Preternatural, Tarquin Matute, Quin, chico trans x he, planner estratégico y project manager. Una persona que ha vivido como en una obra de Cindy Sherman.
No tenemos ocasión de conocer todos los días a un ser preternatural. O lo mismo sí, y no somos conscientes. Pero hoy sí hemos tenido la oportunidad, seguro. Tarquín Matute se nos ha sido presentado. Es @Preternaturall en Instagram, donde también se explica como, en este orden, carribean feral heart, chico trans x he/him, Caracas Madrid Wroclaw. Lo deja muy claro. Está en otro nivel, más allá de lo natural. Podría ser un ángel, también un demonio. Aunque creo que Tranquín simplemente querría ser un vampiro, en broma. Jesús Ubera, fascinado, ha querido fotografíar a Quin en un concepto de moda rodeado de su familia madrileña. Esta es la historia, preternatural.
Arriba: Total look Brain & Beats con zapatillas de David Catalán
Preternatural
Fotografía: Jesús Ubera
Estilismo: La Santa Ángela
Muah: @enricodimakeup @enricodiamore
Asistente de Iluminación: @marcothearcangel
Total look: David Catalán
Documento Nacional de Identidad:
Genial que empieces con esta pregunta, estamos aquí para aprender. Esto es como si yo te preguntara el apellido materno de tu abuela. ¿Qué gano yo con saberlo si es algo que no usas en tu vida diaria? Y al preguntármelo me recuerdas que todavía hay gente que va a percibir como más real lo que mis padres o la sociedad digan sobre quien soy, que lo que yo mismo diga sobre quien soy.
Si quieres que yo te cuente mi propia historia, me llamo Tarquin Matute (@Preternaturall). Tengo 29 años. Nací en Venezuela y vivo en Madrid. Soy Planner Estratégico y Project Manager en Agencias de Publicidad.
Chaqueta: Antony Morato / Zapatillas: New Balance
¿Hay determinados factores sociales o culturales que han influido en tu identidad? ¿Cómo la has ido construyendo?
Verás, trabajo como Planner Estratégico porque tengo una inclinación natural hacia la curiosidad, el aprendizaje, el análisis y la concreción de planes partiendo de esta información. Y también soy Project Manager porque tengo mucha tolerancia al estrés y gestionar interacciones sociales se me da naturalmente bien. Te lo explico porque se me hace fácil establecer un paralelismo entre como trabajo y como he construido mi identidad: he navegado en muchos entornos -países, personas, generaciones, culturas, prácticas, ideologías- con la mente bastante libre de prejuicios y muchas ganas de conectar con el mundo, explorando, entendiendo, adaptando y descartando información, hasta dar con la versión de mí que más disfrutaba.
Siempre ha habido un impulso creativo detrás de este estilo de vida: visualizarme como un personaje de ficción al que podría moldear con las experiencias. Mi vida es emocionante porque siempre me he sentido el único dueño de las decisiones que determinarán la persona que soy. Evidentemente, con dificultades y frustraciones, pero he vivido como una obra de Cindy Sherman: dándome la oportunidad (o a veces, teniendo la obligación) de performarme en diversas personas.
Traje: Antony Morato / Zapatillas: New Balance
¿Sientes aceptación, comprensión y respeto en tu entorno mas cercano?
Ahora mismo sí, por supuesto. Como te comenté, he tratado siempre de moldear a mi gusto aquello que puedo controlar de mis circunstancias, y seleccionar la gente de la que me rodeo no iba a ser menos. Pero no siempre fue así. Ha habido mucho trabajo para lograr todo esto. He tenido que currarme primero una estabilidad material y vital (no vengo de un entorno privilegiado y vivo sin apoyo familiar de ningún tipo desde los 17 años) para entonces poder hacer trabajo mental que me permitiera desmontar mucha mierda del pasado -por ejemplo, la forma en la que me enseñaron a vincularme en mi familia- y así poder empezar a construir esta vida, y con ella vínculos realmente satisfactorios.
Algo encantador de mi vida ahora mismo es que cada interacción social se me hace súper valiosa. Los que me rodean no son solo amigos, pasan a ocupar el lugar de mi familia, aunque no duerman en mi casa. Dedicarles el tiempo, el interés y la atención que nos suelen enseñar que solo se dedica a los vínculos de sangre me ha permitido descubrir en profundidad a personas muy interesantes, que me han aportado cosas muy variopintas. Y se que ellos también aprecian sentirse tan valorados. Al final intercambiamos mucho afecto y calidez y las vivencias que se generan son muy especiales.
Ver esta publicación en Instagram
¿Y en la sociedad en general?
