El lujo también es esto. Un puesto del Mercado de Antón Martín se ha convertido en un pequeño bastión del sudeste asiático. De los que huelen a sudeste asiático, avisamos. No es un escaparate, Asian Army es verdad de la buena. Issy y Stuart son los comandantes de este fuerte de los sabores más genuinos de Indonesia, Tailandia o Vietnam.
Anímate, Asian Army propone una guerra de guerrillas en la que no se hace prisioneros. Como debe ser en la mesa compartida. Así que ármate de palillos, o a mano desnuda, para salir acribillado de placer.
Y por cuatro chavos, que se agradece, oiga. Asian Army encaja además como un guante en la filosofía de un mercado donde todo está al alcance, todo es rápido y sin intermediarios, fresco y de categoría. Aplaudimos que el Mercado de San Antón se haya especializado en rincones mestizos y viajeros como Doppelganger o como este espacio verde militar de Asian Army dominado por un luminoso que bien podríamos encontrar en Hanoi o Bangkok.
Imagen superior: Mesitas sobre pared verde militar, lámparas floreadas y luminoso oriental.
Imagen superior: Los jefes de Asian Army, Stuart e Issy, dándose un respiro.
Lemongrass, cilantro, coco, lima kaffir, soja, guindilla… Si eres aficionado a que tu paladar se reconozca feliz en estos mundos estás de suerte. Se lo debes a ellos, a Isadora Tan, originaria de Yakarta, y a Stuart Colley, inglés con un acento que le delata, una pareja de lo más risueña que hicieron la mili en Londres con lo que se llamó Ayam Happy en plena fiebre global por la street food. Hasta que en 2017 recalaron en Madrid y tras ofrecer explosivas cenas en su propia casa quisieron dar forma definitiva a un nuevo proyecto que abriera el paraguas desde Indonesia a todo el sudeste asiático.
Imagen superior: El picante bol de Laksa y las brochetas vietnamitas Nem Nuong.
Lo curioso es que conocimos carnalmente por primera vez a Asian Army hace relativamente poco. Fue en un cuatro manos de Tripea, en el Mercado de Vallehermoso, gracias a la iniciativa de nuestro admirado Rober Martínez Foronda. En este restaurante hermanado por la fusión devoramos el menú entero, consistente en papaya salad, sate pollo, laksa mariscos, burger panceta, lomo saltado y bubble waffle. ¡Todo entre sabroso y bombástico!
Imagen superior: Tallarines con chicha y los sonrientes comandantes de Asian Army.
Pero nos centramos en los platos de Asian Army, que después recuperamos en su propio local. Para empezar, el Sate (Ayam Bali con Sambal Matah), unas brochetas de pollo bañadas en citronela, soja, aceite de coco y hojas de lima kaffir. Un satay, digamos, a la balinesa. Tierno y goloso. No recuerdo que en esta ocasión llevara guindilla, con lo que es apto para paladares no ignífugos.
Después llega el plato gordo de la casa Asian Army: el Laksa. Esto es una sopa que ahora sí incendia las papilas sin demasiados miramientos. Caldo de fideos de arroz o huevo con gambas, leche de coco y curry, a la que Issy añade noodles, puff tofu, soja y albóndigas de pescado como le enseñó su abuela de acuerdo con una receta propia del norte de Sumatra. Aunque cuencos parecidos se pueden encontrar en el sur de Tailandia, Singapur o Malasia. Menudo invento. Pica. Bastante. Da lo mismo.
Imagen superior: El Sate de pollo y el obligatorio cuenco de Laksa de Asian Army.
Además de sus otras brochetas, las vietnamitas Nem Nuong, otro principal imperdible de Asian Army: el Mie Ayam Happy, comida de diario en Indonesia que consiste en fideos de huevo con setas confitadas, pack choi, brotes de soja y wontons de pollo caseros más un bol de caldo de pollo para calmar el espíritu y la nostalgia de viajar a mundos lejanos.
Y otro más: el Nasi Bakar Rendang, arroz de coco en curry de ternera sobre hoja de plátano con la salsa sambal que se quiera en función de la escala ardorosa del comensal.
De postre, mejor quedarse con las ganas. Como era de esperar, Asian Army no se esmera en la parte dulce del día.
Ticket medio: 20 euros.
Asian Army
Calle de Santa Isabel, 5 (Mercado Antón Martin planta baja, puesto 7-11)
Tel. 680 54 39 42