Isabel Do Diego fusiona el folclore andaluz de raíces cordobesas con electrónica y performance. El próximo 22 de abril lo presenta en Madrid.
Isabel Do Diego es el proyecto musical del actor cordobés Juan Diego Calzada. Aunque si se busca en Google se descubre su trayectoria como Juan Diego Calzada. Sobre Isabel Do Diego no hay mucha información, de momento, ni la edad. Solo se saca en claro que es de Villa del Río (Córdoba) y que acaba de publicar su primer disco Depueblo. Un disco que gustará a los amantes del quejío y de lo electrónico, porque combina todo esto con una estética y arreglos del 2021. Su nombre viene de Isabel y Diego y uno de los puntos de partida del proyecto es Manuel de Falla. Una interesante mezcla cultural e intelectual.
Así define Isabel Do Diego su proyecto: El quejío electrónico abre un cuerpo a la fuga que traza una nueva perspectiva sobre el folclore andaluz. Depueblo es una prótesis folclórica que trasciende los espacios que la carne no puede habitar. Entre la familiaridad rural y el extrañamiento futurista. Isabel modula sin rebozo un insólito paisaje saturado de requiebros, oraciones, arrullos y voceríos. Cánticos remotos y sonoridades futuras labran en este disco un campo andaluz que siempre estará.
Entrevista con Juan Diego Calzado sobre Isabel Do Diego.
¿Cómo empezaste a hacer música?
En 2002. Cuando comencé a escribir y dirigir mis piezas escénicas y audiovisuales. Quería crear y desplegar todas las capas posibles en el universo artístico de mi trabajo. Invertí un dinero en comprarme todo el equipo necesario para tener un estudio de grabación en casa y que este, a su vez, pudiera moverse de lugar. Siempre he defendido la importancia de tener espacios de trabajo que puedan servir como laboratorios artísticos. A partir de ahí, comencé a componer y producir la música y espacio sonoro de mis propias piezas. También comencé a componer para mi compañía Vértebro y para otras artistas.
También eres actor, ¿por qué diste el salto a otro campo creativo?
No siento que haya dando saltos entre diferentes campos creativos. Más bien creo que transito o fluyo entre ellos porque en realidad no están separados. Todos convive y dialogan para que una creación pueda ver la luz. Yo estudié arte dramático en la rama de interpretación textual y también dirección escénica. A día de hoy rehúyo de las etiquetas cerradas en ese sentido. Prefiero trabajar desde una visión más global artísticamente hablando. Lo más importante es saber qué quiero contar y cómo lo quiero compartir. A partir de ahí, comienza mi trabajo como artista y las diferentes disciplinas que abordaré para llegar a ello. También las personas que se cruzarán o me acompañarán en dicho proceso.
Isabel y Diego eran los nombres de tus abuelos, ¿por qué has querido homenajearlos?
En el verano de 2018 me alquilé una casa en la montaña de Izurtza, un pequeño pueblo de Euskadi. Quería aislarme en mitad de la naturaleza para seguir avanzando en mi proyecto musical. Solía ir a mitad de un bosque a cantar y vociferar las melodías que estaba trabajando y en una de esas sesiones me vino el nombre. Así fue como decidí encarnar a ISABEL DO DIEGO como identidad sonora. No ha sido un homenaje buscado. Mis abuelos maternos habían fallecido años atrás y tomar este nombre se dio de manera natural. Es como habitar un tercer cuerpo.
Parece que llegamos a valorar a los abuelos cuando ya es tarde.
En mi caso no ha sido así. Siempre han estado muy presentes y lo siguen estando con toda la herencia cultural y vital recibida. Mis abuelos maternos trabajaban en el campo. Me crié y eduqué junto a ellos. Me dieron mucha libertad para expresarme como quisiese y soy artista gracias a ellos. Desde que tengo uso de razón, mi abuelo Diego me llamaba artista. No usaba mi nombre.
Serenata Andaluza perteneciente a la suite de las Tres piezas de la juventud (1900) de Manuel de Falla ha sido tu punto de partida, ¿por qué esto?
Más bien es el punto de fuga final. El álbum DEPUEBLO lo cierro con el tema TRASHUMANTE · Clamor tras flama en el cual tomo como referencia la Serenata Andaluza de Falla para generar un viaje electrónico mutante y poliédrico. Imaginaba una electrónica que no fuese predominantemente binara en su tempo, que atravesara físicamente todo el cuerpo cuando lo oyeses y desplegara un agujero negro del sonido como final del álbum.
Compartes casa con Verde Prato, y proyectos musicales como Baiuca, Califato ¾. Todos con el común denominador del folclore y la electrónica de por medio. ¿Por qué crees que surje esta tendencia?
