Nuestro colaborador Aurélien Le Genissel ha visitado estos días la Bienal de Venecia, esta es su selección de los 10 mejores pabellones, si estás por allí no te los puedes perder.
1- Lituania
Título: Sun & Sea (Marina)
Artistas: Rugilė Barzdžiukaitė, Vaiva Grainytė y Lina Lapelytė
Comisaria: Lucia Pietroiusti
Con todo merecimiento, ha sido el ganador del León de Oro 2019. Parece ser que, a diferencia de otras ferias o bienales, Venecia encuentra una cierta unanimidad en sus premios y recompensas -como ya pasó con Anne Imhof y el pabellón alemán hace dos años. En este caso, el espectador que accede a este gran hangar antiguamente ocupado por la marina italiana, tiene la posibilidad de observar, desde el primer piso y a través de una especie de balcón, un grupo de personas deambulando en una playa recreada artificialmente. Una suerte de teatro, a medio camino entre el voyeurismo y el espectáculo teatral, que pronto toma aires más profundos y angustiantes. Gracias a unos pequeños micros, los actores/veraneantes empiezan a cantar una ópera en la que desgranan sus problemas, angustias y las catástrofes naturales que les han molestado en su día a día. Una crítica irónica y falsamente ligera del consumo y el cambio climático alejado del moralismo paternalista en el que se suele caer. Un ambiente enrarecido que recuerda a una foto -viva- que Martín Parr habría tomado en algún campo de supervivientes pos-apocalíptico después del desastre medioambiental. Sin duda lo mejor de los pabellones nacionales.
Pabellón de Lituania. Sun & Sea (Marina). Foto: Andrea Avezzù. Cortesía: La Bienal de Venecia.
2- Filipinas
Título:Island Weather
Artista: Mark O. Justiniani
Comisaria:Tessa Maria T, Guazón
Al entrar en el pabellón de Filipinas puede parecer que estamos ante una atracción de Port Aventura. Ante nosotros se erigen tres grandes plataformas de formas redondeadas cuyos suelos de cristal transparente utilizan el juego de reflejos de los espejos para dar una sensación de profundidad infinita. En lo alto de una torre, el artista nos vigila desde arriba. Al quitarnos los zapatos, nos invitan a subirnos y contemplar el paisaje inacabable que se presenta a nuestros pies.
Todo muy vistoso y divertido. Pero, tras este efecto algo facilón, se esconde una puesta en escena más oscura e inquietante que remite a la presencia del hombre en un mundo que parece desaparecer. Restos de comida, objetos diversos, vasos vacíos, trozos indefinidos y plantas desconocidas se repiten al infinito al lado de escaleras y vacíos que parecen adentrarse en unas profundidades inhóspitas pero que resultan extrañamente familiares. El Upside Down de la sociedad del espectáculo.
Pabellón de Filipinas. Island Weather. Foto: Italo Rondinella. Cortesía: La Bienal de Venecia.
3- Uruguay
Título: La Casa Empática
Artista: Yamandú Canosa
Comisarios: David Armengol y Patricia Bentancur
Alejada de la espectacularización y el exceso propios a Venecia se presenta “La Casa Empática”, esta propuesta fina, punzante y delicada perfectamente comisariada por David Armengol y Patricia Bentancur. Una revisión de numerosos trabajos de Yamandú Canosa en la que el uso del lenguaje y el juego con el espacio ofrecen una nueva narrativa visual que indaga en la llamada identidad cultural, las fronteras o las propias raíces. Un horizonte plagado de complejas referencias y pertenencias cruzadas que invita a ver el mundo como un sitio de acogida más que como un puzzle fragmentado. Una muestra que va más allá de la propia sala del pabellón -expandiéndose en la fachada- y que, mediante el uso del territorio y de los referentes geográficos, propone una sutil reflexión sobre la construcción nacional. Un paisaje de gran fuerza visual cuya romántica aspiración no desvirtúa su impecable ejecución técnica.
Pabellón de Uruguay. La casa empática. Foto: Francesco Galli. Cortesía: La Bienal de Venecia.
