Qué sería de nosotros sin la mesa popular. Menos mal que existe y encima gusta. La de nuestras casas y la de las casas de comida en las calles sin escaparates de marca. La cocina popular es aquella que vertebra la historia con minúscula y la que, en estos tiempos tan confusos, se reivindica como quien trata de disipar el humo del escenario a manotazos. Lo importante, lo que al final queda, es lo que sabe a verdad de la buena. Algo de eso tiene Trattoria Popolare, la segunda apuesta de los hermanos Figurato en Madrid.
Fratelli Figurato es la pizzería napolitana que los hermanos Vittorio y Riccardo, éste último como pizzaiolo con mando en plaza, abrieron hace algo más de dos años con algo más que buena acogida. Hace unos meses se atrevieron con Trattoria Popolare para dar continuidad al proyecto y que sus fans pudieran tener en sus pastas frescas una opción nueva más allá de sus ya conocidas pizzas ligeras de tres masas. El local elegido para instalar esta Trattoria Popolare que viene a reafirmar el creciente interés del recetario napolitano en Madrid se ubica a la entrada de Malasaña, entre Tribunal y Alonso Martínez. Escaleras abajo, una primera sala depara un paisaje luminoso con el dibujo de una bañista en un columpio decorando la pared principal. Del blanco se pasa a la pared de ladrillo que rompe en otro ambiente para esta siguiente sala. Aquí, mesas más amplias conviven con los taburetes que permiten estar en primera fila de cocina y horno. La sencillez que definiría cualquier trattoria de la tierra de los Figurato. Poquita impostación.
Imágenes superiores: Naccheroncini alla Norma, exterior e interior de Trattoria Popolare
Imágenes superiores: Panzanella de Toscana con burrata pugliese, preparación de pizzas y Pappardelle al ragù napoletano
A las pizzas que ya nos presentaron en su anterior negocio, elaboradas con harinas propias, masas de larga fermentación y que hornean en horno eléctrico con ingredientes que van más allá de la sota, caballo y rey del imaginario culinario del sur de Italia, Trattoria Popolare amplía horizonte a pastas frescas hechas in situ. Como ellos remarcan: “fatta a mano, tutti i giorni”. Aquí se hace pasta cada día siguiendo los formatos regionales italianos que se indican dibujados en la carta: mafalde, spaghettoni, tagliatelle… Porque aquí se habla italiano, eso es así.
Imagen superior: en Trattoria Popolare se preparan las pizzas en horno eléctrico
De antipasti, los clásicos Parmigiana di melanzane (ese tomate) y Burrata di Puglia, o la más desconocida para el público no italiano, la bola de masa frita Montanarina, de muchas clases. Además de pedir alguna pizza –tan sencilla como la de ricota y calabaza, por ejemplo, o más bestia como la Chorizo Bulls, con salsa de tomate, mozzarella, albahaca fresca y chorizo de León— cuya masa ha reposado 36 horas para que no siga fermentando en las tripas una vez se engulla, hay que decantarse por alguna pasta. Ah, bueno, que también está la pizza frita (calzone frito, relleno de ricotta, provola ahumada, mozzarella, salame de Napoli y pimienta negra)… ¡Menudo invento!
Imágenes superiores: pizza fritta, un clásico de Nápoles que es como un calzone, y la 4 formaggi
Algunas cositas que provocan salivación y que no se limitan a Nápoles: los Tagliatelle al ragú classico bolognese (según la receta oficial de la Accademia Italiana della Cucina), con salsa de larga cocción a base de sofrito con mantequilla, carne picada de espaldilla de ternera y panceta, salsa de tomate y leche; entre las opciones de menú del día vimos los Bigoli all’arrabbiata, bien picantes por el peperoncino rojo de Calabria, o alla Campidanese, con salsa de tomate y pecorino sardo. La primera receta es romana y la segunda, lógicamente, sarda.
Imagen superior: detalle de la pizza Dolce Parma, con mozzarella, tomates cherry, prosciutto de Parma, fondue de Parmigiano Reggiano y albahaca
Como nosotros optamos por el menú y según el día hay varios tipos de pasta a elegir, optamos por Canederli di Treviso, un plato típico del norte aunque en Trattoria Popolare lo hacen según la versión de Treviso. Se trata de unas bolas de pasta empanada rellenas de panceta y condimentos. Un pelotazo, nunca mejor dicho. De postre, nos salimos del menú y apostamos por los fuera de carta: una tarta de chocolate y vainilla, y Chiacchere (hablar en italiano), los hojaldres que se comen por Carnaval y que son como pestiños pero sin miel y acompañados de chocolate frío.
Imagen superior: la carbonara de Roma, con bogoli frescos preparados a mano, es el plato más solicitado en Trattoria Popolare
Es de lo que se trata: en Trattoria Popolare se viaja con la boca llena. Quedarían los liquori italiani: del limoncello di Sorrento a los amaro, amaretto o grappa. Lástima que con el menú nos tengamos que contentar con una cerveza no italiana. Mejor decantarse por los vinos seleccionados por Constantino, sumiller y tío de los Figurato. Ya se sabe: “L’acqua fa male e il vino fa cantare”. Pues a cantar tocan.
Imagen superior: el tiramisú con receta de la mamma de los hermanos Figurato
Menú mediodía: 12 €. Incluye pasta o pizza, bebida y postre o café.
Consultar aquí la carta.
Trattoria Popolare
Calle Larra, 13, Madrid
Tel. 912 32 75 08
fratellifigurato.es