La firma coreana Andersson Bell fusiona oriente y occidente. El frío nórdico y el candor asiático se plasman en una colección tan atractiva como diferente
Qué los polos opuestos se atraigan es un ley física que también puede aplicarse al mundo de la moda. La firma coreana Andersson Bell es un claro ejemplo. Fundada en el año 2014, su nombre ya es toda una declaración de intenciones: Andersson es el clásico apellido sueco, mientras que Bell hace referencia a la mítica campana coreana, un tesoro nacional tan legendario como característico. Dos culturas y dos puntos de vista muy diferentes a la hora de entender el estilo que han terminado por converger en una firma que busca celebrar lo diferente e inesperado. En el panorama cultural actual, con el cine y la novela nórdica arrasando y los ídolos del K-Pop tomando los primeros puestos de las listas de éxitos musicales, era necesario que alguien irrumpiese en en el mundo de la moda uniendo ambas cosas.
Así ha sido gracias a Dohun Kim, director creativo de Andersson Bell, quien acostumbra a iniciar la elaboración de sus colecciones echando la vista atrás, buscando en el arte retro y la fotografía vintage, los puntos que separan oriente y occidente con el fin de unirlos en su trabajo.
Las creaciones para la colección SS 2020 de Andersson Bell son capaces de aunar en sus tejidos y siluetas el minimalismo propio de los países escandinavos con el espíritu rompedor y futurista del Lejano Oriente. Los tonos tierra y los azules difuminados componen una gama de colores que podría resultar fría, pero que adquieren en Andersson Bell un giro rebelde y cañero, gracias a los materiales con los que se confeccionan las prendas: Del vinilo al cuero vegano, pasando por el romanticismo casi gótico de la seda más oscura y suntuosa. Americanas con estampado tartán y jerséis de punto combinados con faldas de tubo oscuras, jeans wide-leg o pantalones de piel sintética propios de un concierto de rock.
Andersson Bell, con su colección primavera-verano, pretende que la ropa de diario tenga un giro más brutalista y urbano que rompa con su uniformidad. Vitalidad, juventud y energía… Todo ello sin dejar de lado la pureza y la elegancia nórdica. Nada es imposible para Andersson Bell, quien apuesta esta temporada por un espíritu más allá del género, deseando transmitir unidad y fluidez con cada una de sus prendas.
