En esa guerra eterna entre Madrid y Barcelona – avivada constantemente por el doble politiqueo nacionalista de turno – parece que la capital del Estado ha vuelto a tomar ventaja. Los años 80 fueron de la movida madrileña, los 90 de la Barcelona olímpica y los 2000 parecían bien repartidos. Pero estos últimos años la balanza parece haberse decantado de nuevo. Por lo menos en lo que a arte contemporáneo se refiere. Más y mayores galerías, (muchas) más fundaciones privadas, una feria predominante o la sombra inalcanzable del Reina Sofía son algunos de los signos/ejemplos más evidentes de esta ventaja actual.
Imagen superior: Fase
Pero Barcelona no se rinde. Además de sus buenas estructuras y contexto para acoger residencias de artistas (véase Hangar, La Escocesa, Piramidon, etc) y algunas incorporaciones más o menos recientes (con las galerías Bombon Projects y Espai Tactel a la cabeza o la nueva dirección de Fabra i Coats a cargo de Joana Hurtado), en los últimos tiempos han aparecido proyectos independientes de mucho interés -muchos de ellos privados- que buscan redinamizar un tejido artístico exhausto y, en gran medida, ampliamente abandonado por los poderes públicos y – porqué no decirlo- los coleccionistas. Una cultura del DIY, mezcla de pasión, criterio y experiencia, que resulta, cuanto menos, digno de admiración y digno de apoyo. Nuestro colaborador Aurélien Le Genissel nos presenta algunos de ellos.
Fase: Un estudio de artistas, (mini) lugar de exposición, espacio de conferencias, talleres y charlas y sobretodo lugar de encuentro y sorpresas en el que se cruza lo más interesante de la próxima generación artística de la ciudad. Situado en l’Hospitalet -cuyo ayuntamiento está apostando mucho por la cultura-, en las afueras de Barcelona, fue fundado por los artistas Paco Chanivet, Patricia Fernández, Marco Noris y Patricio Rivera tras acabar su residencia en Hangar. A ellos se les han ido sumando otros nombres como Mercedes Pimiento, Blanca del Rio, Pedro Eurrutia, Ricardo Cárdenas, David Franklin, Gisella Chillida, Elena Blesa, Margot Cuevas o Dolores Mendy. Este gran hangar de aires industriales alquila espacios para artistas y comisarios, algunos de ellos ya presentados en galerías, como Pablo del Pozo -en Joan Prats-, Arnau Blanch –Ana Mas Project- o el propio Chanivet -recientemente fichado por Espai Tactel.
En poco más de un año, se ha convertido en el mejor lugar para descubrir la escena más joven y activa de la ciudad condal sobretodo gracias a las colaboraciones externas, como la reciente propuesta de Eladio Aguilera en el bar Toro – “algo entre una exposición colectiva y una reunión de amigos”- en la que participaron artistas de Fase junto a otros nombres destacados como Alex Palacín, Mónica Planes, Lluc Baños, María Alcaide, Jan Monclus, Estela Ortiz, Anna Irina Russell y tanto/as más. Sus fiestas además son de lo mejorcito que nos podemos encontrar y ya están adquiriendo una cierta fama en el mundillo barcelonés. Un must.
Muy cerca de Fase, también en la ciudad de l’Hospitalet -en el mismo inmueble en el que se sitúan las galerías Ana Mas Projects y NoguerasBlanchard -se encuentra Trama 34, que podría considerarse como una especie de hermana mayor de Fase. Un taller compartido por artistas con un perfil más “mid-career” que reúne una magnífica selección de nombres: Maria Barros, Matteo Guidi , Samuel Labadie, Diego Paonessa, Germán Portal, Mireia c. Saladrigues, Mario Santamaría, Zaida Trallero, Adrian Melis, Denise Araouzou y Arash Fayez. La mayoría de ellos ya tiene una destacable trayectoria y siempre es una sorpresa y un placer poder participar en los curiosos eventos que organizan, como La Solitaria, por ejemplo, una exposición que pretende cortocircuitear los públicos de las inauguraciones de sus vecinas galerías. O el meta monumental market (en honor al Monumental Garage Sale de Martha Rosler) y la AF-FAIR – o Another Fucking FAIR-, donde aprovechan un evento comercial de la ciudad -llámese Gallery Weekend o Loop, por ejemplo- para programar una feria alternativa y fuera del circuito consumista en la que proponen una colaboración -o un affaire– entre artistas y comisarios o coleccionistas.