4 – Dinamarca
Título: Heirloom
Artistas: Larissa Sansour
Comisaria: Nat Muller
Una propuesta separada en dos salas de formato diferente. Por un lado una fascinante escultura negra, grande y redondeada, metida en una sala oscura y angosta, titulada A Monument for Lost Time. Una extraña forma cuyos contornos parecen moverse y evolucionar, según desde dónde la observemos. Por el otro, un video de dos pantallas -titulado In Vitro-, poético y trágico, que nos muestra el diálogo, la transmisión y la relación entre una mujer mayor -dueña de un vivero de plantas subterráneo- y su cuidadora. La historia transcurre en Bethlehem, décadas después de una catástrofe ecológica, y la joven cuidadora será la responsable de replantar y repoblar el planeta tras el desastre, liderando una comunidad de humanos restante. Una fábula más cercana al existencialismo becketiano que a la ciencia-ficción. Una bella obra que ofrece un acercamiento misterioso y poético a los temas de la memoria personal y colectiva, la historia y la responsabilidad humana y la identidad de cada uno.
Pabellón de Dinamarca. Heirloom. Foto: Francesco Galli. Cortesía: La Bienal de Venecia.
5- Suiza
Título: Moving Backwards
Artistas: Pauline Boudry y Renate Lorenz
Comisaria: Charlotte Laubard
Backward is the new forward, van diciendo por ahí. O lo que es lo mismo: la moda es ir para atrás. No para atrás en el tiempo sino literalmente. Como los performers del pabellón de Suiza cuyos movimientos de trap y techno aparecen en sentido contrario, en una coreografía tan hipnotizante como extraña. El pabellón se presenta como una especie de discoteca envolvente en la que el espectador se ve envuelto por estos gestos que, según los propios artistas, pretende generar nuevas y alternativas formas de resistencia y acción. Todo ello salpicado de citas filosóficas sobre activismo político o teoría de género. Quedáis avisados: si algún día veis un video clip al revés o alguien bailando así en una discoteca, ya sabéis de dónde viene.
Pabellón de Suiza. Moving Backwards. Fotos: Francesco Galli. Cortesía: La Bienal de Venecia.
6 – Ghana
Título: Ghana Freedom
Artistas: Felicia Abban, John Akomfrah, El Anatsui, Lynette Yiadom-Boakye, Ibrahim Mahama y Selasi Awusi Sosu
Comisaria: Nana Oforiatta Ayim
Aunque solo sea por el maravilloso – como siempre- video “Sea of Whiteness”, de John Akomfrah, vale la pena destacar esta apuesta de Ghana. Pero es que además, en su primera participación como pabellón nacional, el país africano ofrece un recorrido algo laberíntico y sinuoso, muy bien diseñado por David Adjaye, en el que destacan los interesantes retratos pintados por Lynette Yiadom-Boakye –en el 2020 veremos una retrospectiva suya en la Tate Britain- o el mural instalativo, hecho con tapones de botellas, de El Anatsui. Sin olvidar “A Straight Line through the Carcass of History 1649 (2016–19)”, la espectacular construcción de madera de Ibrahim Mahama. Un pabellón algo oscuro y recargado pero definitivamente potente y muy bien trabajado que se debería llevar el premio a mejor pabellón revelación, si este existiese. Y un gran homenaje también a Okwui Enwezor, al cual está dedicado.
Pabellón de Ghana. Ghana Freedom. Fotos: Italo Rondinella. Cortesía: La Bienal de Venecia.
7- Rumanía
Título: Unfinished conversations on the Weight of Absence
Artistas: Belu-Simion Fainaru, Dan Mihaltianu, Miklos Onucsan
Comisario: Christian Nae
Más conceptual y abstracto que la mayoría de las demás propuestas, Rumanía ha apostado por presentar una reinterpretación de algunos de los trabajos de referencia realizados por los artistas de su escena en los últimos 40 años. Un collage cuya dimensión irónica, lúdica y crítica funciona sorprendentemente bien. Muy destacable es el trabajo de Belu-Simion Fainaru, cuya planta acoge al visitante a la puerta del pabellón. Una carteleta nos invita a tocarla para que ésta nos responda con una voz fría y digital de robot. Era difícil no reírse viendo a señores con traje y señoras con vestido acariciar una rama pensando que la voz le contestaba de verdad – el sonido seguía funcionando que se acariciase o no la planta. Una interesante crítica a esta ola new wave de ecologismo sensiblero que en ocasiones inunda el arte últimamente.
Pabellón de Rumanía. Unfinished Conversations on the Weight of Absence. Fotos: Francesco Galli. Cortesía: La Bienal de Venecia.
