El círculo parece cerrarse con Eva. El Teatro Chino de Manolita Chen es objeto de recuerdo en un restaurante en el que la joven descendiente continúa además con el legado de una saga precursora de la restauración china en España.
Manolita, la tía bisabuela de Eva Chen, nació en Vallecas y se convirtió en una auténtica estrella de las variedades en la España de los años cincuenta y posteriores, una vedette de revista que apuntaló las referencias sustanciales del espectáculo celtibérico en el Circo Chino que fundara en 1950 Chen Tse-Ping y su hermano, el bisabuelo de Eva.
Imagen superior: Eva Chen posa para Neo2 en la barra de Margarita Chen
La saga tiene su miga: si su bisabuelo ayudó a fundar el Teatro Chino de Manolita Chen, su abuelo levantó la primera cadena de restaurantes chinos de España, La Gran Muralla. Y su padre dio un paso más con el Grupo Tao, sumando hasta once locales con los que hábilmente cambió el chip de la gente: de restaurantes chinos (nombre cada vez más peyorativo) a restaurantes asiáticos (convertidos los suyos en lugares de moda frecuentados por el famoseo).
Hasta llegar Eva, que dejó su prometedora carrera en Repsol para comandar su prolongación del business familiar, primero con La Pagoda y Duck&Sushi, ahora con Manolita Chen allí donde su abuelo, Chen Diguang, abrió La Gran Muralla en 1977. Círculo cerrado.
Manolita Chen llama la atención por sus alusiones decorativas al show. Se queda en los guiños orientales, pues por el local no aparecen ni El Fary ni Florinda Chino ni Juanito Valderrama ni Marifé de Triana ni Fernando Esteso. Es un homenaje (bien iluminado, por cierto) a Manolita y el mundo de plumas, telones, flecos y fantasía desinhibida (el lavabo con espejo de camerino) que fue y que aquí se sublima en forma de cocina china. Perdón, asiática.
Rollitos, sí, pero vietnamitas. Arroz, sí, pero las delicias son thai al wok. Funciona una doble adaptación: la que hicieron sus familiares al introducir con inteligencia los sabores chinos en los paladares españoles poco curtidos en exotismos y la que ella pone en práctica con recetas de fusión y emplatados reconocibles ya por todos. Un edamame con miso picante muy rico, una sopa agripicante (carne picada, huevo cuajado y bambú) que reconforta, unas gyozas de pato con foie, un crab roll, unos tacos koreanos felizmente jugosos rellenos de solomillo de ternera al wok con salsa kimchi… Un poco de todo, de aquí y allá, con algunos sabores más acentuados que otros pero sin excesivo salseo que pesen en la digestión. Postres como el cheesecake de mango y coco o el surtido de mochis helados. Cócteles, al estilo tanque de refresco con mucho hielo como los muy melosos Yuzu Manolita, con tequila blanco, yuzu, Aperol, tónica y sal de té matcha, o el sin alcohol Refresha-Lime, con sorbete de limón, cilantro, pepino, jengibre y miel.
Eva representa a una nueva generación que refina más la presentación en sociedad de la gastronomía china. No será tan visionaria como sus antepasados pero es, a sus 29 años, tan pionera como la que más. Y se implica tomando la comanda con una sonrisa que desarma y que proyecta simpatía. Tan amable fue que nos posó risueña para la foto que encabeza estas líneas.
Manolita Chen
Calle Castelló, 18, Madrid
Tel. 911 52 27 91
manolitachen.com