No Fear of Glass es la primera presentación institucional con piezas únicamente diseñadas por Sabine Marcelis. También es la primera vez que la fundación Mies Van der Rohe invita a una diseñadora para llevar a cabo una intervención en el icónico Pabellón.
Marcelis, ha aprovechado esta oportunidad para explorar cómo los ideales del diseño y la materialidad con las que el pabellón fue concebido, pueden ser trasladadas a la creación de diseño de mobiliario funcional. De esta forma, demuestra que el movimiento moderno, desarrollado en el siglo XX y del que el Pabellón es exponente, aún tiene mucho que aportar al panorama contemporáneo.
Imagen superior Sabine Marcelis posando con una de las piezas de No Fear of Glass
La exhibición lleva el título de No Fear of Glass. Cuando Mies van der Rohe fue comisionado para diseñar el Pabellón, uno de los requisitos que le impusieron fue no utilizar demasiado vidrio en su construcción. Las piezas propuestas por Sabine para esta intervención están completamente producidas en vidrio, llevando al material hasta sus límites físicos.
Las piezas presentadas parecen haber sido extruídas o haber brotado naturalmente de la propia arquitectura. Dos chaise lounges nacen del encuentro entre el travertino del suelo y el vidrio de las paredes; la combinación de estos dos materiales, en ojos y mente de la diseñadora, conforman piezas de diseño funcionales y a la vez escultóricas.
Ocho columnas cromadas constituyen el soporte estructural de la cubierta del Pabellón. Sabine Marcelis introduce una novena columna de vidrio espejado, que combinada con neones (otro elemento recurrente en la obra de Sabine Marcelis) funciona como una luminaria. Esta columna de luz está situada siguiendo la retícula de la estructura existente y mezclándose en la arquitectura tanto en orden, como en forma y materialidad.
Pero no solo los materiales arquitectónicos parecen convertirse en elementos de diseño, también los elementos naturales que forman parte del diseño del pabellón juegan a transformarse bajo la visión de Sabine Marcelis. La pieza más impresionante de la intervención está situada en el lago exterior. Una fuente de vidrio curvado que parece hacer que el agua burle a la gravedad para después dejarla fluir de forma natural.
Mies van der Rohe y Lilly Reich utilizaron los materiales para probar sus ideales de diseño. Marcelis experimenta con estos mismos materiales para llevarlos al límite y descubrir nuevas y sorprendentes aplicaciones. Todas las proporciones de las piezas propuestas están estrictamente relacionadas con las del Pabellón, haciendo que los cinco objetos resultantes se sitúen de forma natural y orgánica en el espacio arquitectónico. Sin embargo, la introducción de estos elementos, crean una alteración en el orden cartesiano del Pabellón, creando una chocante combinación que lleva a reflexionar.
Sabine Marcelis es una joven diseñadora neozelandesa establecida en Rotterdam, Países Bajos. Estudió diseño industrial durante dos años en Victoria University de Wellington y continuó sus estudios en la Design Academy Eindhoven, donde se graduó en 2011. Desde ese momento creó su propio estudio donde ha trabajado en los campos del diseño de producto, el diseño espacial y la instalación con un especial interés en la materialidad. Su trabajo se caracteriza por las formas puras que resaltan las propiedades de los materiales. En su corta carrera profesional ha conseguido hacerse un hueco dentro del mundo del diseño contemporáneo por su gran audacia y severidad.
No Fear of Glass podrá visitarse en el icónico Pabellón desde el 20/12/2019 hasta el 12/01/2020 gracias a la colaboración entre Side Gallery Barcelona y la Fundación Mies van der Rohe. La exhibición estará acompañada por un libro con el mismo título con introducciones y textos de Ippolito Pestellini Laparelli (socio de OMA) y Anna Puigjaner (co-fundadora de MAIO architects).
3 de enero de 2020 a las 16:15
Me parece una excelente intervención, que denota un estudio muy consciente de las características de la arquitectura, para la integración/choque de las piezas, sobre todo de las que son curvas. Fascinante trabajo de la artista. ¡BELLÍSIMO,