8 -Australia
Título: Assembly
Artista: Angelica Mesiti
Comisaria: Juliana Engberg
Angelica Mesiti ha querido convertir el pabellón australiano en una especie de espacio para la comunidad y la democracia. Para ello ha construido una suerte de ágora o anfiteatro de moqueta roja en el que el espectador puede sentarse a ver el video de tres pantallas que rodean el lugar. En él, la artista se adentra en el Senado italiano y australiano para presentarnos Michela, un estenotipo inventado en el siglo XIX para transcribir los debates parlamentarios. Partiendo de este aparato, Meseti ha transcrito un poema de David Malouf que el compositor Max Lyandvert ha transformado en una opera que resuena en la sala ofreciendo una reflexión sobre la universalidad del lenguaje y los límites de la traducción, el diálogo y la comunicación.
Pabellón de Australia. Assembly. Fotos: Francesco Galli. Cortesía: La Bienal de Venecia.
9 – Brasil
Título: Swinguerra
Artistas Bárbara Wagner & Benjamin de Burca,
Comisario: Gabriel Pérez-Barreiro
Simple, sencillo y de lo más eficaz. Así es el pabellón brasileño que, sin hacer demasiado ruido, siempre era uno de los que gustaba en las discusiones venecianas. Una reflexión sobre las swinguerra –esas luchas de danza callejera, a menudo protagonizada por personas transgénero- dividida en dos partes muy diferenciadas: la primera sala presentaba una serie de fotografías mientras que, en la segunda, una instalación audiovisual de dos pantallas proyectaba un video en el que se podía ver un ejemplo de batalla entre dos grupos de jóvenes brasileños. El montaje, con una pantalla en cada lado de dicha sala, una enfrente de la otra, reproducía justamente la idea de enfrentamiento musical, simetría y competición de dos grupos, con el público situado en medio a modo de juez o espectador privilegiado. Siempre lleno y muy pegadizo, la propuesta es una buena manera de acercar culturas menos aceptadas a un público, el de la bienal, poco acostumbrado a ello. El pabellón perfecto antes de unirse a las fiestas nacionales que cada país organizan en las noches de preview.
Pabellón de Brasil. Swinguerra. Fotos: Francesco Galli. Cortesía: La Bienal de Venecia.
10- Francia – Mención especial
Título: Deep See Blue Surrounding You/Vois Ce Bleu Profond Te Fondre
Artista: Laure Prouvost
Comisaria: Martha Kirszenbaum
Se merece una mención especial por el buzz que generó esta propuesta de la siempre interesante Laure Prouvost. “¿Has visto el pabellón francés?”, era la pregunta más frecuente en los pasillos de las exposiciones en Venecia y en los caminitos de los Giardini. La frase se refería a la simple y evidente obviedad -haber pasado a verlo- pero sobretodo a la larguísima cola -entre 45min y 2 horas- que siempre había en su entrada. Seré sincero: yo no lo vi. Ni ganas de esperar 1 hora, en un opening de dos días, con todo lo que había que descubrir en ese momento. Me han dicho cosas buenas de la manera en la que la artista trató el espacio, construyendo una especie de túnel que, supuestamente, iba a unir los pabellones de Francia e Inglaterra, y permitía entrar así en su mundo onírico y fantaseado. Otros dicen que está sobrevalorado aunque todos destacaban su interesante puesta en escena, falsamente caótica y envolvente, llena de móviles rotos y restos de lo que parece el fondo de un océano, y sobretodo su video de aire surrealista y sugestivo, realizado, en parte, en la propia ciudad. No puedo valorarlo realmente pero si van “fuera de temporada” debería ser una de las posibles paradas. Aunque solo sea para decir que lo han visto, algo que cada vez se lleva más en el mundo del arte contemporáneo. Y más en Venecia donde cada vez hay más cosas que ver y más colas para entrar.
Pabellón de Francia. Deep see blue surrounding you / Vois ce bleu profond te fonder. Fotos: Francesco Galli. Cortesía: La Bienal de Venecia.
14 de mayo de 2019 a las 13:46
Excelente Uruguay tercer puesto en el arte Mundial es todo un lujo, felicitaciones al artista que nos representó.
14 de mayo de 2019 a las 2:33
Me gustó mucho la selección. Me encantaría ir pero no creo que pueda este año.
Siempre es interesante, renovador, original, divertido, profundo y mucho más.
Gracias por compartirlo