Uno de nuestros diseñadores favoritos, Kostantin Grcic ha vuelto a hacer una pieza que estará en la historia de la sillas del siglo XXI. Se trata la butaca Citizen para la firma suiza Vitra.
Seguramente que esta pieza era uno de los productos estrella que Vitra iba a presentar en el Salón del Mueble, cancelado por el Covid-19. Nos hubiera encantado poder probarla y sentir ese balanceo que tiene incorporado. Con este nuevo objeto, el diseñador alemán rompe con el arquetipo de sillón al que estamos acostumbrados.
El asiento Citizen va suspendido por 3 cables de acero fijados a un bastidor tubular, lo que facilita un movimiento de balanceo en todas las direcciones. El entorno semicircular del respaldo envuelve ergonómicamente la parte superior del cuerpo para evitar malas posturas y el bastidor cantiléver está montado sobre una base giratoria que ofrece al usuario una gran movilidad.
Citizen está pensado para entornos domésticos indoor y tiene conexiones con otras piezas que el diseñador Kostantin Grcic creó para Vitra. La conexión más directa es con la butaca Waver que la firma lanzó al mercado en 2001. Esteticamente se parece muchísimo, aunque Waver estaba pensada para su uso en exteriores. De hecho las patas y el eje de rotación parecen los mismos. La Waver también tenía 2 cinchas que sujetaban el asiento a las estructura tubular. Muy similar a simple vista pero se ve que la nueva Citizen está mucho mejor acabada, tanto el sistema de suspensión como los tapizados de su asiento y respaldo.
Citizen también tiene conexiones con otros productos que Vitra lanzó al mercado más enfocados al mundo de oficina, diseñados también por Kostantin Grcic como la silla de oficina Rookie en 2018 o la Allstar en 2014.
Y es que el diseñador alemán tiene un estilo que es único: Piezas con estética industrial, muy conectado a la estética de los años 70’s, brutalista y la vez minimalista… pero nunca aburrido. Sus trabajos tienen siempre un factor de innovación y en este caso Citizen tiene un sistema de suspensión única, por lo menos en mundo de mobiliario indoor.
Me imagino que para llegar este resultado Konstantin habrá analizado cientos de sillas, donde se habrá quedado con determinadas funcionalidades. Algunas butacas que pueden tener alguna vinculación podrían ser: la Butterfly (1938), la Karuselli (1965) e incluso con otra más actual como la silla D1 (2018) para la firma Wagner, del diseñador, también alemán, Stephan Diez.
Citizen está disponible en dos versiones, una con el respaldo alto Citizen Highback y otra con el respaldo bajo Citizen Lowback. Hay una gran variedad de de tejidos para su tapizado. El respaldo y el asiento llevan el mismo material, mientras que el cojín cervical se puede elegir en un color diferente.
“Citizen combina elementos conocidos con un tipo de construcción completamente innovadora que hemos desarrollado durante muchos años. Para mi, dedicar tanto tiempo y atención al desarrollo de una idea ha sido una experiencia muy enriquecedora” nos explica Konstantin Gric
Lo que está claro es que la butaca Citizen para Vitra tiene su propia identidad y Konstanin Grcic de nuevo vuelve a crear un icono como ya hizo su Myto chair 2008 o con su híper conocida Chair One (2003)