Las Cosas es el resultado del proyecto que han desarrollado en conjunto la paisajista Saray Ossorio y el artista Carlos Álvarez. Una muestra que pretende hacer una relectura de la obra de César Manrique.
Cuestionar al espectador si las entidades públicas han convertido al artista en un producto de venta turístico o si podría haberse infravalorado su potente valor cultural.
Las Cosas es literalmente eso, un conjunto de objetos inanimados y diseñados con entidad propia. Las cosas parten todas del mismo punto de investigación y siguen una misma reflexión, pero se materializan en diferentes formas sin mantener relación entre ellas.
Imágenes superiores: Las Cosas por Saray Ossorio y Carlos Álvarez, La burbuja (primera imagen). Los cuencos (segunda imagen).
Cada cosa, como su propio origen etimológico indica, es una causa y su intención no es otra que efectuar la correspondiente reflexión por parte del público. Como es natural en cada debate planteado, habrá quien esté de acuerdo con la crítica propuesta y habrá quien no.
Durante la investigación previa, Saray Ossorio y Carlos Álvarez ponen especial interés en las texturas, materiales y cromatismos de la isla de Lanzarote. Elementos que fueron puestos en valor y caracterizaron el paisaje gracias a las ideas pioneras de César Manrique. La roca, el vidrio o el color verde están muy presentes en los distintos objetos que exponen.
Imagen superior: Las Cosas por Saray Ossorio y Carlos Álvarez: Los cuencos.
Cada una de las cosas han sido producidas en la propia isla y, como parte del discurso, de la manera más artesanal posible. Los autores experimentan en el proceso a base de prueba y error. Los diseños originales varían su forma al sufrir la inevitable evolución de cualquier idea creativa.
Imagen superior: Las Cosas por Saray Ossorio y Carlos Álvarez: La mesa.
Imagen superior: Las Cosas por Saray Ossorio y Carlos Álvarez: La burbuja.
Una mesa de vidrio, una silla sobredimensionada, una burbuja de vidrio con una roca incrustada, un poema de Rafael Alberti sobre Lanzarote bordado en unas gorras verdes, una lámpara o unos cuencos, es la manera en la que deciden hacer esa relectura de la obra del artista. Consiguen un resultado, eso sí, personal y singular. Muy acorde con la forma en la que César Manrique defendía su visión sobre el turismo. Si la intención es mantener en el tiempo las visitas de los turistas, la isla deberá ofrecer una entidad propia, diferente y que no sea posible ver en ningún otro lugar del mundo.
Imagen superior: Las Cosas Ossorio y Carlos Álvarez: La silla.
Las Cosas ha tenido que adaptarse a la situación y esperar para ver la luz. De momento, Saray Ossorio y Carlos Álvarez nos introducen en la muestra a través de la plataforma online que han diseñado y que estará abierta hasta el 29 de noviembre.
Las Cosas por Saray Ossorio y Carlos Álvarez: Las gorras.
Sin embargo, sigue en pie exponer Las Cosas presencialmente en la Sala Aljibe en Haría. A los autores les interesa inaugurar la exposición a modo de mesa redonda en la que los asistentes podamos debatir y discutir sobre el tema planteado. Es por esto que sería interesante plantearse cuestiones como, si el mensaje que pretenden transmitir es bien entendido por el receptor. Si habría otras maneras de hacer una relectura más centrada en el discurso que defendió César Manrique, que en un resultado puramente estético. Incluso si estamos de acuerdo o no con la premisa de que la figura de César Manrique ha sido vendida más como un buen producto de la industria turística que como referente cultural.
Muestra digital disponible del 1 al 29 de noviembre de 2020.