El estudio valenciano Viruta Lab acaba de diseñar Al Taulell (En el mostrador), un restaurante que transmite la esencia, el ambiente y el bullicio de los mercadillos del barrio. En un espacio de más de 145m2 ubicado en Arrancapins. El restaurante rescata en su interiorismo la esencia arquitectónica de este carismático e histórico barrio de Valencia.
El estudio creativo de arquitectura e interiorismo Viruta Lab, compuesto por David Puerta y María Daroz, ha materializado este proyecto mediante un ejercicio de reinterpretación del diseño tradicional autóctono. Para ello ha recuperado los materiales originales del local como el cemento, el ladrillo o el metal logrando transmitir la singularidad de su entorno. También han recurrido a piezas decorativas tradicionales como la persiana alicantina y un estilo art decó en el mobiliario. Todo ello para un restaurante con una carta de platos realizados con producto fresco y local. Para mantener la esencia del local, Viruta Lab ha usado el concepto de la “belleza de lo imperfecto” dejando a la vista el ladrillo, cemento y metal. Con esto han conseguido crear un ambiente industrial y auténtico que refleja la identidad de los mercadillos ambulantes.
La irregularidad geométrica del espacio permite zonificar el restaurante: un vestíbulo que se presenta como escaparate del producto fresco para abrir paso a un comedor de mesas corridas que potencian las relaciones sociales. Tanto la distribución como el mobiliario y la decoración es un homenaje a los mercadillos del barrio. El vestíbulo se resolvió con una barra a doble altura. Esta delimita la cocina semi abierta e invita a los usuarios a sentarse y disfrutar de una nueva experiencia gastronómica más casual.
En el comedor se proyectan numerosas mesas altas longitudinales a modo de barras que aluden a la vida familiar y social del barrio. Las cabeceras de las mesas han sido diseñadas en semicírculo con un doble aro metálico que permite independizar la experiencia del usuario y crear una nueva mesa para aquellos que prefieran un tapeo de pie, más rápido e informal. También han recurrido a la lona y las estructuras metálicas típicas de los mercadillos ambulantes para diseñar la estructura que delimita cada zona de asiento que añaden calidez al espacio. Las barras y las mesas están diseñadas con un perfil metálico de sección circular sobre porcelánico y aparecen coronadas modularmente por cúpulas acústicas suspendidas que aportan luz al espacio.
María Daroz y David Puerta han realizado el diseño de todos los elementos que conforman el mobiliario de Al Taulell. Todos basados en una estética Art Nouveau muy depurada. En cuanto a la gama de colores, los diseñadores se ha usado una gama de color mínima: el dorado, dos tonalidades de azul y blanco roto. Para conferir su ambiente auténtico, las paredes se han dejado desnudas, con ladrillos vistos, pátinas de pintura y la forja original de sus ventanales.
Las paredes de Al Taulell, afectadas por intervenciones anteriores, han sido tamizadas por Viruta Lab con elementos de costumbrismo valenciano como la persiana alicantina de lamas de madera maciza, tan característica de la ciudad. Y para potenciar la sensación de estar en la calle y rescatar la característica costumbre de “tomar la fresca”, el techo genera un velo irregular con emparrillados de ferralla sin tratar. Con la idea de que envejezcan con el paso del tiempo y se integren en la pátina histórica del local. Con Al Taulell, Viruta Lab ha logrado rescatar en su arquitectura el lado más tradicional, social y humano de la cultura valenciana, una oda al diseño y al estilo de vida mediterráneo.
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