La invitación a la exposición de Escif presenta el pistilo de una flor Orquídea Cymbidium. Una línea blanca separa el óvalo que la enmarca de un edificio devastado por la guerra. Color para la flor y la vida que alberga sobre un fondo gris de la barbarie.
La fragilidad de una flor y un alumbramiento en medio de la guerra financiada por los bancos que Escif representa como militares (hombres) con armas que son garabatos.
Hombres, poder y flores que representaba Helen Chadwick todos juntos en su Billy Budd de 1994 expuesto por primera vez en el Salzburger Kunstverein. El poder y la fragilidad de los hombres y los bancos belicosos del catálogo de Escif eran representados por un tulipán tigre cuyo pistilo Chadwick había reemplazado por unos genitales masculinos.
Qué pasa con los insectos después de la guerra? Se pregunta Escif. Las plantas crecen rápidamente tras una catástrofe llenando de vida hasta los más inhóspitos paisajes de Chernobyl. Sin embargo, las flores de las que habla Escif no hablan directamente de la vegetación si no de la vida humana que parece resistir en los espacios de guerra: vida sobre el horror, negro sobre beige, frases y mensajes sobre un entorno indiferente a la vida. De las flores a las niñas que nacen en la guerra, Escif me hace preguntar sobre las complejas relaciones entre los componentes del entorno desde los insectos a las flores, las bombas y los edificios en ruinas; ecología al fin y al cabo, recalcando que unas dependemos de las otras, que todas somos frágiles en el estado de guerra y fuertes para seguir creciendo aun en las peores condiciones.
Imagen de la exposición ‘Qué Pasa con los Insectos Después de la Guerra’
Negro sobre beige: figuras sobre un fondo que es el entorno construido. El beige de la arena de playa que tiñe de ocre los edificios de una ciudad llena de bajos comerciales que fracasaron, de muros que separan grandes jardines y propiedades privadas que nada tienen que ofrecer a la calle. Pequeñas calles con encanto donde uno encuentra las obras de Escif.
Graffiti de Escif sobre la calle del Camarón – foto del autor
El beige es uno de los colores con los que el ayuntamiento conservador de Valencia pintó los muros de los solares vacíos del cabanyal, como símbolo de su deterioro cuidadosamente planificado. Más tarde, el gobierno progresista trabajó con los vecinos para cubrir simbólicamente esos muros de rayas carcelarias con el color original del muro y los colores más característicos del barrio, mayoritariamente ese extraño color beige.
Foto en Gran Vía Fernando el Católico – foto del autor
La nueva exposición de Escif en el Centre del Carme Cultura Contemporània de Valencia descompone en tres dimensiones los graffitis de Escif con los que mi generación ha crecido. Aquí las figuras son esculturas y el sobrio texto satírico que caracteriza sus obras aparecen bien como marcas negras tridimensionales flotando en el espacio, bien como escritos en lápiz sobre las esculturas — como una especie de graffiti sobre graffiti. Toda imagen está a la espera de un pie de foto que modifique su significado, decía Susan Sontag; pero aquí los pies de foto se definen los unos a los otros: una serie de relaciones que complica la interpretación de la realidad y su ecología. El pie del pie de foto, que es un trazo negro suspendido, realza, desdibuja o cubre, según el caso.
Una de las esculturas de Escif – foto del autor
“Y siguen naciendo niños en Gaza. Y siguen naciendo niños en Alepo. La posibilidad de una flor, es decir, la posibilidad de un alumbramiento articula esta música mecánica inesperada.”
Texto: Albert Brenchat-Aguilar
Escif. Qué pasa con los insectos después de la guerra?
Hasta el 26 de abril de 2020
CCCC Centre del Carme. Sala Dormitori