Desde hoy y hasta el 11 de julio, bien entrado el verano, podremos visitar proyectos marcianos transdiciplinares, entre arte, literatura y ciencia, en la muestra “Marte. El espejo rojo” del CCCB. La exposición aborda el vínculo de los terrícolas con Marte desde la antigüedad hasta nuestros días.
Marte. El espejo rojo se puede ver en la sala 2 del CCCB. Coincidiendo en el tiempo con la llegada de tres misiones espaciales al Planeta Rojo, que probablemente renovarán nuestro conocimiento del planeta, la exhibición indaga sobre la condición humana, su futuro como especie y sobre la naturaleza del universo que habitamos.
Imagen de portada: Missió LATAM III realizada en las instalaciones de la Mars Desert Research Station, en Utah (USA), el mayo de 2019 © Mariona Badenes Agustí
Además, Marte. El espejo rojo explora las diferentes narrativas que el planeta ha supuesto desde punto de vista estético, simbólico y científico desde la antigüedad hasta nuestros días.
A propósito de Marte, el planeta que nos inspira
Desde las primeras civilizaciones, Marte ha sido espejo, metáfora y fuente de inspiración de los humanos. Por eso, el show despliega los muchos relatos que se han generado en torno a Marte, desde la antigüedad hasta el impacto que el imaginario marciano ha tenido en la ficción, pasando por la ciencia y la investigación actuales.
Vista panorámica de la montaña Wdowiak de Marte desde el rover Opportunity. 16 de octubre de 2014 © NASA
Con más de 400 objetos, entre libros incunables, esculturas, dibujos, fotografías, cómics, películas, manuscritos, piezas de coleccionista e, incluso, un meteorito marciano, Marte. El espejo rojo permite aprender del planeta, pero también de la crisis climática y de la vida humana en un “hipotético planeta B”.
Meteorito KG 002. Uno de los pocos meteoritos de Marte documentado, encontrado en el desierto del Sáhara el año 2010 © NASA
Ámbitos de la exposición
La exposición se divide en tres grandes ámbitos: Marte en el cosmos antiguo, ciencia y ficción en el Planeta Rojo y Marte en el Antropoceno.
Marte en el cosmos antiguo
Ares en la mitología griega, Marte en la romana, el planeta recibe un nombre diferente en cada cultura, pero atributos similares en todas ellas. Una estrella roja en la bóveda celeste, un dios asociado a la tierra desde el comienzo de la agricultura. Además, es una de las potencias divinas que tienen el monopolio de los asuntos relacionados con la guerra.
Marte es una constante en las diferentes tradiciones y en las más antiguas historias del origen del cosmos. Además, es uno de los primeros arquetipos de la potencia masculina, de las virtudes guerreras, y del furor en el combate.
Izq: Talleres romanos. Figura del dios Marte, s. II-III dC. © J. Bagot Arqueologia – Ancient Art. Centro: Escarabeo con una representación del dios babilónico Nergal, s. V aC – s. IV aC © Museu Arqueològic d’Eivissa i Formentera. Der: Mars Balearicus. 400 a.C. Bronce ©Museu de Mallorca
Así pues, Marte, como símbolo de una masculinidad violenta que recorre la historia de la humanidad hasta nuestros días. O Marte interpretado de acuerdo a los sistemas mentales que configuran el orden hasta el Renacimiento. Esta sección, incluye representaciones mitológicas como el Mars Balearicus, la ciencia astronómica antigua en el incunable Almagesto de Claudio Ptolomeo o los precursores de la ciencia ficción.
Claudio Ptolomeo. Almagest. S. XIII [s. II dC] © Biblioteca Nacional de España
IZQ: Galileo Galilei. Dialogo sopra i due massimi sistemi del mondo Tolemaico e Coperniciano. Florencia: por Gio. Batista Landini, 1632 © CRAI Biblioteca de Reserva (UB). DER: Giovanni Schiaparelli. Hemisferio austral de Marte. 1877-1878. Archivio storico dell’Osservatorio astronomico di Brera © Fondo G. V. Schiaparelli
IZQ: Cartel de la película Aelita (1924) de Yakov Protazanov. DER: Fotograma de la película Aelita (1924) de Yakov Protazanov
Ciencia-ficción sobre el Planeta Rojo
La literatura siempre ha ido a la par de la ciencia. El desarrollo científico-tecnológico y sus ensayos prueba-error han colonizado la imaginación de multitud de narradores, generando una literatura heterodoxa que se corresponde, en buena medida, con las diferentes etapas del llamado género de la ciencia-ficción.
IZQ: Herbert George Wells, The War of the Worlds, con ilustración de James Gary Whitman Publishing, 1938. DER: Amazing Stories, vol. I, núm. 9. Ilustración de cubierta de Frank R. Paul. Gernsback Publications, diciembre de 1926. Ambas © David Saunders Collection
Desde H. G. Wells hasta las obras de Ray Bradbury y Kim Stanley Robinson, la paradoja es sugerente: el extraordinario avance científico en el conocimiento del Planeta Rojo se entrelaza con una amplia producción cultural en la que Marte ocupa un lugar destacado. Tanto por la producción literaria como por la fílmica, Marte se ha convertido en uno de los iconos privilegiados del imaginario pop.
IZQ: Lars of Mars, núm. 11. Cubierta de Allen Anderson, Ziff-Davis Publications, julio-agosto 1951. DER: The Magazine of Fantasy and Science Fiction, vol. III, núm. 1. Cubierta de Chesley K. Bonestell, Mercury Publications, febrero de 1952. Ambas © David Saunders Collection
Por eso, esta sección pone el acento en los binomios: ciencia y ficción, ciencia y literatura, ciencia y cultura popular —especialmente representada por el cine y la televisión— para explorar las relaciones entre científicos, ingenieros, escritores y artistas obsesionados e inspirados por Marte desde finales del siglo XIX.
