Sorprendieron con la primera pastelería vegana de Madrid. Freedom Cakes Café se muda ahora al centro y se reconvierte en un café bar con estética de diner americano y oferta también salada. Cupcakes, tartas, gofres y tortitas, y además hamburguesas, nachos, aros de cebolla, hot dogs y un brunch de fin de semana. Lo vegano puede ser gocho, divertido y, por qué no, bastante loco.
Suena Jimi Hendrix, también Randy Holden. Mucho cuidado. De entrada, Freedom Cakes Café parece más yanki que cualquier diner yanki. Que ya es decir. El mismo logo de letras ácidas recuerda a Jefferson Airplane o a 13th Floor Elevators. Luminosos. Caritas felices. Guiños flower power. Camisetas desteñidas cuelgan de la pared junto a recuerdos de la Ruta 66. Suelo de resina epoxi diluye rosa, fucsia y turquesa. Que no os engañen vuestros sentidos. Pediréis pollo, beicon, queso, pero nada es lo que parece. Todo es un trampantojo, un juego ilusionista en el que la ideología alimentaria pretende imponer su actual ley de signo vegano. Y aquí se hace a todo color. “Have a sweet trip”. No nos quedamos con hambre.
Imagen superior: American Cheeseburger (Beyond Meat) de Freedom Cakes Café
Imagen superior: vista general del diner con decoración de inspiración americana
En 2018 abría en Malasaña la primera pastelería vegana de la ciudad. Freedom Cakes llegaba en el momento justo al lugar indicado. Sus cupcakes y tartas caseras no dejaron indiferente a nadie. Tras el (primer) desconfinamiento, inaugura una nueva etapa en otro local, a escasos metros de la Puerta del Sol, y con otra ambición, la de convertirse en un café bar en el que quepa una carta más amplia, siempre vegana, para comer a cualquier hora del día.
Imagen superior: Isabel Izquierdo y Adrián Hidalgo, los jóvenes artífices de Freedom Cakes Café
Isabel Izquierdo, ingeniera química de 33 años, es la promotora de Freedom Cakes Café, junto a su pareja y socio, Adrián Hidalgo, de 31 años. Él es el responsable, por ejemplo, de currarse buena parte de la decoración del nuevo local con capacidad para 40 comensales, desde pintar a mano las sillas a dar los últimos retoques a los paneles de insonorización. La inspiración americana lo mueve todo. Un viaje por la Ruta 66, bodón en Las Vegas incluido, terminó de definir la idea, así como la estética hippie y rockera de finales de los sesenta (Woostock) y los primeros setenta que prima en este diner.
Imágenes superiores: Fachada, Unicornion Cake y los Dreamed nachos
“El vegano come vegano por una cuestión moral, no porque no nos guste la carne”. La frase no hay que atribuírsela a Janis Joplin sino a la misma Isabel, que así nos da una clave de Freedom Cakes Café. “Era muy golosa y cuando te haces vegano echas de menos un montón de cosas que no encuentras. Entre que me dio por ahí y que se puso de moda en esa época empecé a investigar primero en la cocina de mis padres y luego cuando me independicé”. Sin experiencia ni formación, totalmente autodidacta, Isabel empezó a hacer tartas y, poco a poco, con mucho trabajo, vio que progresaba. “Ni somos hosteleros ni pasteleros. Ni siquiera mi madre me ha hecho una tarta en su vida… Empecé a vender mis tartas por internet en una página muy cutre. Las llevaba yo misma, a puerta fría. Hola, esta es tu tarta”.
Imágenes superiores: Freedom Hot Dog y vista de la barra y sala de Freedom Cakes Café
“La base de la repostería tradicional es el huevo, que hace de aglutinante, la leche de vaca, la mantequilla como grasa, la gelatina y la nata. Ninguna es vegana, así que tienes que inventar una receta que sepa igual pero sin eso. Es muy difícil. No hice ningún curso porque me iban a enseñar las recetas clásicas y no me iba a servir de nada. Cogí cosas de internet, algunas otras que me inventé, fui modificando y saqué una base. Hay muchísimo juego porque no está todo inventado. En vez de gelatinas usamos pectinas, que vienen de la fruta y son naturales, el agar-agar de las algas, como colorantes naturales están la remolacha, la espirulina… Con la pastelería partimos de cero y es cuestión de proporciones más que de ingredientes raros”.
