El Museo de Artes decorativas de París rinde tributo a un icono multidisciplinar acogiendo hasta el 24 de abril la exposición “Thierry Mugler, Couturissime”.
Esta gran muestra recorre la obra del diseñador de singular imaginación que revolucionó la moda, la alta costura y el perfume, y marca el regreso de un artista visionario, fotógrafo, inventor de perfumes y director a la ciudad donde cosechó sus mayores éxitos. La exposición “Thierry Mugler, Couturissime” se podrá visitar hasta el 24 de abril en el Museo de Artes decorativas de París.
Siluetas y accesorios de prêt-à-porter y alta costura, trajes de escena, fotografías, vídeos y archivos inéditos, que datan de 1973 a 2014, recorren el fascinante universo del diseñador, así como sus numerosas colaboraciones artísticas en los ámbitos del espectáculo, la música y el cine. “Thierry Mugler, Couturissime“ invita a descubrir y redescubrir a este artista total, a su vez bailarín, escenógrafo, fotógrafo y diseñador, un hombre que marcó su época revolucionando la moda con sus creaciones de morfologías esculturales a la vez futuristas y elegantes. Su estilo distintivo ha trascendido la moda y ha influido en generaciones de diseñadores hasta nuestros días.
Thierry Mugler, laboratorio de moda
Desde los años setenta hasta 2002, cuando Thierry Mugler dio la espalda a la moda, el diseñador se impuso como uno de los modistos más atrevidos e inventivos de su tiempo, llegando a encarnar la propia imagen de los años ochenta, gracias a una silueta gráfica de notable fuerza contundente. En los años noventa contribuyó poderosamente al renacimiento de la alta costura con sus colecciones y su sentido de la puesta en escena de espectaculares desfiles y grandes fotografías, combinados con las supermodelos más icónicas de aquel entonces.
“Thierry Mugler, Couturissime“, organizada en varios actos –como una ópera– conjuga temáticamente vestuario, proyecciones animadas, fotografías y música, generando atmósferas que encarnan los dispares proyectos en los que el artista ha participado desde finales de los setenta. La exhibición, repartida en dos niveles, comienza con una evocación del bestiario fantástico de Mugler –desde la microfauna hasta las profundidades del mar– que concede protagonismo al exceso: siluetas futuristas con hombreras puntiagudas, escotes abismales, cinturas de avispa irreales…
Artista total
Ninfas vestidas con bustiers de conchas de cristal con muescas y extravagantes medusas de organza parecen moverse a veinte mil leguas bajo el mar. A este mundo animal y acuático le sucede la ciencia ficción: las superheroínas del cómic, el diseño industrial y los coches futuristas se convierten en nuevas fuentes de inspiración. Sorprendentes criaturas robóticas y aerodinámicas, fabricadas con materiales innovadores, se erigieron en emblemas, anticipando al mismo tiempo las revoluciones del transhumanismo.
Mugler también dio forma a la “glamazona”, una mujer chic, moderna, urbana y glamurosa que iba a contracorriente de la moda flower power y hippie de finales de los setenta. En un escenario en blanco y negro del recinto expositivo de “Thierry Mugler, Couturissime”, sus brillantes creaciones evocan la tentación del erotismo y el fetichismo, con trajes más desnudos que fusionan el látex y el vinilo, materiales subversivos e innovadores que Mugler elevó a la categoría de clásicos.
Más allá de la moda
Además del diseño de moda, Thierry Mugler se ha distinguido en el campo de la perfumería al lanzar en 1992 el mítico perfume dulzón Angel, una revolución olfativa que inauguró la tendencia de los perfumes gourmand. Una parte de la muestra está dedicada a este hito de la perfumería.
La música cobra protagonismo en otra sala de la segunda planta con el videoclip Too funky de George Michael, dirigido por Thierry Mugler, cuyos trajes lucen las modelos más archiconocidas de los noventa: desde Eva Herzigova o Linda Evangelista, hasta Emma Sjöberg o Estelle Lefebure, pasando por la modelo transgénero Connie Girl, el intérprete Joey Arias y Julie Newmar, la primera Catwoman.
Mugler también fue pionero en el fenómeno de los desfiles-espectáculo en sus pasarelas, invitando a participar a celebridades de Hollywood como Diana Ross, Tippi Hedren y Sharon Stone, y firmando él mismo la puesta en escena y las bandas sonoras. Por último, la exposición recupera una selección de trajes diseñados por el artista para Macbeth, obra presentada por la compañía Comédie-Française en el Festival de Aviñón en 1985.
Texto y fotos: Paco Neumann