La muestra Curiosidad radical. En la Órbita de Buckminster Fuller reúne las propuestas de una de las figuras más brillantes del siglo XX, que supo anticiparse a los grandes retos del XXI. Con cerca de 200 piezas, la exposición Buckminster Fuller de Fundación Telefónica descubre las creaciones de un visionario dirigidas a perfeccionar el mundo, el arte y el diseño. A superar, en fin, la vida misma.
La expo Curiosidad radical. En la Órbita de Buckminster Fuller abre unas puertas con más de cien años para entrar en una dinámica sostenible, recreando disciplinas como la arquitectura, la ingeniería, la filosofía, el medio ambiente y la educación, mediante la revolución del pensamiento. Bautizado por algunos como el Leonardo da Vinci del siglo XX, Buckminster Fuller (1895-1983) dedicó su vida a concebir soluciones para conseguir que el planeta funcionase de manera óptima para toda la Humanidad, reconstruyendo así la movilidad y la vivienda en las ciudades, transformando la información e incluso reclamando el uso de datos masivos para la toma de decisiones. Como explica Pedro Torrijos, ponente de la muestra de Fundación Telefónica, “Buckminster Fuller fue mucho más que un simple arquitecto, fue un ejecutador de la idea”.
Imagen superior: Weaving a Home 2020 – Rendering in Desert Environment, Jordan
Imagen superior: Vista de la exposición: Curiosidad Radical en Fundación Telefónica
Basándose en la actitud de Buckminster Fuller, sus inquietudes y procedimientos, la expo de Fundación Telefónica también incorpora propuestas de diferentes creadores que siguieron los vectores de las ideas del visionario mediante la práctica de la arquitectura, el arte y el diseño. Sin lugar a dudas, Fuller marcó el comienzo de una nueva era.
El nacimiento de la sostenibilidad
Defensor a ultranza de las posibilidades de la tecnología para mejorar la vida de las personas, Buckminster Fuller fue también un pionero de la conciencia medio ambiental; de hecho, su insistencia sobre la necesidad de proceder con responsabilidad para que nuestras acciones no amenacen el futuro de la Tierra, su exploración de la eficiencia energética y la biomimética o emulación de las formas de la naturaleza, son antecedentes directos del moderno concepto de sostenibilidad.
Imagen superior: Robert Duchesnay, 1992. Desmantelamiento de la Dymaxion Dwelling Machine.
Junto a esto, Fuller mantenía que para poder cambiar el mundo había que llevar a cabo una Design Revolution, es decir, un cambio radical y sistemático en la visión y en el funcionamiento del planeta. Una decisión de tal envergadura que sigue siendo perceptible en procesos tan actuales como la construcción de viviendas ligeras, la economía circular, la arquitectura basada en la eficiencia energética o la manera de trasladarse de un lugar a otro.
La marca Dymaxion
El conglomerado de dynamic maximum tension resume la dinámica de pensamiento y acción construida por Buckminster Fuller. Es más, un octaedro reúne la serie de invenciones más importantes del visionario a través de este dispositivo ideado por él mismo: Dymaxion Car, Dymaxion Deployment Unit, Dymaxion Dwelling Machine, Tensegrity, Submarisle, Monohex Geodesic Dome y Tensile-Integrity Structures.
Imagen superior: Hazel Larsen Archer, Buckminster Fuller at BMC – 1948
Dymaxion Car es un claro ejemplo de la máxima de “hacer lo máximo con lo mínimo” que Fuller aplicó en movilidad: se trata de un automóvil aerodinámico de 3 ruedas y 6 metros capaz de transportar hasta 11 personas alcanzando una velocidad de 140 km por hora. En este caso, el aprendizaje basado en la naturaleza fue esencial para Buckminster Fuller ya que, para crear el coche, se fijó en los peces y en su sistema de navegación, ubicando la dirección en la parte trasera. Imaginación al poder.
No obstante, en este apartado encontramos también las propuestas de artistas contemporáneos que han seguido la estela de Fuller en sus creaciones, como The Gate de Tomáš Libertíny, un esqueleto en 3D sobre el que 60.0000 abejas construyen una puerta. En otros términos: un ingenio fuera de serie.
El hogar
Una de las mayores inquietudes de Buckminster Fuller desde el comienzo de su trayectoria fue la vivienda: estaba convencido de que cualquier transformación profunda en nuestro modo de vida debía empezar por el hogar.
Además, Fuller consideraba que el fin último de la casa era maximizar la salud de sus habitantes, tanto física como mental; por tanto, la vivienda tendría una circulación de aire, humedad y temperatura siempre idóneos, sería energéticamente eficiente y, a su vez, la automatización de tareas haría que sus moradores tuvieran más tiempo para el ocio y para desarrollarse personalmente. ¿Se nos viene a la cabeza la idea de la casa inteligente actual, de la domótica en cualquier tipo de edificio?
Imagen superior: Vista de la exposición: Curiosidad Radical en Fundación Telefónica
Su modelo de vivienda evolucionaría desde sus Lightful Houses [Casas ligeras] (1927), pasando por la 4DHouse (1928), construida elevada del suelo y alrededor de un mástil, hasta la Dymaxion Dwelling Machine-Wichita House (1945): se trataba de una vivienda circular de aluminio de 113 metros cuadrados de superficie y 5 metros de altura, con un peso de 3 toneladas (muy inferior a los 150 de una casa tradicional). Sin embargo, su característica más importante era que resultaba totalmente sostenible y su forma ayudaba a conservar el calor, además de hacerla resistente a las tormentas y a los terremotos. El nuevo rumbo de la arquitectura del siglo XXI ya había cogido fuerza.
