Hablamos con HW Studio sobre uno de sus últimos proyectos: “La colina frente a la cañada” seleccionada por Neo2 Magazine como una de las mejores casas de 2021. Ubicada en El Vaquerito, México, este proyecto juega con el lenguaje de la naturaleza privilegiada que le rodea para crear un refugio único.
En este ambiente tan mágico, el proyecto tiene que nacer desde el plano sensorial. Así nos lo explican los integrantes de HW Studio: “La idea que originó este proyecto surgió de los sutiles murmullos que un entorno como éste susurraba y se escuchaba, así como de la búsqueda de protección y refugio del cliente. ¿Cómo poder sentirse protegidos?¿Qué es lo primero que se hace ante la vulnerabilidad? Esta pregunta vino acompañada de una imagen, de un recuerdo: la de un niño asustado cubriéndose con una ligera sábana mientras asoma la mirada para ver lo que ocurre a su alrededor. La sábana arropa, protege y envuelve. Debajo se crea un espacio tan seguro e íntimo que es capaz de alejar cualquier demonio que pueda estar rodeando la habitación.”
Formalmente, el gesto de cubrirse con la sábana, se materializa en la creación de una nueva colina entre las originales que habitan el lugar. Este gesto genera una continuidad en la bella superficie viva que rodea el terreno.
El proyecto de HW Studio nunca tuvo el objetivo de destacar sobre el paisaje. Los arquitectos entendieron que el rico entorno era lo que iba hacer que “La colina frente a la cañada” fuera excepcional. “La arquitectura debía ser en este caso el acento en las palabras del poema, la coma, o en todo caso algún signo de interrogación, pero jamás debía ser el poema en sí. El poema ya estaba dado por los pinos, encinos, huizaches, las luciérnagas, el camino, la cerca, la pileta de agua del vecino, la tierra, la huerta y el ruiseñor.”
HW Studio trasladaron esta metáfora del poema al plano material. Ellos pusieron los acentos, cuatro muros de hormigón, en el poema, la naturaleza. Dos de estos muros contienen la tierra de la nueva colina, la sábana que nos protege. Los otros enmarcan el acceso escoltan al huésped durante su promenade al interior de la casa.
El acceso a la casa se plantea como toda una experiencia. El espacio entre los dos muros es lo suficientemente amplio para recorrerlo solo cómodamente, pero lo suficientemente estrecho para no poder hacerlo acompañado. En mitad del camino encontramos un viejo árbol. Su presencia es tan significativa que fue necesario distorsionar la linealidad de uno de los muros con una suave curva y así poder pasar junto a él. Al esquivarlo, el visitante se encuentra tan cerca que incluso es posible llegar a rozarlo.
Después de atravesar el umbral del árbol, bajar unos escalones de piedra sólida, y abrir una pesada puerta de acero, por fin hemos llegamos al interior. Nada más entrar, se descubre una bóveda de hormigón que soporta las cargas de la sábana verde que posa sobre ella. Da la sensación de estar dentro de una fría, oscura, pero extrañamente acogedora cueva.
HW Studio fueron muy cuidadosos con la utilización de materiales. Se eligió el hormigón como material principal haciéndolo trabajar como una nueva roca que se funde mientras dialoga inevitablemente con el bosque. El hormigón es cambiante, pasa de colores gises a verdes, negros y amarillos, y se mimética paulatinamente con su entorno. El suelo enfatiza el aroma a madera que se percibe al estar rodeado de pinos y da balance a la temperatura fría del hormigón. Finalmente, el acero que con el tiempo y las lluvias adquiere una apariencia parecida a la corteza de un árbol.
En cuanto a la organización espacial, de lado izquierdo de la casa se encuentran las áreas públicas completamente expuestas hacia la boscosa cañada y de lado derecho las áreas privadas que se abren más tímidamente hacia un patio, el cual permite ver el cielo y la copa de algunos árboles pero que se cierra hacia el exterior.
Era preciso tener muy pocas referencias de elementos que recordaran algún momento específico del tiempo, por eso se escondió el refrigerador y los electrodomésticos, las luminarias se dispusieron de forma muy discreta, y sólo se incluyeron cuatro materiales principales: piedra, madera, concreto, y acero. Era muy importante para el cliente conservar la atmósfera ruda y primitiva de estar en la montaña.
———
HW Studio (Rogelio Vallejo Bores, Oscar Didier Ascencio Castro)
Localización: El Vaquerito, Morelia, Michoacán. Mexico
Fotografía: Cesar Bejar y Dane Alonso
IG: @hwstudioarq
+ www.hw-studio.com
———