Es difícil poder valorar o argumentar una tendencia. Además tu pregunta me genera aún más ¿Es realmente una tendencia o una forma de abordar la creación que siempre ha permanecido así pero solo muta su carcasas, lenguajes o medios? ¿Qué es pasado, presente o futuro a nivel artístico en pleno siglo 21? Creo que vivimos una época atemporal en ese sentido. Somos una generación híbrida entre lo analógico y lo digital. Quiero creer que todo esto nos hace personas con menos prejuicios y más libres. En mi caso no he querido recuperar el pasado. Más bien continuar con la herencia musical e imaginarla desde un espacio-tiempo futuro. Esas han sido mis premisas.
Vas a dar un concierto dentro de poco en Madrid como Isabel Do Diego, ¿qué puedes adelantarnos de este disco?
DEPUEBLO es un viaje sonoro de principio a fin y para el directo he trabajado con esta misma estructura. También realizo variaciones de algunos temas de forma muy diferente al álbum e incluyo materiales o temas inéditos. Me gusta seguir con la idea de mutación constante dentro de unos parámetros pertenecientes al universo de este álbum. Al final concibo el concierto como una pieza total e intento tener muy presente el espacio donde lo haré para cuidar, dentro de mis posibilidades económicas, toda la puesta en escena.
Depueblo es el primer disco de Isabel Do Diego, ¿qué querías contar con él?
Como decía anteriormente, yo me impuse unas premisas o dogmas para su creación. Imaginaba a una persona de campo en su pueblo. En el futuro. En un siglo 23 pero al mismo tiempo atemporal. Que no pudieras ubicar un espacio-tiempo concreto. Para materializar esto tomé la idea de realizar un folclore austero y brutalista. Sólo aparecerían voces de seres vivos (humanos, animales y naturaleza) y las bases serían una instrumentación electrónica, a priori, no reconocible. También quería conseguir una narratividad en su justa medida para que cada oyente completara dicho viaje desde su propia perspectiva vital. Por eso las letras son muy abiertas en ese sentido e incluso hay temas que son simples tarareos. Valoro mucho los tarareos y la tradición oral.
¿Por qué crees que se valora tanto el pueblo?
Creo que se valora de manera sesgada. Cuando se habla o nombra la idea de pueblo, se hace desde un lugar bucólico, placentero o pacífico. Nunca de una manera más extensiva o amplia. Además existen muchos tipos de pueblo. Desde los surgidos en plena naturaleza y ligados el trabajo del campo hasta los creados con un fin industrial como los pueblos dormitorio. Hoy en día, con la globalización, un pueblo puede ser una mini ciudad respecto al uso de toda la tecnología presente. Casi prefiero hablar del concepto pueblo como una actitud más que como un lugar.
¿Por qué en una sociedad cosmopolita que se basa en la tecnología ensalza tanto el pasado, la artesanía y lo rural?
No sé si esto es así, pero en el caso de que exista esta confrontación, podría ser por todo lo que representa internet y toda su tecnología a día de hoy. Lo usamos todo el día en todas las capas o facetas de nuestra vida. Quizás puede ser por esta excesiva virtualidad y digitalización.
¿Con quién te gustaría colaborar como Isabel Do Diego?
Nombres propios no los voy a decir pero sí que estoy en comunicación con algunas personas para trabajar juntas. En principio me gusta definir la idea de colaboración como un encuentro entre personas o ideas que desean converger, cruzarse y dialogar. Además me gustaría que dicha colaboración fuese lo más presencial posible para poder nutrirme y aprender de la otra persona durante el proceso de creación. Veremos que va sucediendo.
¿Qué canción representa mejor a Isabel Do Diego a día de hoy?
En este momento tomaría de mi albúm el tema BARBECHO · Quejío en barullo y una canción externa a mí sería Submarine del álbum Medúlla de Björk.
Navegas entre el folclore y la electrónica, ¿qué etiqueta sientes tú que es mejor para ti?
Por lo dicho anteriormente se puede entender que no estoy muy a favor de las etiquetas aunque entiendo que se usen y que en ciertos aspectos sean necesarias. Voy a decir que una música permeable y mutante.
Para los looks de Isabel Do Diego, ¿en qué te inspiras?
Para esta era DEPUEBLO tuve claro cuatro colores con los que trabajar. Negro, blanco, gris hormigón y magenta (rosa mexicano). También trasladé la idea que señalaba anteriormente de lo austero y brutalista a la imaginería. Con todo esto estoy trabajando.
¿Qué música estás escuchando ahora mismo?
Clamor de Maria Arnal y Marcés Bagés, Kondaira eder hura de Verde Prato Phoenix: Flames Are Dew Upon My Skin de Eartheater y mucha recitación y música del teatro Bunraku japonés.
Planes para 2021.
Espero y deseo seguir dando conciertos, todo lo que se pueda en este momento, y poder compartir con el público DEPUEBLO. También, con mi compañía Vértebro, estrenaremos una nueva pieza escénica en el Festival TNT este próximo octubre. Y continuaré trabajando en mi nueva música.