridad, miedo, todo mezclado en un clima de aventura que poco a poco se va convirtiendo en un placer único e irrepetible! Y simplemente sientes que estas volando.
26 de mayo de 2012 a las 10:44
Mi aventura deportiva más atrevida fue sin duda el día 13 de marzo de 2011. Ese día participé en la Media Maratón de Ciudad Universitaria en Madrid. La importancia de ese día no fue la carrera en sí misma, ya que no hice un buen tiempo y mi única ambición era terminarla y decir “lo logré”. Fue un día especial debido a que en 2010 sufrí una lesión de rodilla (ligamento cruzado anterior y los dos meniscos rotos) que parecía que podía dejarme sin realizar ningún tipo de deporte de forma continua o a gran intensidad. Tras la operación y una lenta y dura recuperación me recomendaron dejar el fútbol por lo que me decidí por empezar a correr y así surgió el reto de terminar una media maratón. El sentimiento de llegar a la meta, ver como el cuerpo y la mente son capaces de superar cualquier dificultad si se tiene pasión, persistencia, ganas y se lucha por ello contra todos los pronósticos hizo que se me saltaran las lágrimas al cruzar esa línea que para mi era mucho más que una meta física y es el mejor momento sin duda de toda mi carrera deportiva. Actualmente la rodilla me responde perfectamente y estoy metido de lleno en el mundo del atletismo popular, con marcas mucho mejores que las de ese día, pero ninguna llegará a hacerme sentir como aquel día.
25 de mayo de 2012 a las 14:29
Salir a correr donde vivo, es todo un atrevimiento
25 de mayo de 2012 a las 14:20
Senderismo nocturno con tacones….no sé como sigo vivo
24 de mayo de 2012 a las 13:09
Subir al ídolo de Peña Tu en Asturias, pensé que no llegaría nunca, pero valió la pena
23 de mayo de 2012 a las 18:33
La verdad es que cada día que salgo a la calle es una aventura. Si me hago con unas Gorun iré mas tranquila por la vida, la verdad!
22 de mayo de 2012 a las 19:20
Me encanta las sapatillas!!!!
22 de mayo de 2012 a las 19:08
hola…esta es mi aventura…
el curso de trapecista que hice durante unas largas vacaciones en australia me sirvió para un año más tarde, adentrarme en los acantilados y zonas rocosas de las islas cies y luego cruzar a nado las dos islas más próximas ( vigilado ) y volver a subir hacia la otra isla..Llegúe con algunas sangrantes heridas pero contento !!!!
saludos .
antonio m.
22 de mayo de 2012 a las 19:08
hola…esta es mi aventura…
el curso de trapecista que hice durante unas largas vacaciones en australia me sirvió para un año más tarde, adentrarme en los acantilados y zonas rocosas de las islas cies y luego cruzar a nado las dos islas más próximas ( vigilado ) y volver a subir hacia la otra isla..Llegúe con algunas sangrantes heridas pero muy satisfecho !!!!
saludos .
antonio m.
22 de mayo de 2012 a las 18:51
Subirme en una balsa inflable de salvamento ( las RAFT del avión), vestida, y sin zapatillas Skesher Go Run mientras intentaba salvar a a una de mis supuestas ahogadas compañeras. Casi que me ahogo literalmente de la RISA y las instructoras tuvieron que llamarme la atención con el silvato. Si me REGALÁIS unas me hago la foto de nuevo NADANDO CON ELLAS¡!
Palabra de Skesher GO RUN !
22 de mayo de 2012 a las 17:40
lo mío más que una aventura es una prueba empírica que no todo el deporte se hace en el gimnasio…aunque también lo uso….
en una revisión médica rutinaria en mi época clubber, al analizar mi corazón, el médico me preguntó qué tipo de deporte practicaba con regularidad ya que mi corazón era “de deportista”…la respuesta: realmente ninguno olímpico, pero sí salgo a bailar hasta la extenuación cada fin de semana!