Para acabar el tour por l’Hospitalet, no nos olvidemos de Tangent Projects, un proyecto fundado y desarrollado originariamente por Tsering Frykman-Glen y Laura Tammen que, tras la marcha de esta última a principios del 2019, se ha convertido en una asociación cultural e iniciativa curatorial dirigida por Frykman-Glen. Además de alquilar estudios para artistas, el espacio ofrece una más que interesante programación de exposiciones y actividades. En su primer año de vida hemos podido disfrutar de esta manera de interesantes proyectos como LYR de Irma Marco o Elástico de Marina Rubio.
Dilalica. Postcrisis Iñaki Domingo
Dilalica. Postcrisis Rafa Muñarriz
Dilalica. Postcrisis Tamara Arroyo
Dilalica: De vuelta a Barcelona, nos encontramos con Dilalica, una inusual galería fundada por Cati Bestard y Louis-Charles Tiar en la estratégica calle Trafalgar. Inusual porque, como ellos mismos dicen, no representan a artistas sino que trabajan por proyectos, en muchos casos relacionados con temáticas o instituciones/eventos externos. Es el caso, por ejemplo, de Espacio, el proyecto/exposición inaugural en el que los artistas invitados, Luz Broto, Aleix Plademunt, Lara Fluxà, Claudia Pagès, Pedro Torres y Elsa de Alfonso, ofrecían una obra directamente pensada en referencia al local en sí de la galería, física, conceptual y metafóricamente.
O de Postcrisis, un proyecto que interrelacionaba arquitectura, artes visuales y pensamiento contemporáneo a través del trabajo de ocho artistas que habían elaborado distintas obras utilizando el ladrillo como punto de partida. Presentado en varios espacios de Madrid- Alimentación 30, El Cuarto de Invitados, Nigredo, D11, Hiato, Casa Banchel y Nadie Nunca Nada No- el proyecto se hizo en colaboración con la Facultad de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid. Un nuevo modelo galerístico que despierta nuestra curiosidad.
Otro ejemplo de espacio híbrido y multidisciplinar es Chiquita Room, situado en el barrio barcelonés de Sant Antoni. Presentado al tiempo como galería, residencia para artistas, biblioteca, laboratorio, estudio y editorial, este centro de arte y creación contemporánea, fundado y dirigido por Laura González Palacios, ofrece exposiciones colectivas y personales, workshops, conciertos o charlas siempre desde un enfoque original y novedoso, que van del tarot (la expo Arcana (Los secretos del tarot)) hasta la cartografía (el proyecto inaugural Barcelona Plan B). Tras un más que completo y denso primer año, seguro que lo que viene no deja de sorprendernos.
No olvidemos también la vuelta del mítico proyecto The Green Parrot. Después de un periodo algo más complicado- en el que se fueron de su histórico espacio en el centro de la ciudad para ser residentes en la Fundació Tàpies-, esta organización sin ánimo de lucro vuelve a abrir un espacio físico en 2020. Tras una subasta benéfica de altos vuelos, con nombres como Ignasi Aballi, Daniel Steegmann Mangrané o Oriol Vilanova -amigos y colaboradores de siempre-, todos esperan noticias de su apertura y de la programación que nos depara el siempre acurado y exigente criterio de Rosa Lleó, fundadora y alma del proyecto.
Para acabar destaquemos también Alalimón, una nueva galería, capitaneada por Rebeca Méndez – ex de El Catascopio- e Isabel Lázaro – ex de Art Deal Project-, abierta en la calle Mèxic, en una nueva zona cerca de la montaña de Montjuic donde se está intentando crear un polo de proyectos culturales y de espacios creativos. De entre su interesante joven programación, destaca “Greenfiels. The archive” de Pablo Lerma.