En este sentido, y a fecha de hoy, los diseños Gaia y Tecla del colectivo italiano WASP están inspirados en los nidos de las avispas alfareras y emplean la tecnología de impresión 3D para construir viviendas asequibles con el menor impacto ecológico posible.
El impacto de las cúpulas geodésicas
Sin duda, el proyecto de mayor envergadura y de más éxito de Buckminster Fuller fueron las cúpulas geodésicas, siendo quizás la más famosa la Biosfera de Montreal, creada para la Expo de 1967. Es más, durante la década de 1960, Fuller y su cúpula se convirtieron en un símbolo de la contracultura hippie por su afinidad con la ecología, la autosuficiencia y la sostenibilidad, y en un icono que ha representado durante décadas la idea de futuro.
Imagen superior: Buckminster Fuller ante el Dymaxion Car y el FlyesEye Dome durante su 85 aniversario
De cualquier modo, la cúpula geodésica nació como producto de múltiples factores: de los experimentos del visionario en torno a la idea de tensegridad, de su estudio de las reglas de la geometría y de su trabajo desarrollando una proyección cartográfica alternativa -el Dymaxion Map-, que le hizo interesarse por las líneas geodésicas, es decir, por el trayecto más corto posible entre dos puntos de una esfera. En otros términos: una geodésica es la mayor área que puede cubrirse con la menor cantidad de material, la culminación de la idea de efemerización, de que no se puede hacer más, con menos.
En esta sección, se observa el profundo impacto cultural de las geodésicas en su momento, por ejemplo, a través de varias imágenes de Debra Jane Seltzer, que muestran geodésicas autoconstruidas a lo largo de EE.UU.
Información, datos y cartografías
Buckminster Fuller parte de la premisa de que si contáramos con la suficiente información para entender cómo se distribuyen los recursos del mundo, sería mucho más sencillo encontrar una solución satisfactoria para todos.
Por ello, Fuller propone -ya en la década de 1930- crear grandes archivos de datos que se pudieran analizar gracias a las nuevas capacidades de los ordenadores para procesar grandes cantidades de información; de este modo, el visionario se anticipa, varias décadas antes de que la tecnología lo hiciera posible, a los discursos actuales del Big Data y la visualización de datos.
Imagen superior: Buckminster Fuller. 4D Tower, 1928. Cortesía The Estate of R. Buckminster Fuller
Bajo este contexto, Buckminster Fuller plantea crear una nueva cartografía que facilite representar el planeta sin las nociones preconcebidas de norte y sur, oriente y occidente. A partir de esta idea, en 1936, el visionario empieza a construir su World Resources Inventory (Inventario de Recursos Mundiales), una base de datos que empleará durante el resto de su vida como herramienta para diagnosticar crisis y problemas. Además, dicho inventario y las cartografías de recursos le llevan a desarrollar uno de los proyectos más importantes de su trayectoria: el Dymaxion Map.
Esta representación alternativa del planeta pretende resolver los grandes sesgos de la proyección que empleamos habitualmente -que coloca a occidente en el centro del mundo y relega a África y Latinoamérica- y permite que la propulsión del planeta pueda desplegarse de manera distinta para ilustrar diferentes ideas.
La tercera gran aportación de Buckminster Fuller, tildada entonces de descabellada, es el Geoscope. Si el Inventario de Recursos Mundiales es la base de datos que explica los procesos y sistemas del mundo y el Dymaxion Map es un nuevo código visual para representar el planeta, el Geoscope se convertiría en una gran esfera luminosa virtual donde se pudieran representar toda clase de configuraciones de datos geoestratégicos.
Una vez más, Fuller se proponía concienciar al mayor número de personas posibles para lograr un mundo más sostenible para toda la Humanidad.
Tecnología al servicio de la educación
Buckminster Fuller se anticipó de nuevo a su tiempo y, entre sus principales propuestas educativas, planteó el uso de dispositivos tecnológicos que favorecieran la concentración y la comunicación para lograr la transmisión de conocimientos.
Una de sus iniciativas fue la construcción de cubículos individuales donde cada niño pudiera acceder a material audiovisual específico desarrollado por especialistas de diferentes ámbitos, una suerte de MOOC actuales. Los niños accederían a estos documentales a partir de sistemas de televisión comunitaria (lo que él denominó Two-Way TV) y podrían estar en conexión telefónica permanente con su tutor.
Imagen superior: © Andrés Jaque Office for Political Innovation. Reggio School EL Encinar de los Reyes
Siguiendo la tónica de Fuller, y recordando su crítica constante a todo sistema educativo que reprima las ganas de experimentar y prime los conocimientos aprendidos de memoria, una de las propuestas actuales es el Colegio Reggio Explora de Madrid: una escuela centrada en la premisa del método pedagógico de Reggio Emilia, que propone que los entornos arquitectónicos pueden provocar en los niños un deseo de exploración e investigación –diferentes aspectos relacionados con la educación- íntimamente ligado con la naturaleza.
Finalmente, hay que subrayar que la exposición Curiosidad radical. En la Órbita de Buckminster Fuller, de Fundación Telefónica, va acompañada de una serie de actividades de difusión cultural sobre la figura del visionario que complementan la muestra y ayudan a comprender y descubrir el universo de Buckminster Fuller y de sus ideas para mejorar el mundo.
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Exposición Exposición Curiosidad radical. En la Órbita de Buckminster Fuller
Espacio Fundación Telefónica hasta el 14 de Marzo de 2021
Entrada: Gratuita
C/Fuencarral, 3, Madrid.
Teléfono: 91 580 87 00
www.espacio.fundaciontelefonica.com
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