Akkan, el dúo de barcelona de electrónica folk orgánica y libre presenta su primer álbum para deleite de nuestros sentidos.
Akkan (@akkanlife) es un dúo de electrónica folk orgánica formado por los dos amigos de Barcelona, Marc Fernández aka Ocellot (37 años) y Gunsal Moreno (37 años), también conocido como beGun. Por separado, Ocellot y beGun han conseguido crear un propio nombre dentro de una escena musical como es la electrónica underground. Juntos, han formado y creado una dupla que ha pasado por festivales como Eurosonic, InDoor, C/O Pop, Ozora, Soundeat, Monkey Week, Fort Festival, Vida, Avant Off, Icelandic Airwaves o Sonic Visions. Como dúo, Akka nace en el año 2018, año en el que publicaron diferentes EP´s como Bananat (La Belle Records), Regaliu (Foehn Records) y Kai (La Belle Records), además de varios remixes con gente como Naduve (Multi-Culti) El Búho (Wonderwheel Recordings), Íñigo Vontier (Correspondant) y DJ Raff (National Records). Hace unas semanas han publicado su primer LP, Akkan (Foehn Records, Bcn y Kartel, Londres), en el que han colaborado con lo más de la electrónica internacional como Huaira, Chancha via Circuito, El Búho y Arnau Obiols. Akkan te molarán si te gusta la electrónica que juega con los universos folclóricos y orgánicos.
Arriba, beGun y Ocellot forman Akkan
Entrevista con Akkan que nos presenta su primer disco como dúo de electrónica folk
¿Cómo empezasteis en la música por separado antes de formar Akkan?
Ambos empezamos muy jóvenes en el mundo de la música aunque venimos de culturas y ‘backgrounds’ diferentes: Marc (Ocellot) desde la psicodelia anglosajona y Gunsal (beGun) desde la electrónica y el ambient. En estos últimos 10 años hemos estado embarcados en varios proyectos y de hecho Akkan es justo la intersección entre ambos mundos. Cada uno aporta su bagaje musical y su experiencia al proyecto y esta unión nace de un trabajo cero premeditado, sino más bien espontáneo.
¿Y cómo surgió formar el dúo de electrónica Akkan?
Akkan nace de una buena amistad, de una manera similar de entender la música, de improvisar mientras hacíamos soundchecks en festivales y de las ganas de crear algo de cero, sin las ataduras estilísticas que cada uno arrastrábamos con nuestros respectivos proyectos.
¿Y el nombre del proyecto? Akkan no es algo muy común.
Es una palabra que tiene distintos significados en varios idiomas, eso nos gustó mucho y refleja bien lo que queremos transmitir en este proyecto. La idea surgió un día de manera espontánea: estábamos grabando sonidos en un bosque allí en Collserola y justo vimos a un chaval que escribía AKKAN en un árbol… de ahí viene el nombre.
En un momento en el que hay que etiquetar todo, ¿cómo os auto etiquetaríais?
Teníamos una ligera idea sobre la dirección que queríamos tomar pero fundamentalmente este es un proyecto muy basado en el directo y fue la improvisación lo que nos permitió dar con un sonido propio. Esa idea del sonido identitario es algo que ambos tenemos muy interiorizado, tanto con beGun como con Ocellot… no somos carne de estereotipos y no nos gustan las etiquetas, esa es la realidad. Llevamos dos años lanzando varios EPs, ahora saldrá el disco nuevo en diciembre, y todo ha fluido de manera muy natural, cuando nos ha apetecido meternos en un terreno más club, lo hemos hecho… y cuando nos ha dado más por algo psicodélico, también, sin ninguna presión.
¿Seguís creyendo en las etiquetas musicales?
Las etiquetas tienen su función y todos las usamos de un modo u otro. Creo que el primer instinto que tiene todo el mundo es de rechazo ante esas etiquetas, pero al mismo tiempo son necesarias ante la sobredosis de música que recibimos a diario. Creemos que la mejor etiqueta es ser fiel a uno mismo, por más que suene a tópico.
¿Cómo veis la escena musical de la electrónica?
Ahora mismo fatal. Está toda la escena sufriendo bastante por el tema del Covid, no solo artistas sino clubes, festivales, técnicos, empresas de sonido… la verdad está siendo duro. Pensamos que la percepción de la música cambia totalmente en el momento en que no se comparte en vivo porque en definitiva un concierto no solo es un acto cultural sino también tiene un componente social. Por otro lado, una crisis como esta nos obliga a ser creativos e innovar tanto en el formato como en la propuesta musical, esa es quizás la parte positiva de todo.
En un momento en el que la escena está muriendo, ¿cómo vais a dar a conocer vuestra música?
A día de hoy todo está en la nube y pensamos que la clave pasa por encontrar la manera correcta y efectiva de conectar con tu público.
¿Veis el proyecto a largo plazo?
Totalmente. Somos dos personas optimistas por naturaleza. Este año ha sido muy extraño a todos los niveles, pero también nos ha permitido trabajar en nuevo material y preparar bien el directo para cuando volvamos a la normalidad (la de verdad, no esta pseudo-distopia en la que estamos todos metidos).
¿Con quién os gustaría colaborar?
En el disco hay varias colaboraciones (El Búho, Arnau Obiols, Chancha via Circuito, Huaira) que han aportado su granito de arena y la verdad estamos muy contentos con cómo ha fluido todo con ellos. En el pasado también colaboramos con Dj Raff, Iñigo Vontier o Naduve entre otros. Cualquier colaboración significa aprender y eso te enriquece como artista y como persona.
¿Qué estáis escuchando ahora mismo?
Justo ahora estoy escuchando el disco de Yu su Roll With The Punches.
Planes para 2020 y 2021.
En breve sale el disco homónimo en formato digital & vinilo en Foehn Records (BCN) y Kartel (LDN) y a partir de ese momento tenemos un buen calendario por delante, entre avances de los próximos trabajos y conciertos que se cancelaron a lo largo del año. Como decíamos antes, somos personas positivas de naturaleza y vemos siempre el futuro con optimismo.