Como persona migrante, racializada y transgénero viviendo en un país europeo, siento que falta muchísima empatía. Falta que una gran cantidad de gente empiece a visualizar vivencias que no se parecen a la suya ni a la de su gente cercana. Y con internet otorgándonos acceso gratuito a información y a vivencias diversas, hacerlo ha dejado de ser una opción, es una responsabilidad. ¿Por qué responsabilidad? Porque está más que probado que medir al resto con la misma vara con la que nos medimos a nosotros nos lleva a verter críticas, opiniones y tratos que no se ajustan a lo heterogéneo y diverso que es el mundo, y esto afecta seriamente la calidad de vida de los demás. Y ya si lo hacen los encargados de repartir la justicia y gestionar nuestros recursos, ni te cuento. No, no siento la suficiente aceptación, comprensión y respeto en la sociedad. Y por eso mi carrera es tan importante para mi. Me metí en publicidad – una industria tan vinculada al capitalismo y con tanta influencia en como pensamos- no solo porque mi perfil encajaba, sino porque alguien tenía que intentar hacer lo posible para que su poder e influencia dejaran de estar en las mismas manos de siempre y empezaran a favorecer causas y colectivos que antes habían dañado. Alguien tiene que girar el timón hacia otra dirección en este y en otros centros de poder. Pero es que ese es el futuro de la propia industria. Solo hace falta escuchar durante cinco minutos a la Generación Z hablando sobre sus afectos y su intención de consumo para saberlo.
Ver esta publicación en Instagram
Cuando imaginas tu vida perfecta, ¿cómo es a nivel profesional y personal?
Ser un vampiro, obvio 🤷🏽♂️ Sleep all day, party all night, never grow old never die. Ahora en serio, la vida perfecta sería esta que tengo ahora mismo, solo añadiendo una buena posición laboral donde pudiera seguir haciendo lo que más me gusta: aprender muchísimo, tomar decisiones y hacer cosas que tengan un gran impacto en el mundo. También me gustaría hacer música y tener mazo pasta, jajaja.
Se ha evolucionado mucho en las ultimas décadas. ¿Te imaginas vivir en una España en la que no hace tanto podías ir a la cárcel por ser como eres?
Cuando yo vivía en Caracas, era la segunda ciudad más peligrosa del mundo, con 132 asesinatos por cada 100K habitantes. En mi día a día, salir a la calle era pensar en la muerte. Era como estar en una zona en guerra: vivía alerta, evaluando cada sitio por el que transitaba -si estaba muy oscuro, si me podían aislar- leyendo cada intención en cada rostro, siendo autoconsciente de mis cosas, reaccionando ante sonidos o movimientos violentos… Y aún así, dos veces me vi accidentalmente envuelto en balaceras, entre otras experiencias traumáticas.
A lo que voy es, sí, se lo que se siente vivir en una situación amenazante día a día donde además te toca ser rechazado y maltratado por los que te rodean solo por ser quien eres, a pesar de que has puesto todo tu esfuerzo por entregar generosidad y amor. Y ya viviendo en España como extranjero, he experimentado la tensión de saber que tu vida depende de las decisiones de personas que pueden derrumbártela simplemente porque no le gustas, sin tomar en cuenta que el sacrificio y el esfuerzo que has puesto para construirla, viniendo de donde vienes, ha sido aún mayor.
Creo que hay que haber nacido privilegiado para percibir tan lejano en tiempo y espacio un miedo, una desprotección, una indefensión y un dolor como los que vivieron los abuelos LGTBIQ de España. Y por eso entiendo también la dulzura con la que viven ahora la paz que nunca pudieron dar por sentada.
Ver esta publicación en Instagram
¿Entiendes que la gente antes viviera en el armario por miedo?
¿Antes? Una vez más, creo que es un privilegio pensar que la gente solo vivía en armarios “antes”. Todavía hoy, vivir fuera del armario requiere, como mínimo, atravesar un proceso mental complejo. Al menos es lo que yo he visto. No he conocido todavía a nadie que haya vivido fuera del armario desde el minuto uno de vida.
¿Te relacionas solo con gente de tu generación, o también con gente de otras generaciones que te explican como era antes?
Me gustan más las generaciones jóvenes. La mayoría de los que he conocido ha crecido en un entorno con gran acceso a la información y mayor contacto con la diversidad. Los encuentro más profundos, con una mirada más amplia sobre su realidad, más conscientes y políticos. A la gente de mi edad que he conocido en España la percibo más local y menos audaz. La gente mayor también me gusta. Mis abuelos eran de Ucrania y terminaron en Venezuela escapando de la II Guerra Mundial. Cuando tengo contacto con gente mayor me gusta ver esa felicidad y gratitud por la vida tan singulares que solo pueden transmitir personas que han superado unas circunstancias tan adversas. Me gusta hacerles preguntas, me gusta que se recreen elaborando sus discursos, así como nosotros ahora elaboramos nuestros perfiles en redes sociales.
Ver esta publicación en Instagram
¿Crees que es importante el contacto intergeneracional?
Súper importante. Afortunadamente, creo que las barreras que dificultan la comunicación y el entendimiento entre generaciones serán cada vez más difusas. Los patrones de consumo y el acceso a la información nos están moviendo hacia una situación en la que tendremos cada vez más vivencias en común entre generaciones. La edad dejará de marcar diferencias tan pronunciadas entre nosotros, entre lo que sabemos, lo que comprendemos, lo que compartimos y lo que experimentamos.
¿Has formado parte de alguna asociación lgtbiq+ o has necesitado apoyo por parte de alguna?
A las que he ido no han sabido ayudarme. Todas experiencias reguleras. Prefiero no hablar.
¿Le has dado muchas vueltas a tu vida?
Mazo. Me compadezco del que no lo haga. No hay nada más nocivo que actuar convencido de que lo tienes todo clarísimo. Menuda arrogancia.
