Heliogàbal o cómo ser una sala de conciertos en Barcelona y superar crisis y pandemias desde 1995.
Heliogàbal es una de las salas más importantes de toda la escena indie y pop española. Ubicada en pleno centro de Barcelona es un referente español desde hace 26 años. Todo el indie español underground ha pisado su mítico escenario con paredes rojas. Con toda su historia y su experiencia, aún así, desde hace 5 años están peleando contra multas, cambios, reformas, leyes y, para colmo, el Covid ha sido la última estocada. Sin embargo, ellos sobreviven y siguen apostando por la música independiente nacional. El Heliogàbal se encuentra en Carrer de Ramón y Cajal, 80, en el emblemático barrio de Gràcia y si tienes la oportunidad, pásate a tomarte unas cervezas o disfrutar de los conciertos que siguen haciendo. El próximo sábado 13 de marzo tocará en directo Jonás de Murias y para saber más del Heliogàbal, Albert Pijuan (52 años, Barcelona) director del espacio, nos cuenta cómo está siendo el tener una sala pequeña e independiente en mitad de una caótica pandemia.
Elane el pasado 9 de marzo en Heliògabal (@heliogabalbcn). Foto de Marina Tomas Roch.
Entrevista con Albert Pijuan, director de la sala de conciertos Heliogàbal de Barcelona
¿En qué punto está la sala Heliogàbal ahora mismo?
Llevamos 5 años, desde que nos acribillaron a multas, con tres reformas y una infinidad de trámites burocráticos. Ahora ya cumplimos todas las normativas habidas y por haber, solo nos falta por hacer la última reforma que es la más agradecida, un escenario nuevo en el local contiguo que será la guinda del pastel que nos hemos tenido que comer.
¿Cómo nació este espacio?
Como Asociación Cultural sin ánimo de lucro que fundaron hace 25 años un grupo de personas muy activas culturalmente. Poetas, músicos y artistas de diferentes disciplinas.
Sois una de las salas más míticas e icónicas no solo de Barcelona sino también de España, ¿cómo os sentís con esto?
Con una bonita sonrisa y la cabeza bien alta dentro de la humildad que te da el pequeño formato de nuestro local.
¿Cómo habéis sobrevivido a toda la pandemia?
Apretándonos el cinturón y endeudándonos aún más de lo que ya estábamos después de tanta inversión en reformas. Más algunas ayuditas de cultura del Ajuntament de Barcelona y de la Generalitat y el patrocinio de Estrella Damm que hay que valorar mucho porque nos ha seguido apoyando durante estos 5 años en los que solo hemos podido trabajar intermitentemente y a medio gas, menos mal.
¿Cuál es el futuro de Heliogàbal a medio y largo plazo?
Esperamos dejar atrás tantas dificultades para poder volver a centrarnos en la actividad cultural. De alguna manera el Heliogàbal nos transciende porqué los locales de pequeño formato son el circuito por el que se mueven y que alimenta a los artistas emergentes, son casi un bien social o al menos así lo sentimos nosotros.
¿Qué solución proponéis para que espacios como el Heliogàbal puedan seguir adelante?
Los conciertos de pequeño formato siempre son deficitarios para el local porqué la taquilla llega justito para el caché de los artistas. Y cuanto más pequeño es el formato, y por tanto el aforo, más deficitarios son. Las normativas nos equiparan a las discotecas en cuanto a exigencias en instalaciones, por ejemplo en insonorización, accesibilidad y salida de emergencia pero, sin embargo, tenemos explotación de bar, en nuestro caso casi de mini bar. Las instituciones harían bien en reforzarnos porqué cuanta más actividad generemos más fuerte será el tejido cultural de base que en definitiva es la cantera de la que salen los artistas que después pasan a formatos mayores. Necesitamos que los que mandan se pongan las pilas. Complicado, ¿no?
Por vuestra sala han pasado nombres que ya son historia de la música, ¿cuál recordáis con más cariño?
Buf, si nos ponemos a decir nombres no acabamos, muchos han dejado huella en el Helio y casi te diría que en nuestras vidas porqué nos han brindado actuaciones memorables. Sí que recordamos a grandes nombres que nos han mostrado que no es casual su éxito. Pero hay también hay muchos recuerdos increíbles de artistas menos conocidos que han hecho vibrar al Helio. La proximidad del pequeño formato combinada con el talento de los artistas es mágica, asoma el duende.
¿Qué anécdota que no hayáis contado nunca nos podríais contar?
Largas veladas con tanta gente simpática dan para mucho. Les hemos hecho bailar a todos.
¿A quién os gustaría traer en estas circunstancias?
Yo siempre pongo a Jonathan Richman en la carta a los Reyes Magos hehe. Bueno, pero lo que nos gusta más es seguir de cerca lo que se está cociendo en cada momento, la cosa fresca. Hay más propuestas interesantes de las que podemos asumir, el talento no se agota se transforma.
¿Vuestra BSO para ahora mismo?
Hay un temita muy chulo ideal para unos bailoteos tontos anti bajona de confinamiento, no sé si es un Cha Cha Cha: de Henry Mancini en La Pantera Rosa de Blake Edwards ‘It had better be tonight’, prefiero la versión instrumental a la vocal.
Planes para 2021.
Para esta primavera hemos preparado una programación de conciertos adaptados a las restricciones, de solistas de bandas, dos pases para 20 personas, en horario vermut de fin de semana. También empezamos un nuevo ciclo de conciertos que se llama: Segells Residents. Se trata de ciclos monográficos dedicados a los pequeños sellos discográficos que hacen un trabajo indispensable para los grupos emergentes. Haremos uno cada mes. Para verano estamos preparando, junto con otros locales de pequeño formato, un proyecto para poder montar conciertos de pequeño formato en espacios exteriores de nuestros barrios. No queremos que se repita el modelo del verano pasado en el que solo pudieron trabajar los Festivales, con aforos de entre 300 y 800 personas, y el pequeño formato quedó olvidado. Pero necesitamos que las instituciones nos lo permitan, que nos echen un cable. En otoño ya veremos como está el panorama, si las restricciones continúan pues seguiremos con el plan de la primavera y mucha paciencia. No queremos parar, nos adaptaremos.