IZQ: Henrique Alvim-Correa. “Londres muerto” (capítulo XXV), en La guerre des mondes. Bruselas: L. Vandamme & Co., 1906 [1896] © Stefan A. Gefter (EUA). DER: H. G. Wells, “The Things that Live on Mars”, ilustrado por William R. Leigh en Cosmopolitan Magazine, pág 343: Marzo 1908
Sin ir mas lejos, rescatemos los películas y series de TV que inundaban hogares durante la años 1980 de la guerra fría y la carrera espacial USA-desaparcida URSS. En ellas aparecían desde marcianos villanos y rojos —como el color de los comunistas soviéticos— pasando por las analogías amables tipo “animal” de compañía.
Así se muestra en esta sección Trip to Mars, producida por el inventor Thomas Edison, considerada la primera película norteamericana de ciencia ficción, o la colección de revistas pulp del artista norteamericano Norman Saunders.
IZQ: Percival Lowell observando a través de su telescopio. DER: Percival Lowell. Dibujo de Marte en color. 1905. Ambos © Lowell Observatory Archives
Un nazi al frente de la carrera del espacio estadounidense
Supongo que los hechos pasados criminales en nombre de un estado no importan si los hechos futuros ensalzan a otro. Ese es el caso de Wernher von Braun. Un ingeniero mecánico y aeroespacial alemán que fue oficial de las S.S. en la Segunda Guerra Mundial y proporcionó a Hitler armas terroríficas que conmocionaron al mundo. Está considerado como uno de los más importantes diseñadores de cohetes del siglo xx. Y fue el jefe de diseño del cohete V-2 que destruyó Londres y Amberes en 1944.
Wernher von Braun en su oficina del Marshall Space Flight Center, 1964 © NASA/MSFC
En 1948, tres años después del fin de la guerra y cuatro años después del episodio de V-2, Von Braun ya vivía en Texas. Fue nacionalizado estadounidense en 19552 para ser integrado en la NASA. Diseñó el cohete Saturno V, que llevó al ser humano a la Luna. Von Braun fue un personaje muy controvertido, que dedicó su vida al desarrollo de los cohetes para la conquista del espacio, aunque tuviese que ofrecerlos como armas para su desarrollo. Parece que al final de sus días se arrepintió, como comentó a sus allegados en sus últimos años y recoge la entrevista a Ernst Stuhlinger para un documental sobre su vida. Su conexión con esta expo es su trabajo, menos conocido, sobre el Planeta Rojo.
Primera fotografía del suelo marciano realizada por la Víking I el 20 de julio de 1976 © NASA
Marte en el Antropoceno
La catástrofe ecológica a la que asistimos es una evidencia consensuada por la comunidad científica. Vivimos un momento de emergencia climática que afecta a todas las especies vivientes y compromete el futuro de las nuevas generaciones. Sin ir más lejos la crisis pandémica provocada por el coronavirus, es consecuencia directa de ello. El no respetar la naturaleza nos ha llevado a una situación de distopía extrema.
IZQ: Marte, una topografía imaginada © Mid Studio/Alex Posada. DER: Imagen del auténtico color de Marte, realizada en febrero de 2007 por el instrumento OSIRIS de la sonda espacial Rosetta © ESA-Agencia Espacial Europea
IZQ: Imagen del Cráter Victoria de Marte realizada desde el Mars Reconnaissance Orbiter de la NASA. 6 de octubre de 2006. DER: Valles Marineris: El gran cañón de Marte (mosaico de imágenes tomadas por la Viking Orbiter 1) © NASA/JPL/University of Arizona
Ante una situación tan compleja, hay voces que proponen la colonización del espacio interestelar como salida. Y hay voces que reclaman soluciones urgentes para salvar el planeta Tierra.
Autorretrato del rover Curiosity cerca del Monte Sharp de Marte. 3 de octubre de 2016 © NASA
Vista desde el rover Curiosity después de cruzar una duna de Marte. 19 de febrero de 2014 © NASA
Es aquí donde Marte, como (im)probable planeta B, refleja la trascendencia de nuestra crisis ecológica global. Marte para seguir buscando respuestas sobre el origen de la vida, tanto terrestre como extraterrestre. Y también para tomar conciencia de un mundo sin nosotros.
Es este ámbito el que deviene un espejo en el que la Tierra contempla su propia esencia: misiones a Marte, fotografías de una Tierra muy marciana —o de un Marte muy terrestre—, proyectos especulativos sobre el futuro de la humanidad en Marte o especies marcianas procesadas per una inteligencia artificial.
Nüwa, primera tentativa del equipo internacional “The Sustainable Offworld Network” (SONet) de idear el desarrollo de una ciudad marciana que pueda ser sostenible y crecer de manera emancipada de la Tierra, 2020 © SONet / ABIBOO STUDIO (Gonzalo Rojas & Sebastián Rodríguez)
Interior de Nüwa, 2020 ©SONet / ABIBOO STUDIO (Gonzalo Rojas & Sebastián Rodríguez)
Actividades paralelas
Así mismo, este proyecto expositivo incorpora voces nacionales e internacionales del mundo de la creación, el arte, la ciencia y el pensamiento que presentan obra original dentro de la exposición y participan en un extenso programa paralelo que incluye debates, audiovisuales, o actividades educativas y familiares.
Abrirá este programa la conversación con el escritor Kim Stanley Robinson, el 26 de febrero. Robinson es uno de los autores de ciencia-ficción más prestigiosos a escala mundial. Hablará sobre los escenarios de futuro que abre la exploración humana del universo.
Miembro del equipo técnico trabajando en la planta piloto de MELiSSA
