Después del éxito de su colaboración con el restaurante italiano Bun en Milán, Masquespacio acaba de inaugurar el nuevo Bun en Turín. Un espacio en el que los protagonistas son los tres colores corporativos.
Partiendo de la identidad del primer restaurante en Milán, la cadena italiana de restauración Bun ha vuelto a confiar en Ana Hernández y Christophe Penasse para el diseño de su nuevo restaurante en Turín. Mediante el uso de 3 colores, en el nuevo espacio se diferencian tres zonas que transmiten distintas sensaciones. Los 3 colores que se utilizan en la decoración -verde Bun, rosa pálido y azul agua- fluyen en el espacio creando distintas zonas diferenciadas. Como indica su claim, la nueva decoración invita a fluir por el espacio: “Be water, my friend”.
El proyecto se centró en su escaparate, formado por un gran ventanal dividido en 3. El escaparate, además de aportar luz natural, da una visión del espacio desde fuera. Aprovechando las 3 grandes ventanas se utilizaron 3 colores diferentes para diferencian el espacio y guiar al visitante. Cada una se convierte en un escaparate distinto. “La idea de jugar con un color por escaparate es crear un efecto visual desde fuera en el que el espectador al caminar en frente del nuevo Bun se ve entrando de un mundo visual al otro, dejándose llevar por un viaje de diferentes experiencias dentro del mismo espacio”, explica Ana.
En el interior los diseñadores de Masquespacio decidieron dividir el espacio en tres zonas. Para ello utilizaron el color con el que crean un juego visual en todo el interior. El color verde icónico de Bun dirige al cliente directamente a la barra de pedidos, mientras que el rosa y el azul te llevan a 2 zonas de comedor distintas. En la zona rosa, además de una mesa compartida se ha levantado una tribuna que continua con el concepto de los arcos del restaurante anterior. También permite a los comensales sentarse a diferentes alturas y configura dos zonas de comedor más privadas. Para su decoración Masquespacio ha utilizado los mismos elementos que en el restaurante de Milán como el mobiliario, los arcos, las baldosas de cerámica de colores y mesas de terrazzo, creando así la imagen de marca.
El claim “Be Water My Friend” introduce la zona azul del restaurante. La zona le da un toque divertido y permite a los visitantes sentirse como si estuvieran sumergidos en el agua de una piscina enorme. El revestimiento efecto espejo aumenta aún más la sensación de estar en una piscina. Se utilizaron escaleras de piscina metálicas como recurso decorativo y en las paredes, luminarias que simulan ojos de buey. Un espacio con un diseño retro-futurista que parece sacado de los años 60 pero que el estudio Masquespacio ha sabido reinterpretar dándole un toque único y contemporáneo al nuevo restaurante Bun.
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