Sin filtrar, solo dale la vuelta y saborea tu libertad, así es EL Águila y así eres tú.
Ponte en contexto: Madrid, año 1900, época dorada para la gran capital. Algunos se reunían en los cafés literarios y daban paso a tertulias de horas y horas. Otros paseaban por la Gran Vía que mucho ha cambiado desde entonces. Y había grupos que se entretenían en actividades que a día de hoy se siguen manteniendo. ¿Te preguntas cuáles pueden ser? Hay cosas que a pesar del tiempo no cambian, solo mejoran. Te contamos una historia sin filtrar que seguro te sorprenderá.
En ese Madrid del 1900 un valiente y seguro emprendedor vio el lugar perfecto para dar vida a una bebida que seguro sueles pedir muy a menudo. Nuestra cultura de bares es la herencia que nos dejan aquellos madrileños que se reunían en las tabernas para beber y conversar mientras bebían… ¿Te lo puedes imaginar ya? Te diremos que el sujeto de nuestra historia tiene más de 100 años y mantiene los mismos procesos de elaboración que en aquella época, sí sí, los mismos procesos que utilizaban en el Madrid de las tabernas. En aquel entonces las cervezas no se filtraban. Para los mas entendidos estas son “cervezas vivas” porque no han sido pasteurizadas y vienen de la fábrica sin sufrir tratamientos que inciden en el sabor y olor rebosante de una cerveza sin tratar.
Imagen superior: Campaña El Águila Sin Filtrar
En la actualidad, de ese proceso sin filtros, nace la variedad más icónica que seguro ya conoces: El Águila Sin Filtrar. Solo dale la vuelta, deja que sus levaduras colisionen entre sí y lo demás está hecho. Sin filtros, así son las personas espontáneas que saborean la libertad más que nadie. Con las que pasas los mejores ratos y con las que todo es tan real que te sientes tan a gusto que parece que estás en casa. Y las horas pasan y no te quieres ir. Si eres de esa gente sin filtrar, entonces el Águila Sin Filtrar es para ti. Una lager especial, ligeramente turbia, testimonio de su carácter único. Al no ser filtrada, se realza especialmente el carácter de sus lúpulos Perle y Lemondrop y se intensifican sus aromas. Como ya te hemos dicho: los sin filtros son los mas disfrutones. Disruptiva, tradicional y fácil de beber con una graduación alcohólica del 5,5% en volumen. El complemento perfecto para pasar el tiempo y disfrutar de momentos especiales y ratos libres.
Las cosas buenas no deberían cambiar nunca. Por eso su elaboración moderna se inspira en los métodos de 1900. Su respeto por la receta y el saber centenario la convierten en una propuesta diferente a la vez que genuina para los cerveceros. Al ser una cerveza sin filtrar, para sacar todo su potencial es necesario darle la vuelta, así que dale la vuelta a todo lo que sea necesario y saborea toda esa libertad encerrada en un botellín. El Águila Sin Filtrar no necesita filtros ni artificios para llegar al público, es auténtica y está sencillamente muy buena.
Y dentro de lo bueno también tiene que haber variedad. El Águila 1900 es una lager especial muy equilibrada con el mismo volumen de alcohol y que combina la intensidad de la malta caramelizada con la frescura de una mezcla de lúpulos, a la que se añade una nueva variedad, Lemondrop. De color dorado, brillante y espuma blanca consistente, fruto de la combinación de maltas, tiene un toque especial para aquellos que se quieran salir de lo mas tradicional.
Ambas cervezas son tan buenas que han conseguido el reconocimiento del sector en los distintos certámenes internacionales. El Águila 1900 cuenta con un Gold Award otorgado por el Instituto de Calidad Monde Selection, una estrella en los premios Taste Superior Awards, considerados la guía Michelin de las bebidas, y premio Plata Lager en los World Beer Awards. Por su parte, El Águila Sin Filtrar es la única cerveza española que ha ganado el Premio Internacional Grand Gold Quality en 2020. Así sin filtros se consigue lo bueno, y de lo bueno El Águila te da lo mejor. Saborea tu libertad.