Imágenes superiores: Avocado Burger, quesadillas, Chick´n nuggets y Rebel guacamole
De Malasaña a la calle Cádiz, Freedom Cakes Café amplía la oferta a platos salados, desayunos brunch y hasta una carta de cócteles al cambiar su licencia de pastelería a bar. Por ahora nos contentamos con cervezas La Virgen, o un estupendo café Tupinamba, a falta de que Isabel se ponga a ello con el coctelero de la casa. Promete alguna mezcla sorprendente -o estrambótica- de tarta o helado con alcohol, además de experimentar con frutas exóticas como el açai.
Imágenes superiores: Cookies N´Cream & Nutella pancakes y Lotus & Caramel Waffle
Al meollo. Freedom Cakes Café tiene tres hamburguesas: una cheeseburger con Beyond Meat (carne con proteína de guisante), otra de aguacate y otra llamada KFV (una vuelta al KFC) de “pollo” con base de soja y rebozado crunchi. Sus huevos revueltos son de tofu, con sal del Himalaya kala namak, que sabe a huevo, y un poco de cúrcuma para potenciar. El beicon es una base de seitán aromatizado. “Soy ultrafan de los nachos”, nos cuenta Isabel, “y buscaba los que estuvieran más ricos. Los hacemos con nuestro cheddar vegetal hecho con aceite de coco, frijoles negros, pico de gallo, guacamole hecho por nosotros, cebollita frita y pickled onions, cebollas encurtidas que son muy bonitas, hacen contraste y saben un poco ácidas. También lleva crema agria que hacemos con un poco de vinagre para que dé el pego”.
Imágenes superiores: Pantera Rosa cake y Carrot cake
Los gofres y las tortitas son veganas, con harinas de trigo, nata de base de soja y siropes variados. Para que salgan tan esponjosas utilizan un buttermilk vegano. La pantera rosa permanece para alegría de sus fans, y es que surgió porque estos clientes tenían “esa añoranza”, la misma que ya fue presentada en una feria vegana celebrada en la Casa de Campo. “Es un bizcocho de vainilla con un almíbar de cítricos, nata vegetal y un chocolate rosa con base de chocolate blanco artesano”. Los zumos en sorbete no llevan leche, mientras el resto se hacen con leche de avena y los de galleta con bebida de soja con lecitina como emulsionante.
Imagen superior: Freak shakes de Freedom Cakes Café
“Lo que más ha reventado en la inauguración ha sido la combinación de gofre con pollo. Cuando estuve haciendo la Ruta 66 investigué los platos de Louisiana. Hay uno que es gofre con pollo frito, una mezcla de dulce y salado, que por lo visto fue un plato de los esclavos en las plantaciones de algodón. Recogían las sobras que les daban los amos y hacían este tipo de mezclas explosivas”. En realidad, no está del todo claro que el plato Chicken & Waffles tenga ese origen sureño. Las connotaciones esclavistas, y por elevación racistas, no ayudan a desentrañar su nacimiento. Como icono de la dieta hipercalórica, después aprovechado por las modas gracias a su fotogenia, bien pudo haber sido exportado por algunos afroamericanos del sur a Los Ángeles o Nueva York donde allí se olfateó su potencial como best seller. En Freedom Cakes Café lo presentan con un gofre grande y redondo con piezas de (no) pollo empanado, y luego por encima salsa ranchera Freedom, con un poco de cebollino. “Es la mezcla perfecta entre dulce y salado y le ha encantado a la gente”.
Imagen superior: Uno de los rincones de Freedom Cakes Café
Brunch sábados y domingos:
13,95€- Tofu huevos revueltos, tostada de pan de masa madre con aguacate fresco y tomate madurado en rama, vacon a la parrilla, croissant tostado con queso y jamón veggie, café solo o latte.
15,95€- Tofu huevos revueltos, tostada de pan de masa madre con aguacate fresco y tomate madurado en rama, grilled vacon, 3 pancakes or 1 XL waffle con sirope y nata montada, café solo o latte.
Consulta aquí la carta.
Freedom Cakes Café
Calle Cádiz, 7, Madrid
Tel. 910 74 13 47
freedomcakes.es
